Por Eduardo Barreneche
Con el atardecer como fondo, pantallas gigantes, varios centenares de personas y la plana mayor del gobierno, la multinacional belga, Katoen Natie, anunció ayer en un evento que hará una inversión histórica en el puerto de Montevideo: US$ 600 millones.
Según lo señaló el presidente de la Terminal Cuenta del Plata (TCP), Karl Hust, se trata de un desembolso prioritario para el grupo Katoen Natie. La multinacional también invirtió en logística y en la agropecuaria, entre otras actividades en Uruguay.
En su discurso realizado en el evento, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, recordó que el proceso de modernización del puerto de Montevideo es un relato que comenzó en la década de los noventa con la Ley de Puertos y siguió con la subasta de la terminal especializada de contenedores. “Hasta hoy gobernaron tres partidos, coaliciones y siempre que se cumplieron (los contratos), se avanzó. En los últimos momentos en que no se avanzó, fue cuando no se cumplió por una de las partes”, señaló el primer mandatario.
De esta forma, Lacalle Pou aludió a la administración pasada del Frente Amplio que no adjudicó la terminal especializada de contenedores a Katoen Natie pese a que esta había ganado un llamado. Ello expuso al país a un juicio internacional. El conflicto se zanjó con un acuerdo entre el gobierno actual y Katoen Natie.
En su discurso, Lacalle Pou recordó que dos o tres años antes de las elecciones pasadas (2019) sucedió algo que “nunca es bueno” y “es cuando se cambia cooperación por conflicto”.
Reiteró que, en lugar de una relación de cooperación y de participación en una empresa, se optó por el conflicto.
“Tanto se cambió por el conflicto que una empresa familiar (Katoen Natie) manejó la posibilidad de vender (la filial uruguaya) y de iniciar un juicio. Eso era lo que estaba pasando”, señaló el presidente.
En aquel momento, Lacalle Pou era senador del Partido Nacional y le interesaban los temas logísticos y portuarios.
Recordó que sabía que Karl Hust, el presidente de la Terminal Cuenca del Plata, se había arraigado en Uruguay -sus dos hijas son uruguayas y belgas-. Por eso, relató ayer, se dirigió hacia su casa para tratar de buscar una solución al conflicto. “Yo sabía que estaba toda la familia Hust allí”, sostuvo Lacalle Pou en alusión a que en la vivienda se encontraban el CEO de la multinacional, Fernand Hust y su esposa.
En una suspensión momentánea de la reunión, Lacalle Pou vio por una ventana de la cocina de la casa unas cañas y unos tomates en un patio. “Estos belgas se quedan. Si están plantando es que van a seguir”, pensó según dijo ayer en su discurso.
¿Cómo se destrabó el conflicto entre el Estado y Katoen Natie? Lacalle Pou dio una explicación: “Hacía falta ponernos de acuerdo. Sacamos la parte del conflicto. La cambiamos por cooperación. Utilizamos leyes del gobierno que salía (Frente Amplio). Por ejemplo, la extensión de la concesión (hasta 2081), llegamos a un acuerdo y establecimos tarifas bajas” para la carga y descarga de contenedores.
Para el primer mandatario, la inversión de Katoen Natie “es buena”. “No solo va a traer trabajo, no solo va ayudar al Uruguay productivo sino que nos permitirá, en este mundo tan incierto, tener la confianza y la certidumbre de mirar a largo plazo”, dijo.
El grupo Katoen Natie es una multinacional que opera en 36 países en cinco continentes. En ella trabajan más de 17 mil personas. Cuenta con 400 unidades operativas distribuidas en 150 terminales y plataformas logísticas en todo el mundo.
Inversión histórica
Las obras anunciadas ayer por Katoen Natie triplicarán la capacidad del puerto montevideano, ya que se sumará una segunda playa de contenedores de 22 hectáreas y se construirá un segundo muelle de 730 metros que dará lugar a dos nuevos puestos de atraque para los buques de mayor tamaño en el mundo. Los portacontenedores actuales alcanzan los 400 metros de eslora (largo) y son los más solicitados por los operadores.
