Redacción El País
Al igual que lo había hecho en la primera vuelta de octubre, el candidato a presidente Yamandú Orsi se estacionó sobre las 18:45 horas en las inmediaciones del NH Columbia, adonde asistió para esperar los resultados del balotaje de este domingo.

El frenteamplista ya había elegido como locación ese hotel, ubicado sobre la Rambla de Ciudad Vieja, llegado el momento de conocer la votación del pasado 27 de octubre. Lo había hecho acompañado por los principales dirigentes de la coalición de izquierda, entre ellos la candidata a vicepresidenta Carolina Cosse, quien permaneció a su lado. A su vez, estuvo presente el empresario Juan Carlos López Mena, dueño de Buquebus, quien dijo haber sido invitado por el "señor Orsi".

Para esta ocasión, con motivo de la segunda vuelta, el presidenciable le "copió" la idea de asistir a ese mismo lugar y le sumó una particularidad a su elección: aguardar en la habitación 616, casualmente la misma que eligió en 2009 José Mujica cuando fue electo presidente.

Foto: archivo/El País.

En aquella ocasión, el ahora expresidente expresó que no tenía "cabalas" y que iba a estar rodeado por otros dirigentes del Frente Amplio en las salas contiguas a su cuarto del primer piso de hotel.

“Ni vencidos, ni vencedores… Apenas elegimos un gobierno que no es dueño de la verdad y que los precisa a todos”, declaró en su momento, en una jornada que estuvo salpicada por la presencia de la lluvia.

A la costumbre de Mujica, que dio buenos resultados en filas frenteamplistas, el candidato le suma otras cábalas ya conocidas por el electorado más cercano.

Foto: El País.

Una de ellas la aplicó este mediodía, cuando almorzó con el exintendente de Canelones Marcos Carámbula. A la salida, bromeó con que hablaron más de fútbol que de política y que la reunión fue corta porque su familia lo esperaba en su casa, donde aún tenían comida de la celebración de cumpleaños de sus hijos mellizos este sábado.

En su día, Orsi ya había revelado que llevaba siempre como recuerdo la boina de su padre. Según contó, era "un veterano" que andaba "siempre de boina".

Curiosamente, el día de las últimas elecciones internas coincidió con el cumpleaños número 91 del hombre, por lo que el entonces precandidato del Frente Amplio acudió al cementerio luego de votar.