IMM sostiene que ciclovía en 18 de Julio no enlentecerá el tránsito y que la seguridad vial será "de altísimo nivel"

Se estima que la iniciativa costará $ 35 millones, aunque dependerá de la licitación. No descartan reducir límites de velocidad y analizan cómo "compensar" plazas de estacionamiento eliminadas.

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Bicicletas por 18 de Julio
Bicicletas por 18 de Julio.
Foto: Estefanía Leal

Si los planes de la Intendencia de Montevideo se concretan, antes de fin de año los ciclistas podrán recorrer el Centro, desde el Obelisco hasta la Plaza Independencia, en una ruta diseñada especialmente para ellos.

Se trata de la ciclovía anunciada el viernes pasado por la intendenta Carolina Cosse, que se dividirá en dos tramos. El primero irá casi por el medio de la avenida 18 de Julio, desde el extremo este hasta Yaguarón. Allí, cuando la arteria se hace más angosta, bajará por la calle Dr. Aquiles Lanza hasta desembocar en San José, donde por uno de los márgenes continuará hasta la Plaza Independencia, eliminándose los espacios de estacionamiento.

Algunos detalles del plan todavía están siendo ajustados. Por ejemplo, la comuna evalúa que en vez de que la ruta baje por Aquiles Lanza, lo haga por Carlos Quijano. Y que en cualquiera de las dos esquinas se instale un nuevo juego de luces de semáforo, exclusivamente para los ciclistas, así pueden hacer el giro hacia San José.

Después de haber recibido críticas de dirigentes políticos y colectivos de ciclistas, particularmente por las dudas sobre cuán garantizada está la seguridad vial y cuán integral es el proyecto, el director de Movilidad de la Intendencia de Montevideo, Pablo Inthamoussu, explicó a El País las claves.

“El objetivo es bien claro: promocionar y seguir fomentando el uso de la bicicleta como medio sostenible. Otro objetivo, de alguna forma secundario, es lograr conectar la infraestructura ya construida para los ciclistas en toda la ciudad”, afirmó el jerarca.

La ciclovía tendrá un ancho de tres metros, incluyendo ambos carriles. Si el ciclista quiere salir de ellos, deberá hacerlo en los cruces de semáforos, desmontándose del vehículo y caminando junto a los demás peatones cuando la luz esté en verde.

Una de las dudas centrales tal vez sea si el tránsito se verá enlentecido, dado que no se prevé ensanchar la calzada -a la que se le quitarán los tres metros para la ciclovía-, cuando cada vez son más los vehículos particulares que circulan por la capital. Además, como se verá, la Intendencia de Montevideo no descarta bajar los límites de velocidad en los tramos paralelos.

No obstante, Inthamoussu aseguró que no habrá mayores embotellamientos en 18 de Julio, incluso en horas pico. “No solamente hay estudios que lo prueban, sino que hay un montón de simulaciones. Los técnicos trabajan con un software, que se llama D-SIM, porque cuanto mayor información tenés, mejor te va a ir. Llegamos a la conclusión de que con la ciclovía, tal como quedará ubicada, el funcionamiento del tránsito será normal, tal cual está hoy”, expresó.

En las oficinas de la Intendencia de Montevideo estiman que el costo del proyecto rondará los $ 35 millones. Aunque el director de Movilidad pidió tomar la cifra “con alfileres”, dado que el valor final resultará de las licitaciones que ya están en curso.

Para construir la ciclovía, además de la pintura para hacer la correspondiente señalización, se necesitan dos insumos. El primero son los separadores: esos bloques -generalmente amarillos y que se pueden ver en otras rutas para ciclistas de la ciudad-, que delimitarán por dónde se pueda circular. La segunda herramienta son los llamados “delineadores”, que alertan a los demás vehículos sobre la presencia de la ciclovía. Son varas flexibles, generalmente fluorescentes, que -según explicó Inthamoussu- se colocarán en los cruces peatonales y donde haya paradas de transporte público, “para reforzar la separación física”. Si un vehículo chocara contra ellas, se moverían pero no ocasionarían daño.

Cuestionamientos

Los colectivos de ciclistas se han manifestado en redes sociales de diversas formas, aunque básicamente coinciden en dos aspectos: la ciclovía es necesaria, pero debe estar separada del resto de la calle para brindar más seguridad, y tiene que enmarcarse en un plan integral de movilidad sostenible, acompañada de otras acciones tendientes a disminuir el tránsito motorizado individual.

