El legislador y profesor de Historia José Carlos Mahía, del sector Asamblea Uruguay, fue el elegido por Yamandú Orsi para encabezar el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) a partir de marzo de 2025. En entrevista con El País, uno de los referentes educativos del Frente Amplio marcó que tiene en mente quién debería presidir la ANEP, así como que se debería pagar un bono de $ 2.500 a padres de alumnos de la educación pública en el primer semestre, revisar la marcha de la reforma educativa, trabajar para intentar bajar el “dramático” nivel de inasistencias escolares y hasta rever la prueba Docente Acreditado, que sigue generando polémica.
-¿Cuál fue su primera impresión cuando le confirmaron que sería ministro?
-Alegría y sentir también la responsabilidad de que es un cargo estratégico en un gobierno de izquierda, porque abarca áreas claves como la educación, la cultura e indirectamente, la justicia.
-¿Cuándo se enteró?
-Una semana antes tenía la información de que mi nombre era aceptado. Creo que a nivel de un ministerio es donde mi trayectoria puede aportar más.
-¿Cuáles serán sus prioridades en el MEC?
-Con la primera infancia se buscará ampliar la cobertura, con la meta de llegar al 100% de niños de hasta tres años con acceso a la educación. Segundo, tomar medidas para mejorar la presencialidad en las aulas, que ha caído mucho, y es dramático. Tercero, trabajar en el complemento de psicólogos y trabajadores sociales en los centros. Cuarto, la universidad de la educación, que el país merece. Y tener un presupuesto que sustente los objetivos. Cuando Yamandú hablaba de la revolución de las cosas simples e ir hacia un pacto nacional educativo, político y social, se refería a objetivos concretos.
-¿Cuáles son los cambios que la gente va a observar en el primer año de gobierno?
-El punto es que muchas cuestiones vamos a tener que articularlas con ANEP. Y la clave va a ser no errarle al equipo de ANEP. El primer año va a estar pautado por el presupuesto actual. En ese marco, lo primero que se va a implementar son las medidas que anunció Yamandú en Colonia.
-¿Dar un apoyo de $ 2.500 a las familias que envían sus hijos a la educación pública en el arranque de las clases?
-Es de las primeras cosas que deberíamos implementar.
-Pero va a coincidir su llegada con el inicio de clases...
-Por eso, yo quiero ver lo práctico en esto.
-¿Se puede pensar que en el primer semestre de 2025 los padres tendrán este bono?
-Es esperable que eso sea así. Es una prioridad.
-¿Es posible dar esta partida con el presupuesto actual?
-Por eso lo dije en forma condicional. No es solo el tema del presupuesto actual, sino de qué país nos van a entregar tanto en materia económica como financiera.
-¿El MEC buscará tener más incidencia en las políticas de ANEP que lo que pasa ahora?
-No. El MEC tiene un rol orientador y representa a la educación pública en el Parlamento. Creo profundamente en la autonomía que tiene que tener la ANEP. La consistencia se tiene que dar a la hora de elegir los equipos y compartir los objetivos, pero cada uno tiene sus competencias.
-¿Quién quiere que presida ANEP en el futuro gobierno?
-Lo tengo en mi cabeza, pero no se lo puedo decir.
-¿Resta negociar con Orsi?
-Quiero conversarlo primero con el presidente electo.
-Suenan los docentes Pablo Caggiani y Gabriel Quirici para presidir la ANEP. ¿Está entre esos dos nombres?
-Son dos grandes nombres que tienen que estar en cargos de responsabilidad. Pero no lo tenemos definido.
-¿El FA buscará que una silla del Codicen sea para un dirigente de la oposición?
-No está definido, yo personalmente entiendo que no. Pero va a ser Yamandú quien tenga la última palabra.
-Con el afán dialoguista de Orsi, ¿cree que pueden estar figuras de la oposición?
-Hay que ver en cuáles organismos y de qué manera. El presidente Luis Lacalle Pou entregó 34 lugares, por todo concepto, en su gobierno.
-¿El FA le había dado un número mayor a la oposición?
-Sí, y en algunos lugares no participó el FA. Por ejemplo, en educación, a nivel de Codicen, el FA no estuvo.
-¿Qué se cambiará de la “transformación educativa”?
-El FA no carga con la mochila de prejuicios en cuanto al origen de las propuestas. Entiendo que el año que viene va a haber una evaluación a fondo, se ajustará todo aquello que haya que cambiar. No venimos con vocación refundacional, sino con la idea de cambiar sin miedo, y mantener sin miedo lo que haya que mantener. El FA tiene el legítimo derecho, porque ganó las elecciones, de establecer los cambios que entienda. Lo vamos a buscar en función de intentar llegar a consensos.
-¿Qué le gustaría cambiar?
-Primero, la forma de implementación. Cualquier cambio educativo que no involucre a los actores educativos está condenado a fracasar.
-El oficialismo ha insistido que le dio voz a los docentes desde el debate por el marco curricular hasta en las ATD...