Durante el evento de la víspera, Karl Hust realizó una comparación entre el puerto de Montevideo y su rival en la región, Buenos Aires. Agregó que el puerto de Montevideo está solo a 58 kilómetros del océano, mientras que Buenos Aires tiene que dragar un canal de acceso de casi 300 kilómetros. Hoy, señaló, Montevideo posee un calado (profundidad) de 13 metros y en un futuro cercano tendrá 14 metros, en tanto que Buenos Aires jamás logrará un calado mayor a 10 metros.
“Eso significa que los barcos pueden llegar (a Montevideo) cada vez más cargados, cosa impensable en Buenos Aires”, explicó Hust.
El presidente de TCP también comparó el clima benigno de Montevideo con otra terminal rival, Río Grande (Brasil). Tras reconocer que cada tanto Montevideo sufre de sudestadas o pamperos, Río Grande debe cerrar su puerto un promedio de 45 días al año por tormentas.
Con la decisión del Estado uruguayo de especializar las terminales mediante privatizaciones, Montevideo “pasó de ser un puerto sucio a ser el más eficiente de todo el continente”.
Según Hust, el puerto capitalino movía apenas unos 100.000 contenedores al año en 2000 y pasó a casi un millón de contenedores al año en 2022.
En otro tramo de su discurso, el presidente de TCP dijo que, al finalizar las obras proyectadas por Katoen Natie, se movilizarán tres millones de contenedores. Se trata, agregó, de la capacidad entera del puerto de Buenos Aires. “El hermano enano va a pasar a ser el hermano grande”, vaticinó el jerarca de TCP.
Por su parte, el CEO de Katoen Natie, Fernand Hust, recordó que el proceso de modernización del puerto de Montevideo, que permitió el ingreso de inversiones privadas. Comenzó recordando iniciativas del entonces presidente Jorge Batlle (Partido Colorado) y su ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, y repasó la Ley de Puertos impulsada por el presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995). Agregó que se llegó a la época actual con una sociedad entre el Estado uruguayo, a través de la Administración Nacional de Puertos (20% de las acciones), y Katoen Natie (80%).
Tras agradecer al “equipo profesional” que dirige la ANP, el empresario belga señaló que, esa sociedad concretada en la Terminal Cuenca del Plata, generó que Montevideo tenga el puerto “más eficiente” y “productivo” de América del Sur.
“El tren debe llegar a la Terminal Cuenca del Plata”
El ministro de Transporte, José Luis Falero, afirmó que el gobierno actual tuvo un “rumbo claro” con respecto al puerto de Montevideo. Y recordó el compromiso de su antecesor en la cartera, Luis Alberto Heber, de “tomar la posta” y concretar la posibilidad de una inversión récord en el puerto capitalino. “Hoy la estamos disfrutando en sus comienzos. Y para eso, (Heber) tuvo que revisar y readecuar un contrato a la necesidad de la inversión como suele suceder. Si queremos que la inversión sea mayor tenemos que posibilitar que el empresario apueste, crea y tenga la seguridad de recuperar su inversión”, dijo.
Falero afirmó que se trata de una “estrategia país” para que las “cosas sucedan antes” de que si las obras fueran financiadas por el propio Estado.
“También eso marcó un hito y fue un acierto. Quizás algunos (por el Frente Amplio) no lo lograron entender. Pero creo que lo que se demostró este día (los anuncios de Katoen Natie) nos marca el acierto de esa decisión”, señaló el titular del MTOP.
En otro tramo de su discurso, Falero afirmó que, para desarrollar el puerto de Montevideo, es importante la reactivación del ferrocarril. “El tren arribará a la planta de UPM y nuestra ambición es que también llegue a la Terminal Cuenca del Plata”, sostuvo.