Horas finales de campaña: Delgado se abraza a Lacalle y Orsi espera "tranquilo" el resultado del domingo

Lo que desvela al sistema político es la consecución de la mayoría parlamentaria, que daría gobernabilidad al ganador del balotaje; las estrategias para ese "empujón final" difieren entre los comando.

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Reunion de Juventud Interpartidaria con candidato presidenciales
Yamandú Orsi y Álvaro Delgado.
Foto: Ignacio Sánchez/Archivo El País.

Son horas decisivas en todos los comandos de campaña, cuando la veda electoral asoma —comenzará a la medianoche de este viernes— y la incertidumbre sobre lo que ocurrirá este domingo crece en lugar de disiparse hasta puntos que pocos recuerdan en campañas pasadas. Lo único que está claro para todos es que el Frente Amplio votará mejor que en 2019 —cuando obtuvo el 39%—, pero no si alcanzará la mayoría parlamentaria, un objetivo político por el que se desvela todo el sistema político.

Y son horas en que los dirigentes chequean sus celulares para observar los últimos trackings, reenviar sus resultados, especular con las tendencias y quedarse con los razonamientos que les dé más esperanza. Por ejemplo, según indicaron a El País fuentes del comando frenteamplista, Yamandú Orsi tiene en este momento la tranquilidad de ser "el candidato con mejor imagen en todas las encuestas" que analizan en su equipo, "con una diferencia importante sobre los otros dos candidatos", en referencia al nacionalista Álvaro Delgado y al colorado Andrés Ojeda.

Mientras tanto, en el equipo del exsecretario de la Presidencia continúan mirando con atención los sondeos diarios que hacen Equipos y Opción, y el ánimo fluctúa en parte en función del nivel de apoyo que, día a día, va mostrando la coalición de izquierda.

Porque el razonamiento que hacen los dirigentes blancos —en base a los cálculos sobre todas las posibilidades de representación parlamentaria que puede hacerse por ejemplo en esta calculadora de El País— es el siguiente: si el Frente Amplio es votado por el 42% de los uruguayos, la esperanza de ganar en noviembre es alta; si vota 43%, "sería un escenario dividido, pero favorable" al oficialismo, aun cuando la izquierda en ese caso podría —dependiendo del desempeño del resto de los partidos— tener mayoría en la cámara alta en caso de ganar en el balotaje; y si vota 44%, a pesar de que en este escenario sigue siendo muy difícil que la izquierda consiga una mayoría en Diputados, entre los nacionalistas cundiría un pesimismo positivo: habrá que "pelearla" hasta el final, sabiendo que, en ese caso, el Frente Amplio partiría como "favorito"; ya a partir de esa cifra —si vota 45% o más—, todo valor que consiga la coalición opositora configuraría un escenario ampliamente favorable a imponerse en el mano a mano de noviembre.

Del otro lado, en el grupo de análisis de opinión pública de la coalición de izquierda se tiene la confianza de que el Frente Amplio tiene asegurado un "piso" del 45%. Y, proyectando indecisos, el cálculo que manejan es que incluso podrían alcanzar un 48%. Números con los que, de acuerdo al análisis al que accedió El País, la oposición da como "casi segura" una mayoría en el Senado, sin contar con el vicepresidente.

El optimismo en el Frente Amplio en esta horas se basa además en la evolución de las preferencias electorales en las últimas semanas que también mira el oficialismo, y que tiene como conclusión evidente que el bloque opositor, números más, números menos, se mantuvo estable.

La mayoría en el Parlamento, nadie lo esconde, es como la clasificación al Mundial. Todos —el propio Delgado lo manifestó este martes en su acto de cierre, en Las Piedras— piden un "empujón final" a la militancia, porque ese objetivo se definirá por pocos votos.

Y las estrategias difieren.

Luis Lacalle Pou llegando a una reunión con Álvaro Delgado para almorzar en un bar.
Luis Lacalle Pou llegando a una reunión con Álvaro Delgado para almorzar en un bar.
Foto: Leonardo Mainé/El País

Un almuerzo entre las cámaras

Cuando comenzaron a circular las imágenes de Luis Lacalle Pou y Delgado almorzando en el Facal, un senador blanco, reaccionando a una de esas tantas fotos que se hicieron virales, envió a El País el emoji de un hombre remando. Otro dirigente afirmó medio en broma medio en serio que Delgado tiene que "salpicarse de Luis todo lo que pueda".

