La noche de Delgado: el festejo con los suyos, el mensaje a la coalición y las claves para noviembre

Con un Parlamento dividido, el candidato nacionalista se presentó como el presidenciable que puede "asegurarle al Uruguay la gobernabilidad" y ya comenzó a hablarles a los que no lo votaron este domingo.

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Álvaro Delgado festeja tras conocerse los resultados
Álvaro Delgado festeja tras conocerse los resultados
Foto: Natalia Rovira

El comando deÁlvaro Delgado, reunido en la noche de este domingo en la sala de conferencias de la sede del presidenciable del Partido Nacional, había acordado esperar en silencio la primera proyección de resultados en los canales de televisión abierta. Porque para esa altura -minutos antes de las 20:30- la incertidumbre no solo era alta sino que había agotado a los dirigentes nacionalistas, cansados de todos los escenarios que las encuestas habían pintado en la previa de la elección: una paridad de bloques que, con pequeñas diferencias, alteraba sustancialmente la distribución de fuerzas en el Parlamento -un estrés que efectivamente terminó sufriendo todo el sistema político hasta altas horas de la madrugada.

El silencio se respetó, hasta que los tres monitores encendidos -cada uno con un canal distinto- mostraron al Frente Amplio con algo más del 43%, al Partido Nacional nuevamente como el más votado de la coalición -poco más del 27%, cerca de un punto menos que el indiscutido líder blanco Luis Lacalle Pou en 2019- al Partido Colorado creciendo con respecto a 2019, pero confirmando su segundo lugar en el oficialismo con un 16%, y a Cabildo Abierto cayendo a menos del 3% -algo que agradó a muchos nacionalistas, aunque en voz alta nadie quiera hoy reconocerlo.

Los más allegados a Delgado escanearon rápidamente esos números y explotaron enseguida en un grito de victoria. El candidato de los blancos se paró de la silla celebrando, y acto seguido abrazó a su esposa, Leticia Lateulade, a sus tres hijos, y luego siguió con abrazos a los dirigentes más cercanos, empezando por el diputado Martín Lema, según indicaron a El País participantes de la reunión.

La emoción se extendió a todos los referentes que estaban en los distintos espacios del segundo piso del búnker blanco, como el senador Juan Sartori, que al saludar efusivo a sus correligionarios gritaba exultante que la coalición sería ahora “favorita a ganar en el balotaje”.

No obstante, con el paso de los minutos y luego de las horas, los porcentajes de votos que iba procesando la Corte Electoral fueron conformando un panorama parlamentario indescifrable por la mínima diferencia entre bloques, lo que obligó a una rápida mesura entre los referentes blancos.

De todas formas, los nacionalistas mantuvieron las sonrisas durante toda la noche -en algún caso acompañadas por ojos húmedos y enrojecidos- siguiendo de alguna manera el mensaje que Delgado les transmitió a los suyos tras tener un escenario más o menos claro: “Trasladen con tranquilidad alegría a la coalición”.

Un actual ministro del gobierno de Lacalle Pou reconocería después a El País que, al margen de todo cálculo, los blancos se quedaron con “gusto a victoria”.

Delgado: el candidato del Partido Nacional logró rápidamente la foto junto a todos los postulantes de la coalición.
Delgado: el candidato del Partido Nacional logró rápidamente la foto junto a todos los postulantes de la coalición.
Foto: Darwin Borrelli.

La “gobernabilidad”

La espera en el búnker de Delgado fue larga porque el candidato esperó a que el colorado Andrés Ojeda terminara su discurso, y después que terminara de hablar el candidato frenteamplista Yamandú Orsi, y finalmente los dos primeros voceros del Partido Nacional, la vicepresidenta Beatriz Argimón y el senador Javier García.

Envuelto en una nube de periodistas, flashes, micrófonos y militantes desesperados, el presidenciable del partido del gobierno comenzó a caminar hacia la Plaza Varela sobre las 23:15. Y allí enunció un discurso en el que buscó, en forma explícita, posicionarse como líder de la coalición multicolor.

“Hoy me despojo de mi partido -dijo desde el escenario, luego de agradecer a todos los socios de esta alianza y a cuanto militante trabajó en este elección-. Hoy me despojo de lo que fui, de lo que soy, para subir un escalón. Paso a representar un proyecto político mayoritario en el país”.

