Redacción El País
La Intendencia de Montevideo (IMM) remitió a la Junta Departamental un proyecto de decreto para designar a un espacio público ubicado cerca del Palacio Legislativo con el nombre de Raúl el Bebe" Sendic Antonaccio. Se trata del espacio que se ubica en la intersección de las calles Madrid y Magallanes, que pasará a homenajear al histórico líder tupamaro.

El texto de la designación, a la que accedió El País, responde a un pedido efectuado por la "Comisión de Homenaje y Reconocimiento" a la figura de Sendic, debido a que el próximo 16 de marzo se cumplirán 100 años de su nacimiento. El lugar elegido se debe a que allí se realizaron los "campamentos cañeros" de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), organizada por Sendic a principios de la década de 1960.

La comisión describe a Sendic, fundador del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros (MLN) como un "actor de la historia de nuestro país que aportó una visión a la forma de hacer política".

El proyecto de decreto, firmado por el intendente Mauricio Zunino, da cuenta de que el Municipio B había previamente aprobado la propuesta por unanimidad. La designación fue sancionada con cuatro votos en cuatro por el concejo municipal, incluidos los concejales blancos y colorados.

También que la Unidad de Nomenclatura y Numeración de la intendencia adjuntó el informe técnico correspondiente, que da cuenta de que ese espacio no cuenta hoy con denominación oficial. Esa zona tuvo en los últimos tiempos una serie de modificaciones, sobre todo de la alineación de las calles y los predios.

La vinculación de Sendic Antonaccio con el nomenclátor de Montevideo tuvo en elpasado sus episodios de polémica. En 2004 la Intendencia había rechazado el cambio de nombre "por imposición" que había sufrido la Plaza Lafone, en La Teja. Ese lugar había sido rebautizado en los hechos en homenaje al líder tupamaro por varios grupos de izquierda radical, que llegaron a modificar los carteles identificatorios.

El argumento fue que muchos rincones del Uruguay llevaban "el nombre de esclavistas y gringos chupasangre como Lafone", y debían ser renombrados para "honrar a los caídos también en aquellos lugares públicos en los que nuestros hijos, desde muy chicos, irán aprendiendo a conocer y amar a los únicos mártires de la historia nacional: los nacidos del pueblo trabajador y abatidos por los dueños del Uruguay".

Luego de una prolongada discusión la intendencia, liderada en ese entonces por Mariano Arana culminando su segundo mandato, forzó el retorno a la situación previa y repintó las señales con el nombre original.