-Las ATD se pronunciaron 97% en contra de la reforma educativa. Si tenés ese porcentaje de los docentes que se pronuncia en contra, y seguís de largo como si nada, estás cometiendo un grave error.
-En ese afán del FA de darle voz a los docentes, ¿cómo se modificaría esto?
-Lo primero es la participación en consejos desconcentrados. Nos comprometimos en el programa y lo vamos a proponer. Tenemos que lograr la mayoría en ambas cámaras, que espero se logre. Esto no significa, porque han sido muy maniqueístas desde el gobierno, que los sindicatos van a mandar. No, es eso. Es que el FA respeta a los sindicatos, se entiende que tienen su rol, aunque quien va a gobernar es el gobierno electo, con una actitud de diálogo fluido.
-También el FA propuso convocar a un congreso nacional de educación.
-Eso se va a hacer, pero la idea central es que no sea un lugar donde nada de lo que suceda se escuche; ni que sea un lugar donde se pretenda dirigir a la educación pública desde allí. Ni una cosa, ni otra.
-La reforma cambió desde la malla curricular a los diferentes programas, ¿qué se priorizará modificar?
-Hay que analizarlo con nuestros especialistas. Nos va a venir muy bien el 2025 para analizar a fondo todo, porque va a ser el primer año en que se pondrá en marcha toda la reforma. Nosotros les dijimos a las autoridades por qué no empezaban como con el Plan Ceibal, paulatinamente. Quisieron ir por este camino, y el problema es que empezaron tarde.
-Tuvieron la pandemia…
-Sí, pero pudieron haber hecho todo el marco teórico durante ese tiempo.
-En cuanto a la repetición, ¿usted está a favor de mantener la modalidad actual?
-No tengo preconceptos sobre ello. Me gustaría tener una sólida evaluación. La repetición no tiene que ser un castigo. Ha habido, indirectamente, un mensaje de aflojamiento de la importancia de la educación hacia las familias.
-¿Cómo se revierte la inasistencia a las aulas?
-Hay que mejorar la gestión en materia de educación y utilizar herramientas. Ceibal va a jugar un rol muy importante.
-¿Se hará por allí un seguimiento de las faltas?
-Sí, y un monitoreo del sistema en general. Sin enamorarnos del “yo tengo la verdad en el puño de mi mano y yo vengo a solucionar todos los problemas”. Los cambios estructurales significan consensos en los sistemas políticos y los actores de la educación, y llevan tiempo.
-¿Con las faltas se debería ser más punitivo?
-Por eso decía que quizás el mensaje en ese sentido no fue bueno hacia las familias.
-¿Se seguirán quitando asignaciones a quienes no envíen sus hijos a estudiar?
-Eso ya se intentó y fracasó. Yo no lo veo desde ese lugar. No lo voy a adelantar, pero lo veo más como el Estado en su conjunto hace un esfuerzo para revalorizar la educación pública en la sociedad y ayudar a que las familias se sientan con estímulos para que sus hijos no sólo vayan a la educación, sino que permanezcan.
-¿Qué va a pasar con la prueba Docente Acreditado?
-Nosotros no estamos de acuerdo con ese sistema. Y seguramente es algo a revisar.
-¿El FA la podría quitar?
-Es una decisión que tomó esta administración y con la que el FA siempre discrepó. Que alguien obtenga el título universitario en forma administrativa, eludiendo una calidad académica acorde a lo que debería ser un título universitario, no lo compartimos.
-¿Usted buscará suprimir la prueba en cuestión?
-No es el camino que nosotros entendemos que debería seguirse en una administración frenteamplista.
-Y en el caso de las pruebas que se realicen en febrero de 2025, y se obtenga una certificación, ¿se respetaría?
-Hay que ver en qué queda…
-Se presentó un recurso de inconstitucionalidad, desestimado. ¿Qué se va a plantear?
-Prefiero no adelantarlo. Simplemente digo que nunca compartimos este camino desde que se esbozó en el presupuesto de 2020. Yo no lo veo bien, insisto, que administrativamente se otorguen títulos universitarios en el Uruguay de la forma en que está planteado.
-¿Qué solución ve el FA para aquellos docentes en ejercicio que buscan el título?
-El título tiene que tener un correlato de formación académica que hoy no está.
-Usted habló de la Universidad de la Educación. ¿Por qué es importante para Uruguay?
-Uruguay merece tener a docentes con título universitario. Creo que están dadas todas las condiciones. No le hemos encontrado la vuelta.
-No se aprobó años atrás...
-Todo tiene su tiempo. En determinado momento no lo logramos. Tenemos que buscar un camino de acuerdos.
-¿Por qué sumar una nueva institucionalidad?
-A mí me hubiese gustado en su momento que se hiciera una facultad dentro de la Udelar, pero esto suponía otro tipo de trabas. Voy por el camino de intentar construir. Vamos a ver hasta dónde llegamos.