Redacción El País
Todos los proyectos de rendiciones de cuencas desencadenan escenarios de confrontación en múltiples direcciones. Son momentos en que se redistribuyen recursos cuando la manta nunca es larga y deja a muchos destapados. Son instancias que suelen poner a prueba la unión del oficialismo. Al embate de los reproches de la oposición y de los sindicatos, se le suman las tensiones propias en el gobierno.

Pero hace tiempo que se sabe que la Rendición de Cuentas de este año es diferente a las anteriores, y por más de una razón, anclada en la particular coyuntura que atraviesa este gobierno y el país.

En primer lugar, a horas de recibir la primera visita formal del equipo económicos encabezado por la ministra Azucena Arbeleche -estará hoy lunes con los diputados de la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda- los legisladores del oficialismo son conscientes de que toda discusión vinculada a lo presupuestal estará indefectiblemente marcada por la emergencia hídrica declarada semanas atrás. “El escenario de adversidad que atravesamos es muy complejo -reflexionó en diálogo con El País el diputado blanco Sebastián Andújar. Es similar al que hubo con la pandemia, por lo que va a requerir de un esfuerzo muy importante de las arcas del Estado para nutrir el Fondo de Emergencia que recién votó el Parlamento”.

En segundo término, los representantes del Partido Nacional, del Partido Colorado, del Partido Independiente y, sobre todo, de Cabildo Abierto, tienen bien presente que el relacionamiento interno del oficialismo ha pasado por una infinidad de episodios de disputas, desencuentros y conflictos que llevaron las cosas hasta las últimas consecuencias. Lo último se vio durante la interpelación al ministro Luis Alberto Heber a fines de junio, con la bancada cabildante presentando una moción propia con críticas a la gestión del Ministerio del Interior, que fue aprobada con los votos del Frente Amplio.

Por eso el clima reinante en este momento en el oficialismo es de mesura a la hora de presentar los planteos, para evitar nuevos cortocircuitos que terminen implosionando todo, ya por una cuestión de acumulación. “El espíritu del Partido Nacional nunca ha sido romper con la coalición; incluso es su responsabilidad mantenerla, al igual que en el resto de los partidos, en donde saben que ya existe un electorado coalicionista que es cada vez mayor”, expresó el diputado blanco Juan Martín Rodríguez, que preside la comisión que abordará el proyecto.

“Nosotros estamos tranquilos”, respondió, como atajándose de antemano, el diputado cabildante Álvaro Perrone, quien frecuentemente oficia como vocero de este partido cuando la cámara baja trata temas presupuestales, como ocurre en este caso o como sucedió con la larga discusión por la reforma previsional, tema que motivó a un fuerte enfrentamiento entre el presidente Luis Lacalle Pou y el senador Guido Manini Ríos , quienes estuvieron a punto de romper los puentes en abril.

“Aunque nos preocupa que la Rendición haya venido con poca asignación de recursos, vamos a intentar tener un diálogo interno para de alguna forma poner un bálsamo a la situación del oficialismo -siguió Perrone- que evite nuevas diferencias y así podamos todos los partidos presentar los planteos para que sean atendidos”.

Este es el clima, entonces. ¿Pero dónde estarán las discusiones? Si bien es común que en este tipo de debates los partidos terminen enfrascándose en discusiones a priori estériles e impredecibles -por un artículo menor o aislado- empieza a haber ya algunas señales sobre los primeros pedidos de cambio de una norma que, en lo esencial, plantea un incremento del gasto en US$ 20 millones para dar respuesta mediante un programa nacional a las problemáticas de la salud mental y las adicciones.

Por ejemplo, desde filas nacionalistas Andújar pedirá que los artículos vinculados a aumento de penas para determinados homicidios -y el agravamiento de aquellos vinculados al narcotráfico, que implican desmembramientos o incineración del cadáver- sean desglosados y abordados en la comisión de Constitución y Código como iniciativa aparte, debido a su “especificidad muy importante” y porque allí incluso su tratamiento puede ser “más rápido”.

En el Partido Colorado, en tanto, pedirán aumento de fondos para la ANEP de tal forma que el presidente del Codicen, Robert Silva, tenga más herramientas para profundizar la reforma educativa, señaló el diputado de Ciudadanos Jorge Alvear. Su colega Conrado Rodríguez, de Batllistas, dijo que en principio hay organismos que demandan atención presupuestal, como el Poder Judicial, la Dirección Nacional de Registros o la Dirección Nacional de Catastro.

Y el Partido Independiente tiene ya pensado un nuevo fondo a presentar y defender para ser incluido en la Rendición de Cuentas. (Ver recuadro).

Buscar herramientas y recursos para combatir la pobreza en la infancia y la adolescencia es una preocupación del Partido Independiente, que año tras año lo hace sentir en diversos planteos.

Para esta edición de la Rendición de Cuentas, el diputado de esta fuerza política, Iván Posada, ya avisó a la bancada de la coalición que propondrá la creación de un fondo específico para hacer frente a un problema que lleva décadas sin resolverse y que afecta a más del 20% de esta población. “Esto será más que nada instrumental, porque no estamos pensando en que se asignen más recursos”, señaló el diputado a El País. Porque para Posada lo relevante es que se genere una herramienta que procure “focalizar el uso de los recursos” que ya existen y tienen por destino esta problemática.

“Este es el gran tema que tiene nuestro país y, si miramos hacia adelante este es un asunto absolutamente crucial, que se relaciona con la salud, la educación, la vivienda” y la reproducción de ciclos que lleva a esta población a quedar “fuera del mercado laboral o engrosando las cárceles”, lamentó el legislador.