La apuesta de Delgado fue esa: presentar a la coalición como la fuerza política más votada, con una madurez suficiente como para sacarse una “foto” con todos sus líderes en un escenario en la misma noche de la elección, y como aquella capaz de “asegurarle al Uruguay la gobernabilidad”, una virtud asentada en su capacidad de diálogo y articulación, pero también en la experiencia de haber gobernado. Una coalición que, insistió el exsecretario de Presidencia, puede ya mostrar “un equipo que está terriblemente preparado para enfrentar lo lindo y a veces no tan lindo”, como cuando en esta gestión se debió enfrentar la pandemia.

Para ganar el 24 de noviembre, Delgado sabe que tiene que reducir al mínimo la fuga de votantes, que días atrás dijo a El País tener la confianza de que sea “muy poca”.

Por eso anoche se dirigió a todos los uruguayos, le dedicó un “saludo especial” a Orsi y a los “militantes del Frente Amplio”, y remarcó que la alianza partidaria que fundó y lideró Lacalle Pou en 2019 “no es un proyecto político excluyente”. Y eso implica no solamente tener el voto de colorados, cabildantes, independientes y por supuesto que el de todos los nacionalistas, sino también -y sobre todo- el de aquellos que este domingo no apostaron por el oficialismo. A ellos les pidió “la oportunidad de ir a tocarles el timbre” para convencerlos de que él es la “esperanza”. “Queremos escuchar, sentir, estar cerca de otras sensibilidades. Y que nos den la oportunidad de gobernar para todos”, concluyó.

El primer mensaje blanco

Para las 23:00 todos los candidatos habían dado su discurso tras conocer los primeros resultados electorales. Todos menos Álvaro Delgado, quien se encontraba reunido junto con su mesa chica preparando lo que luego fue un acto conjunto entre todos los integrantes de la Coalición Republicana. Por eso, el primer mensaje proveniente de dirigentes del Partido Nacional fue de Javier García y Beatriz Argimón.

“No es un dato menor que la coalición volvió a tener la mayoría de la confianza de los uruguayos, lo que se reitera una vez más”, comenzó diciendo García, que dijo encarar lo que queda de campaña con “mucha seriedad, optimismo y serenidad”.

Por su parte, Argimón agregó que “no se trata de ya sentirse vencedores” y remarcó la necesidad de “comenzar a trabajar con la coalición de gobierno” desde este lunes. También destacó “la esperanza y la fortaleza” que consiguió este gobierno.

nueva interna nacionalista

El Espacio 40 desplazó a Aire fresco

El Partido Nacional enfrentaba varias incertidumbres en esta elección, y una era cómo terminaría configurándose su nueva geografía sectorial. Con una elección interna diferente a las anteriores -en la que Álvaro Delgado obtuvo las tres cuartas partes de su partido- comenzó desde entonces un duelo surgido desde las mismas fuerzas que trabajaron en la precandidatura del presidenciable: Aire Fresco versus Alianza País.

El sector que en 2019, al ser la plataforma de su líder Luis Lacalle Pou, fue mayoría y se erigió luego en esta administración como el “corazón del gobierno” -así se definió en esta campaña- contra una red de sectores que, de a poco, fueron conformando Javier García y Sebastián da Silva (líderes del Espacio 40), quienes fueron en busca de Alianza Nacional, la exprecandidata Laura Raffo y el diputado Sebastián Andújar -los que a su vez se sumaron al Grupo de los Intendentes.

Al cierre de esta nota, con el 97,4% de los votos escrutados por la Corte Electoral, Alianza País había llegado a los 221.176 votos, dejando como segundo sector más votado a Aire Fresco, con 210.030. Traducido en votos en el Senado, esto significa que el sector que en 2008 fundaron Lacalle Pou y Delgado tendrá tres bancas en la cámara alta -las mismas que en 2019- mientras que Alianza País logró cinco escaños. De otro lado, el Herrerismo, con más de 82 mil votos, logró mantener un senador, y El futuro es de centro, el espacio liderado por Beatriz Argimón, Valeria Ripoll y el intendente Nicolás Olivera -entre otros- se estrenará en esta cámara también con una banca.

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