El colectivo Ciudad Abierta, uno de los convocados por la Intendencia de Montevideo en la etapa previa al anuncio para conocer su opinión, contó en un documento cómo fue ese intercambio y qué se tomó en cuenta de sus planteos. Para la agrupación, “urge revisar que los autos puedan seguir circulando por 18 de Julio”.

Sin embargo, subraya que el objetivo de una ciclovía debe ser que su diseño “atraiga nuevos usuarios”, pero el que se plantea “difícilmente lo haga”, ya que está “en el medio de la avenida, angosta, sin separación física firme”.

Por su parte, Inthamoussu discrepó con quienes han cuestionado la seguridad vial de la propuesta. Y lo ha hecho después de haber barajado varias opciones puertas adentro del Palacio Municipal. “En esta solución, la seguridad es de altísimo nivel. Hoy por hoy circulan bicicletas mezcladas en el tránsito. Ahora van a tener un espacio segregado y de forma muy segura”, dijo.

Asimismo, consideró que esta propuesta sí puede incentivar el uso de las bicicletas como medio de transporte, aunque el gobierno departamental tiene presente que no será un cambio de la noche a la mañana.

Durante la administración del exintendente Daniel Martínez, entre 2015 y 2020, se evaluó un plan de refaccionamiento de la avenida 18 de Julio. Se preveía el ensanchamiento de las veredas, prohibir la circulación de vehículos particulares y taxis, que solo transitara una línea de ómnibus céntrica y sumar una ciclovía en el centro de la calzada, tal como se propone ahora. No obstante, la iniciativa quedó por el camino tras la oposición de varios actores, entre ellos, el presidente de Cutcsa, Juan Salgado.

Ahora -tras los reclamos de los ciclistas, pero sin referirse a Martínez-, el actual director de Movilidad señaló que “a veces el proyecto ideal queda en una carpeta porque es demasiado ambicioso”. Por eso, dijo, se procuró hablar con los comerciantes del Centro, las empresas de transporte y los colectivos de ciclistas antes de hacer pública la propuesta. “En general, cuando tenés que administrar, tenés que contemplar. Lo veo como una forma de buscar equilibrios”, dijo.

La comuna evalúa “compensar” la pérdida de lugares de estacionamiento. “No puedo dar aún demasiada información. Estamos analizando los estacionamientos en las transversales y en cuáles de ellas podemos cambiar el ángulo de estacionamiento, que permite ganar plazas”, comentó el jerarca.

Además

No descartan bajar el límite de velocidad

Pese a que el incentivo de utilizar la bicicleta como medio de transporte parece imponerse en las grandes ciudades del mundo, a nivel nacional hay una serie de carencias. Por ejemplo, al no contar con matrículas y al no haber un requisito de sacar licencia de conducir, es imposible multar o siquiera anotar posibles infracciones. “Tenemos un debe en el país entero. No tenemos forma de fiscalizar a peatones o ciclistas”, reconoció Inthamoussu.

Tampoco los ciclistas tienen límites de velocidad, aunque de un tiempo a esta parte en algunas calles con alta densidad de ciclistas se redujo el límite a 30 kilómetros por hora para el resto de los vehículos. Esto se hizo “con el fin de promover la convivencia circulatoria con las bicicletas”, según comunicó el Observatorio de Movilidad de Montevideo de diciembre de 2022.

Ante la consulta de si se reducirán los límites de velocidad en 18 de Julio y San José, por donde pasará la ciclovía y donde el tope es de 45 kilómetros por hora, Inthamoussu respondió: “Puede ser parte del ajuste. No está definido del todo, lo estamos estudiando”.

Según informó El Observador a partir de los datos de la Unidad Nacional de Seguridad Vial, desde 2019 a la fecha ha habido 55 accidentes que involucraron a ciclistas en la céntrica avenida. Las heridas fueron leves en 50 de esos casos, mientras que en los cinco restantes fueron graves.

Pedro Brito del Pino, referente de Masa Crítica, una organización que hace recorridas por la ciudad reclamando infraestructura para las bicicletas, cuestionó varios aspectos del proyecto, como que “no invita a nuevos usuarios”. Aunque reconoció que la ciclovía sería “un poco más segura” para quienes ya circulan por la avenida, debiendo andar entre los ómnibus, los taxis y los autos haciendo zigzag.

En tanto, según supo El País, el anuncio sorprendió en el gobierno, ya que desde hace meses se está analizando una iniciativa privada para el transporte de pasajeros desde Ciudad de la Costa (Canelones) a la Ciudad Vieja, mediante un tranvía, que en parte involucra a la avenida 18 de Julio.

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