Porque desde un comienzo, desde que empezaba a prenderse de a poco esta campaña electoral, en el Partido Nacional se supo que el "principal activo político" con el que contaría esta fuerza política era la presencia de Lacalle Pou en el debate público.

De hecho, una discusión frecuente entre los blancos durante estos meses tuvo que ver con hasta qué punto era conveniente asociar a Delgado con el presidente, porque el candidato tampoco podía perder identidad propia.

Pero que Lacalle Pou tenía que "estar" era una obviedad para todos los nacionalistas.

Por eso se celebró como un gol cuando el mandatario decidió hacer campaña en contra del plebiscito sobre la seguridad social que promueven el Pit-Cnt y algunos sectores del Frente Amplio; por eso su imagen aparece en en todas las listas al Parlamento —además de que las principales planchas al Senado llevan al mandatario como primer candidato—, y por eso todos los nacionalistas espera con ansiedad cada discurso que da el jefe de Estado en eventos o inauguraciones, que en las últimas semanas se hicieron particularmente frecuentes.

Y el presidente seguirá en este trillo durante todo el proceso electoral. En esta semana clave, por ejemplo, no solo va a inaugurar obras sobre la ruta 9 —lo que hará este jueves, como ya informó Presidencia—, sino que también estará en la inauguración de obras en la ruta 5 —se estrenará un intercambiador en el ingreso sur a la ciudad de Canelones— este viernes, en plena veda electoral.

"La gente está viendo que lo que nuestro candidato dice, es real", valoró en diálogo con El País el ministro de Transporte, José Luis Falero, que es uno de los secretarios de Estado que más a menudo se lo ve junto al presidente en las inauguraciones. "Es la confirmación del mensaje que está enviado Delgado: que a pesar de las dificultades, esta gestión es exitosa, y no como han dicho de que pasó un gobierno y no se hizo nada", afirmó, consultado por la lógica electoral de esta estrategia.

"Además, en estos eventos no va la misma gente que asiste a nuestros actos políticos. Como son obras que están más allá de lo partidario, y a las que asiste, entre otros, el intendente de Canelones (el frenteamplista Marcelo Metediera), vienen personas de todos los partidos", agregó.

Alejandro "Pacha" Sánchez, José Mujica y Yamandú Orsi.
Alejandro "Pacha" Sánchez, José Mujica y Yamandú Orsi.
Foto: @MPP609

La preparación de Orsi, que trabaja para noviembre

Para el postulante frenteamplista y su entorno, estos serán días de "tranquilidad y análisis", en los que se aprovechará además para preparar la campaña para la segunda vuelta.

De hecho, Orsi se mantendrá al margen de la última polémica que involucra a su jefe de campaña, el senador Alejandro Sánchez, en torno a la "nacionalización" de las administradoras de ahorro previsional (AFAP), algo que toda la coalición de gobierno en bloque decidió salir a cuestionar.

Se considera que Sánchez ya aclaró su postura, y que se trata de un tema muy "menor" y que lo expresado por este senador está incluido desde fines del año pasado en las Bases Programáticas de la fuerza política.

Sea como fuere, luego de algunas semanas de dudas —y fuertes críticas internas por una campaña definida como "fría y sin ideas"— el comando de Orsi considera que en los últimos días se logró rectificar el rumbo, sobre todo por la respuesta que hubo de la militancia ante el "acto de la victoria" que Orsi encabezó este martes en el Parque Batlle, con la asistencia de 130 mil personas.

Referente económico de gira

Oddone está en Estados Unidos y tendrá reunión con el FMI

Mientras Orsi y el Frente Amplio transitan los últimos días de campaña su eventual ministro de Economía, Gabriel Oddone, trabaja fuera de fronteras para transmitir tranquilidad y ganar confianza para un gobierno presidido por el ex intendente de Canelones.

El economista está desde hace varios días en Estados Unidos, y entre otras reuniones, tiene previsto un encuentro con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, se reunirá también con distintos grupos inversores.

Oddone ha advertido que el escenario internacional plantea hoy para Uruguay una serie de desafíos, sobre todo en materia tributaria. Por ejemplo, la necesidad de trabajar para reducir el impacto que tendrá la implementación del nuevo Impuesto Mínimo Global sobre las multinacionales.

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