Redacción El País
El ministro del Interior, Nicolás Martinelli, presentó este viernes ante la Comisión Permanente del Parlamento el estado de situación de la seguridad y los ejes de su gestión, entre los que se destacan tres medidas para intentar bajar la violencia y los homicidios: “interruptores” en dos zonas de Montevideo, un sistema que permite la identificación de disparos y acelera la respuesta policial, y la creación del Departamento de Homicidios.

“Todos los delitos han bajado” en 2023, “los homicidios con respecto a 2019 han bajado un 3%, con respecto al 2022 solamente un homicidio menos (382 asesinatos), por eso insisto que es el tema que nos preocupa y mucho y por eso está dentro de los tres ejes de nuestra gestión”, dijo el ministro. Los otros dos ejes son narcotráfico, sobre lo que pidió la reserva de la sesión para informar a los parlamentarios, y tecnología.

En cuanto a homicidios, destacó que en marzo la cartera pondrá en marcha un programa coordinado por equipos de “mediadores, interruptores y técnicos” bajo organización norteamericana Cure Violence. Este viernes se abrió oficialmente el llamado para contratar a las organizaciones de la sociedad civil que deberán tener experiencia en los barrios en que se implementará, informó el coordinador de Estrategias Focalizadas de Prevención Policial del Delito Programa Integral de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Diego Sanjurjo, quien agregó que el trabajo se focalizará en dos zonas de Montevideo: la primera zona abarca Peñarol, Casavalle, Manga, Marconi, Las Acacias, Villa Española; y la segunda, Casabó, La Paloma, La Teja, Tres Ombúes y Cerro Norte. Siete organizaciones expresaron su interés en participar del proyecto y otras lo expresaron de forma informal.

“Esta medida cuenta con el apoyo explícito y público de los tres fiscales de homicidios de Montevideo”, destacó Sanjurjo.

En segundo lugar, Martinelli informó sobre “Shotspotter, una herramienta de detección temprana de disparos”: “Si bien es primario el resultado, quería compartir algunos adelantos: se han detectado 202 disparos en dos cuadrantes, uno de cinco kilómetros cuadrados (km2), y otro de siete km2, donde están ubicados estos micrófonos que calculan la ubicación exacta de dónde produjo el disparo, en tierra o arriba de un edificio, y eso permite que la Policía pueda concurrir de forma más rápida”.

“Hay estudios internacionales que dicen que cerca del 89% de los disparos de arma de fuego no se reportan al 911, entonces esta herramienta nos permite llegar en tiempo para detener personas que hicieron uso de un arma de fuego, incautar vehículos, pero sobre todas las cosas víctimas trasladadas por los funcionarios policiales. En dos oportunidades se transportaron a personas heridas y derivadas a los respectivos hospitales y esto nos permitirá salvar alguna vida”, destacó Martinelli, quien aclaró que lleva “un mes de vigencia, pero con resultados muy optimistas”.

El ministro dijo que “en lugares de 300.000 y 100.000 habitantes se ha logrado bajar hasta 15% los homicidios”, mientras que “en otros casos hasta 50% el uso de armas de fuego”, por lo que es “una herramienta más que bien valorada” por la cartera.

Foto: Leonardo Mainé

En tercer lugar, el ministro destacó la creación en agosto de 2023 del Departamento del Homicidios, dependiente de la Dirección de investigaciones de la Policía Nacional, y le cedió la palabra para explicarlo al director de la Policía Nacional, José Azambuya, quien aseguró que desde su implementación, entre setiembre y diciembre, se ha logrado una mayor efectividad en el avance de la investigaciones.

Azambuya informó que es una unidad especializada con “el fin de centralizar la investigación y fortalecerla desde el punto de vista profesional”. De esta manera, “se descongestionó” a la Jefatura de Policía de Montevideo, para que se dedicara a los combatir los delitos contra la propiedad y liberándola de la investigación de homicidios. El jerarca policial explicó que “tiene alcance nacional, aunque está enfocado en Montevideo”, donde se buscaba “mejor relacionamiento con los fiscales de homicidios”.

“Se crearon tres grupos de trabajo, uno para cada fiscalía de homicidios (de Montevideo), con un jefe a su cargo, oficiales del caso y personal que mantienen ese relacionamiento mientras los fiscales están de turno, bajo la supervisión permanente de esos fiscales”, dijo el director de la Policía Nacional. Esto permite “un seguimiento mejor en el análisis e intercambiar la información y la estrategia con los fiscales”. Los recursos humanos “están focalizados”, subrayó.

Del 1º de setiembre al 31 diciembre de 2023 trabajó en 77 homicidios y el primer balance de Azambuya es positivo, porque la tasa de homicidios aclarados desde setiembre es de 53%, un 32% de esas investigaciones están avanzadas (“están plenamente identificados los autores, pero es necesario tener elementos materiales suficientes o que sean representativos de la participación de ellos en los hechos”), y “solamente 11% pendientes”.

“Si bien es poca la lectura en estos meses, el objetivo de que el Departamento lograra mayor efectividad en el esclarecimiento de los homicidios hasta ahora lo hemos logrado”, destacó.

Martinelli dijo que esto “es uno de los cambios más importantes introducidos para bajar los homicidios y está dando buenos resultados, y ha generado una buena dinámica con los fiscales de homicidios”.

Foto: Leonardo Mainé.

“La buena noticia es que están focalizados en determinados barrios” los homicidios, dijo en radio Sarandí el ministro Martinelli en diciembre, y destacó que esto permite políticas focalizadas. “Hay una concentración en algunas seccionales o barrios, una focalización, sobre todo de aquellos homicidios vinculados a la lucha entre las bandas criminales, y eso tiene que ser una oportunidad para que la Policía pueda trabajar de forma focalizada”, dijo este viernes en el Parlamento.

El ministro dijo que lo reiteró, porque generó “algún tipo de polémica”, citó un trabajo académico presentada por el ministerio el año pasado vinculado a la etimología de los homicidios en la última década en Uruguay y uno de los posibles programas para reducir esos homicidios los académicos mencionan la clave de focalizar los esfuerzos en tres sentidos: hacia los tipos de homicidios más preocupantes, hacia las áreas o territorios de mayor incidencia, y hacia los grupos de mayor riesgo o victimización.

“Dentro de lo malo, es una oportunidad que tenemos también aterrizar el Estado, los diferentes ministerios, y las diferentes políticas de represión en esos lugares donde más se necesitan para poder bajar los homicidios”, agregó el ministro.

El 50% de los homicidios son por enfrentamiento entre grupos criminales, 19% por altercados espontáneos, 13% violencia intrafamiliar, 8% motivos desconocidos, 7% rapiñas, copamientos o similares, y 3% otros motivos. Martinelli reconoció que la cantidad de crímenes vinculado a rapiñas aumentó con respecto a 2022, “sigue siendo bajo en términos comparativos si miramos la línea del tiempo con el año 2012 a la fecha”, y agregó: “Aquí no hay que descuidarse”.

“Tenemos una estrategia innovadora y un gran equipo”, concluyó Martinelli, antes de agradecer a “toda la Policía Nacional”.