La Intendencia de Montevideo (IMM) informó en la Junta Departamental que importó un georradar para analizar la situación del subsuelo de la rambla de Montevideo, donde este año sucedieron dos socavones a la altura de Pocitos y de Carrasco. El aparato realiza una ecografía del suelo y detecta anormalidades que podrían generar nuevos derrumbes.
Ante una pregunta sobre los derrumbes en la rambla realizada por el edil blanco Eric Spektor en la sesión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del 24 de julio pasado, la directora de Espacios Públicos de la IMM, Natalia Castro, recordó que en 2023 hubo una reconsolidación de un muro de la rambla de Pocitos, constatado por técnicos municipales ante la evidencia de un posible riesgo de colapso del muro.
“Los eventos posteriores, que ocurrieron durante el año 2024, han sido objeto de preocupación y, por tanto, hemos impulsado y comunicado públicamente la adquisición de un radar para el escaneo del subsuelo, que en este momento está en proceso de importación”, afirmó la jerarca municipal. El costo del georradar ronda los US$ 100.000.
En otra intervención en la sesión, el edil Spektor dijo que el mar hace ceder los muros y las veredas de la rambla, lo que genera muchos meses de obras. “Por suerte no hay que lamentar personas lesionadas, pero por allí transita un montón de gente todos los días, sobre todo cuando está lindo, y se corre un riesgo grande en esa zona de la ciudad”, sostuvo el curul blanco.
El 13 de marzo de este año, vecinos de Pocitos se sorprendieron al encontrarse con un enorme agujero en la rambla, a la altura de la intersección con la calle Juan María Pérez. Desde la IMM se analizó lo ocurrido, pero "tuvo que ver con el evento climático", afirmó Castro en rueda de prensa en aquel momento. "Seguramente en la madrugada ocurrió un colapso en la vereda de rambla. La fuga de arena es un hecho que se viene constatando, con las mareas", explicó.
La especialista detalló que la arena se va fugando por debajo de la cimentación del muro "que se hizo en una época que era suficiente" y hoy debe ser reforzado.
Dado que este muro "no tiene una estructura uniforme" a lo largo de la rambla, tanto el equipo de Espacios Públicos como el de arquitectos de Seguridad Edilicia evalúan que solución hay para cada caso. De momento, el derrumbe de Pocitos se rodeó con vallas y balizas para evitar que las personas se acerquen.
El 5 de marzo de este año, la alcaldesa del Municipio E de Montevideo, Mercedes Ruiz, dijo a El País que se comunicó con la IMM reclamando por roturas en la rambla de Carrasco, de similares características.
"Espero que esta vez no demoren en arreglarlo como cuando se cayó parte del muro de la rambla de Carrasco, que se derrumbó en julio de 2021 y demoraron 11 meses en gestionar su reparación", aseguró. Luego, obreros de la Intendencia de Montevideo repararon el agujero.