Directores de la Intendencia de Montevideo señalaron en la Junta Departamental que obras en cinco barrios fueron postergadas durante 2023 por la inseguridady agregaron que ello generó sobrecostos a la comuna capitalina, ya que empresas contratantes debieron acortar el horario laboral de sus obreros hasta las 14 horas.

En una de las ocasiones, dijeron, los trabajadores no pudieron ingresar a la zona de Emilio Boix y Merino y se debieron retirar del Marconi y el barrio 2 de Febrero por amenazas.

El miércoles 24, en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda, donde se discutió la Rendición de Cuentas del año pasado, los directores de Desarrollo Urbano, Martín Delgado, y de Espacios Públicos, Natalia Castro, afirmaron que la violencia en los barrios obligó a reprogramar obras de extensión del alumbrado público en los asentamientos Pasaje Aserradero, El Triángulo, Los Reyes, Pasaje Diagonal y Pasaje Bazán.

En tanto, el director de la División Tierras y Hábitat de la IMM, Sebastián Moreno, señaló que en 2023 el problema de la inseguridad fue “un poco más complicado” en varios barrios, aunque destacó que esto era algo que “ya venía pasando” en años anteriores.

Moreno expresó que tuvo varias instancias de negociación con empresas que se querían “retirar de los contratos” por haber “recibido amenazas”. A veces, agregó, “se trataba de amenazas directas a los capataces, y en otras ocasiones eran peleas en el barrio, o sea, cuestiones que generaban inseguridad”.

“Tuvimos que cambiar bastante la manera de trabajar —dijo Moreno—. De hecho, en muchos barrios cortamos las obras mucho antes y entonces el horario de obra normal fue mucho más corto. Hay barrios en los que después de las dos de la tarde tanto las empresas como los empleados consideraban que no se podía entrar, o que no estaban dadas las garantías como para hacerlo”.

Foto: Fernando Ponzetto

El jerarca municipal afirmó que se reunió con representantes del Ministerio del Interior en dos ocasiones y que entregó a las autoridades de la cartera “un listado de los incidentes” vinculados con la seguridad que sufrieron empresas contratadas por la IMM. Agregó que también se generaron protocolos de trabajo con los empleados, que implicaron algunos costos extras para la Intendencia de Montevideo.

Moreno advirtió que se tomaron varias medidas en las obras para minimizar los riesgos. “En algunos barrios donde teníamos previsto entrar, por ejemplo, para destapar cuestiones vinculadas con saneamiento, no pudimos hacerlo, como sucedió en Emilio Boix y Merino”, explicó a los ediles.

Incluso, dijo el jerarca, en otros barrios donde la IMM realizaba conexiones de saneamiento “nos tuvimos que retirar, como por ejemplo en 2 de Febrero y en Marconi”

A partir de ahí, las empresas contratadas y la IMM armaron un sistema de alerta, por el cual vecinos avisaban cuando el barrio estaba complicado y era mejor no entrar.

“Pero ese sistema nos empezó a fallar también porque hubo un cambio y se nos complicó esa comunicación informal con los referentes barriales para saber cómo estaba el barrio. Entonces, ahí las garantías estaban bastante complicadas”, explicó el jerarca municipal.

Según Moreno, todas esas acciones de parar y negociar con las empresas se ven reflejadas en una menor ejecución del programa de caminería y mejora habitacional durante 2023.

“Pero nosotros seguimos trabajando, más allá de protocolos específicos, con los empleados y con las empresas, y estamos abiertos a seguir dialogando en temas específicos con el Ministerio del Interior, con el que hemos tenido varias reuniones, para buscarle la vuelta y no abandonar estos territorios y seguir haciendo las obras en ellos. Pero hay que adecuarse a realidades, porque es lo real y afecta”, señaló el director de la División Tierras de la Intendencia de Montevideo.

Consultado por el edil socialista Nicolás Lasa sobre si la inseguridad en los barrios había afectado la sub ejecución anual presupuestal de las obras de caminaría, Moreno respondió en forma afirmativa.

Al finalizar la reunión de la comisión, Lasa tuiteó: “En varios barrios de Montevideo, las empresas encargadas de las obras le plantearon a la IMM retirarse por problemas de seguridad. El gobierno departamental resolvió no ceder ningún espacio, rediseñó sus estrategias y dijo con claridad: con el narco ni un paso atrás”.

Foto: Francisco Flores