Redacción El País
Hubo un tiempo en que la Avenida 18 de Julio estuvo poblada de árboles. Desde comienzos del siglo XX, y respondiendo a las tradiciones arquitectónicas y paisajísticas europeas, comenzaron a reverdecer más y más plátanos en la principal arteria de la capital.
La tendencia llegó a tal punto que un poco más lejos, la peatonal Sarandí irónicamente era denominada como un “bulevar” por los montevideanos de la época. En el Digesto Departamental, la plantación de árboles aparece consagrada bajo la figura del “ornato público”, una operación artificial de paisaje urbano que en este caso tiene sus raíces en el barroco y el romanticismo, según fuentes académicas consultadas por El País.
El proceso, sin embargo, tuvo un quiebre abrupto tras el golpe de Estado de 1973. El intendente colorado Óscar Rachetti -elegido democráticamente en 1971, aunque se perpetró en el cargo hasta 1983- decidió talar gran parte del arbolado en 18 de Julio.
La intervención, que era parte de un proyecto de remodelación de la avenida -y que más tarde, por ejemplo, sumaría una nueva capa asfáltica y el Mausoleo de Artigas en la Plaza Independencia- comenzó el 2 de mayo de 1975, según reseñó la docente de Historia Virginia Martínez en el libro Tiempos de dictadura.
No obstante, sobre el propósito de la tala no hay información tan exacta. La actual directora de la División de Espacios Públicos de la Intendencia de Montevideo (IMM), Natalia Castro, señaló a El País un mayor control de la seguridad pública como el principal motor de la acción.

Otros especialistas en paisajismo y urbanismo, que prefirieron el anonimato, también recordaron que desde la administración de Rachetti se aducía que los árboles eran “inconvenientes” para la actividad comercial y, además, que al talarlos se podría ensanchar el tramo peatonal por las veredas.
El intendente Rachetti renunció en 1983 y, dos años después, se instaló el primer gobierno democrático posdictadura.
El intendente frenteamplista Mariano Arana, que gobernó Montevideo entre 1995 y 2005, ensanchó las veredas de 18 de Julio. En el proceso debió talar más árboles, pero luego se propuso recuperar una porción de los que habían sido retirados en dictadura. Concretamente, los plantados entre las plazas Libertad e Independencia.

El presente "despoblado de verde"
A 50 años del golpe de Estado, la IMM -gobernada por Carolina Cosse- anunció la plantación de 150 árboles en ambas aceras de la avenida, a lo largo de dos kilómetros y medio. La mayoría de ellos serán tilos, pero también habrá jacarandás en zonas donde esta especie ya se plantó anteriormente. En casos puntuales, además, se colocarán ejemplares de ibirapitá.
“La necesidad de arbolar en 18 de Julio casi que es evidente a los ojos. Tenemos una avenida que está muy despoblada de verde, sobre todo lo que es el tramo hacia Bulevar Artigas”, apuntó Castro, la directora de Espacios Públicos.
Según explicó la jerarca, la plantación se realizará entre julio y setiembre de este año, el período idóneo para ello. Castro aseguró que la intervención no generará mayores alteraciones en la convivencia ciudadana: “Es algo relativamente puntual porque los árboles están en la vereda, contra el cordón. La cuadrilla de plantación avanzará en momentos específicos; 18 de Julio no va a ser una avenida cortada”.
Por otro lado, esta administración anunció que se generarán dos “pequeños bosques urbanos” en el Jardín Botánico del Prado y en el Parque de Actividades Agropecuarias, ubicado en Colón. En estos dos espacios, en total, crecerán 11.932 árboles.
Como informó El País el año pasado, un censo de arbolados en aceras -realizado entre 2005 y 2008 por el gobierno capitalino- reveló que en Montevideo hay más de 211.478 árboles plantados en veredas.
En la última Cumbre de Glasgow, la intendenta Cosse asumió el compromiso -junto a otros gobernantes del mundo- de aumentar 50% la cantidad de árboles en la ciudad antes del año 2040. Este objetivo busca alcanzar la neutralidad de emisiones de dióxido de carbono.
Castro destacó las dos intervenciones más recientes como un paso en esta dirección.
Plantean preocupaciones, más allá de valoración positiva
El colectivo Ciudad Abierta, que se presenta como un grupo independiente de expertos en espacio público y movilidad, le trasladó ayer una serie de inquietudes a Cosse. La carta, divulgada en redes sociales, valoró “muy positivamente” la intención de recuperar el arbolado en 18 de Julio. No obstante, los especialistas señalaron que les “preocupa” que el proyecto prevea la plantación en las veredas, manteniendo la calle como ahora, cuando los árboles permanecerán en la ciudad durante al menos un siglo.
Por esta razón, le plantearon a la IMM algunas “alternativas”, pensando en “la ciudad del futuro”. Estas opciones abarcan el ensanchamiento de las veredas y la generación de ciclovías protegidas, entre otras propuestas. El exintendente Christian Di Candia replicó en Twitter el material de Ciudad Abierta, destacando sus “aportes estratégicos a la hora de tomar decisiones que afectarán el largo plazo” la planificación de la principal avenida capitalina. Por su parte, Castro, directora de Espacios Públicos, señaló que la iniciativa de la Intendencia de Montevideo “no anula ni se contrapone con otras propuestas” venideras, como el eventual tranvía que uniría la capital con Canelones. “Ahora estamos proponiendo reverdecer Montevideo. Estamos todos de acuerdo en que queremos más árboles”.
William Rey: “Es importante mantener unidad de especie”
El arquitecto William Rey, director de la Comisión del Patrimonio del Ministerio de Educación y Cultura, valoró que es “bienvenida” la propuesta de la IMM.
No obstante, cuestionó la decisión de plantar tres especies de árboles en una misma avenida.
“Sin dudas la presencia de árboles es muy importante, pero creo que también es importante que se mantenga una unidad de especie”, señaló.
Rey agregó que, desde el punto de vista estético, una calle “queda caracterizada” cuando tiene unicidad. Como ejemplo mencionó la calle Juan Manuel Blanes, que tiene “una bóveda magnífica de plátanos”.
“Hay que pensar muchas cosas cuando se planta: las raíces, las copas que se generan, la sombra y la cuestión visual de tener una identidad”, dijo.
Norma Piazza: “Tenemos más lugares carentes de verde”
Norma Piazza, magíster en Diseño de Paisaje por la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, resaltó la importancia de ampliar la cantidad de espacios verdes, pero tiene dudas sobre la colocación de un bosque urbano en el Jardín Botánico.
“En Montevideo tenemos muchísimos lugares y barrios carentes de verde”, señaló, y acotó: “Tenemos parques de escala metropolitana que tienen una historia, una patrimonialidad arraigada en la comunidad que deberíamos respetar de alguna manera. No quiere decir mantenerlos incambiados totalmente, pero sí respetar esos proyectos que hemos heredado y disfrutado”. De todos modos, precisó que no conoce los pormenores del proyecto más allá de lo que ha comunicado la IMM.