El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) e Inefop presentan este jueves los primeros resultados de un convenio de capacitación para personas privadas de libertad, que tiene como objetivo a 2.000 reclusos. El 85% de los cursos ya comenzaron, y los organismos esperan firmar un nuevo acuerdo en las próximas semanas.

Durante el evento de presentación de los avances, que se realizará a las 14:00 horas en la sede de Inefop, se mostrarán los datos primarios de este convenio firmado en 2023, y que ya se encuentra en marcha casi en su totalidad, además de testimonios de privados de libertad beneficiarios.

Hasta el momento son 1.715 los reclusos de 25 cárceles del país —queda por fuera únicamente la Unidad N°8 Domingo Arena— que ya iniciaron con distintas capacitaciones dentro de los 133 cursos planificados.

Se trata de 855 que se están formando o ya culminaron sus estudios en habilidades transversales y digitales, 750 en "temáticas específicas de doble perfil" y 110 en un convenio con UTU, que abarca cursos como galletería y de obra seca. A su vez está pendiente la firma de un convenio con el Fondo de Capacitación de la Construcción (Focap) por el que otros 285 privados de libertad se formarán en oficios vinculados a la construcción.

Además, 100 docentes fueron capacitados para dictar un curso llamado "Despegue Digital". En total, la inversión de Inefop ha sido de $37.759.385 y se espera que supere los $40 millones al cerrar el acuerdo con Focap.

Para ingresar a estos cursos, los presos se anotaron en una "bolsa de trabajo y estudio", y luego personal del INR se encargó de seleccionarlos teniendo en cuenta su conducta y otros aspectos. Al finalizar el plazo de aprendizaje, se les entregará un diploma certificando su conocimiento.

Sumado a esto, Inefop prevé que para el final de este convenio, que culmina en 2025, se realicen 50 acreditaciones. Esto significa validar oficialmente a través de pruebas un conocimiento previo que ya poseían los beneficiarios. "Por ejemplo, alguien que ya sabía de panadería porque trabajaba en una y aprendió el oficio", explicaron desde Inefop a El País.

"Todos atentos que voy, eh", anunció Miguel Pérez, de 30 años, a sus compañeros que trabajan en la huerta del Módulo 1 de la cárcel de Canelones. Algunos de ellos participaron en la filmación de un video explicativo que será presentado este jueves por Inefop, y del que El País presenció parte de su filmación en los centros penitenciarios.

En conversación con El País varios coincidieron en que además de la capacitación en los oficios están aprendiendo a "convivir y relacionarse con otros que tienen una visión distinta, compañeros y funcionarios". "Tengo la esperanza de mañana salir y que esto me ayude a conseguir un trabajo, porque no es lo mismo ir sin nada que mostrar un diploma", dijo Álvaro, otro de los presos que participó del video.

La otra parte de la filmación se realizó en el taller de costura de la cárcel de mujeres, ubicada en Colón, que ya tiene nueve años desde sus inicios.

Mientras un grupo de mujeres trabajaba las distintas telas, tres privadas de libertad observaban a pocos metros de distancia. Eran de la división de mantenimiento edilicio, otro de los grupos que se capacitan por convenio, y contaron a El País que se dedican a tareas de "construcción, albañilería y sanitarias".

Por otra parte, Rosalía, oriunda de Salto y en prisión hace dos años y medio, es una de las privadas de libertad que tiene la intención de emprender al cumplir su pena. "Abrir un taller de costura requiere capacitarse", dijo y contó que también espera "ayudar a otras compañeras cuando salgan, para que tengan a donde ir". "Esto puede parecer poco, pero para nosotras es un montón", concluyó.

Foto: Agustín Carballo