Redacción El País
Valeria Ripoll, desde que fue designada por Álvaro Delgado como la candidata a vicepresidenta por el Partido Nacional, ha estado en la mira por la militancia que otrora tuvo en el Frente Amplio y en particular en el Partido Comunista del Uruguay (PCU). En este contexto, brindó su definición política y aseguró que no se siente "liberal", si bien integrar la divisa blanca, a la que se unió en 2023, le genera "libertad".
"Estar en el Partido Nacional a mí lo primero que me genera es libertad. La primera palabra que siento es libertad. Soy una mujer libre, puedo opinar", expresó.
"No soy una persona liberal, tampoco soy de izquierda", dijo ante una consulta durante una entrevista en Informativo Carve. "Después de lo que me tocó vivir en el Frente Amplio, si esa es la izquierda, no soy de izquierda", apuntó.
Además, como integra el sector D Centro, dijo que ideológicamente es donde se siente "más identificada, en el centro del espectro político".
Consultada acerca de si sabe la marcha Tres Árboles, himno del Partido Nacional, respondió: "No me parece que sea lo más importante". Ripoll reconoció que su candidatura a la vicepresidencia podía causar "sorpresa" o incluso "malestar", pero afirmó que "con el correr de los días" eso se terminará.
Álvaro Delgado y los ejemplos de Herrera con Nardone y Ferreira Aldunate con Williman
Delgado, en tanto, participó de la misma entrevista y defendió la elección de su compañera de fórmula. "El Partido Nacional, desde que pasó de Partido Blanco a Partido Nacional lo que ha hecho en los momentos más importantes de su vida fue abrir las puertas con mucha generosidad, crear puentes con la sociedad, con otras miradas", describió.
"Lo hizo (Luis Alberto de) Herrera en el 58. Imaginate lo que eran las opiniones cuando Herrera trajo a (Benito) Nardone, hizo el acuerdo, le permitió ganar al Partido Nacional después de 80 años. Imaginate lo que fue Wilson (Ferreira Aldunate) en el 71 cuando puso de suplente a José Claudio Williman, cuando venía del Frente Amplio", recordó.
También mencionó "el proceso de Luis Lacalle Pou", que acercó a filas nacionalista a Graciela Bianchi, Gonzalo Mujica y Jorge Saravia, acuerdos "disruptivos" para no cerrar el partido.
La idea es "no estrictamente hablarles a los blancos sino también abrir el partido para ser puerta de entrada para mucha gente que está desencantada".