Redacción El País
Los fuertes vientos que se registraron este fin de semana al sur del país provocaron varios daños, que fueron desde caídas de árboles hasta una nueva rotura en parte del muro de la rambla en Carrasco.
Desde la Intendencia de Montevideo (IMM) informaron a El País que el evento se dio en la madrugada del pasado viernes "producto del evento de sudestada con marea alta y viento".
Detectaron dos puntos afectados en el lugar: uno junto a la escalera para la bajada a la playa y el otro en la zona del viejo parador. En el primero se cayó parte del muro y en el segundo no, pero sí sufrió "una fisura por efecto del movimiento" y hay riesgos de derrumbe.
A raíz de esto, la comuna balizó más de 100 metros en la rambla de Carrasco y aseguró que la empresa "ya está instalada" en el lugar para comenzar con las tareas que irán desde la reconstrucción del muro en ambos puntos mencionados, así como "del material que se lavó abajo y la vereda".
La alcaldesa del Municipio E, Mercedes Ruiz, manifestó su preocupación ante este hecho ya que recordó que esto ya había pasado en 2021 y que entonces la comuna había "demorado muchísimo" en repararlo.
"Hicieron todo el arreglo y hoy, a nada de haberlo arreglado, se destruyó todo de nuevo, lo que me da es que no se hizo un trabajo realmente serio", dijo en diálogo con Subrayado (Canal 10).
Criticó con esto que el gobierno departamental "gaste en lo que no corresponde" como en actividades culturales o turísticas y que "se olviden de las cosas que realmente importan en la ciudad".

En marzo de 2024, también vecinos de Pocitos se sorprendieron al encontrarse con un enorme agujero en la rambla, a la altura de la intersección con Juan María Pérez. "Seguramente en la madrugada ocurrió un colapso en la vereda de rambla. La fuga de arena es un hecho que se viene constatando, con las mareas", dijo entonces la directora de Espacios Públicos de la IMM, Natalia Castro. Algo similar ocurrió días antes a la altura de la calle Potosí, en Carrasco, tras una tormenta e inundación que afectó a varias zonas de la ciudad.
Luego de estos sucesos, la comuna anunció la compra de un georradar para hacer un relevamiento del suelo de la rambla, hacer una especie de ecografía del suelo y con eso determinar socavaciones y prevenir otros posibles derrumbes. Se invirtieron unos U$S 100.000 para la compra de este artefacto y la capacitación de un técnico italiano de la empresa fabricante del equipo.
Según informó la comuna, este georradar ya había sido utilizado en la zona que resultó afectada el pasado viernes, pero que entonces "no se presentaron inicios de oquedad". Debido a esto, los especialistas presumen que lo que ocurrió fue que "el vaciamiento de la arena de atrás del muro es ocasionada de la misma tormenta, por la subida del nivel del mar".
El artefacto fue utilizado nuevamente tras la caída del muro y actualmente "se están interpretando las imágenes por una posible ampliación de la obra".