Polémica por nombramiento

Blancos y colorados pusieron en duda la capacidad de la nombrada embajadora en Vietnam.

Puede ser que no tenga mucha capacidad, que no sea brillante pero es una hormiga trabajadora, labura y labura". Este fue el principal argumento del expresidente José Mujica para defender la nominación de Rosario Portell como embajadora en Vietnam, una funcionaria del ministerio de Relaciones Exteriores que no es de carrera, sino que se convertirá en el sexto caso de embajadores políticos del gobierno de Tabaré Vázquez.

Portell, que según se indicó en el debate del Senado no habla fluidamente el inglés, fue embajadora en China. En el primer gobierno de Vázquez el ex diputado frenteamplista Carlos Pita fue nombrado embajador en Estados Unidos y tampoco hablaba inglés.

Ante los embates de la oposición que se quejaba de la falta de "capacidad" de Portell para el cargo, Mujica se empeñó en defender la idoneidad de esta "vieja militante comunista", según la definió, para el comercio. "No vamos a consultar al Opus Dei, a la Masonería o a los Rosacruces para designarla. Eso deben decidir los gobiernos", remarcó.

Entonces, el senador colorado Pedro Bordaberry preguntó: "¿Habla idiomas? Me dicen que no. Hay personas más capacitadas en la Cancillería", sostuvo. Y nombró al embajador Guillermo Valles, exvicecanciller, experto en los organismos de comercio mundial en Ginebra y recientemente elogiado por el ex secretario general de ONU Ban Ki-moon. "Tenemos a Cavani en el banco y vamos a buscar una promesa", dijo.

Luego, el nacionalista Luis Lacalle Pou cuestionó el nombramiento de Portell, y dijo que "deberíamos mandar un embajador de carrera". Y si no, "el mejor" embajador político. Pero este no es el caso, aclaró. "En este caso importa su preparación. Esta persona no tiene preparación", dijo, para agregar que según las informaciones en su poder, ella "no ha tenido un desempeño encomiable. No tenemos buenos datos".

Para el oficialista Rafael Michelini, el nombramiento de Portell, que al final se aprobó por 16 votos a favor y 12 en contra, "es un acierto del gobierno".

Uno de los argumentos usados por la oposición para negar su apoyo al nombramiento fue que a Portell la apoyaban Mujica y el MPP. Pero él afirmó que no fue así: "No hablé con (el canciller) Nin para nada. Y no le pedí cargos a nadie. A Vázquez le pedí un cargo y me lo negó".

Informaciones en poder de El País indican que el canciller no estaba de acuerdo con este nombramiento y que dado lo que es Vietnam en el futuro del comercio con el sudeste asiático, hubiera preferido un embajador profesional.

Pero Mujica insistió en ella. "Hay estupendos funcionarios de carrera en la Cancillería. Y hay funcionarios que hacen la plancha. La capacitación técnica es importante pero no sustituye el compromiso con la carrera. Esto incide. Y es algo subjetivo", precisó.

Otro que se opuso al nombramiento de Portell fue el Partido Independiente. Su representante Pablo Mieres afirmó que "hay elementos que indican gestiones irregulares en negocios con Venezuela cuando fue directora en la Cancillería. Y referencias negativas en su gestión en China", sostuvo.

Al presentar la nominación de Portell, la senadora oficialista Mónica Xavier dijo que el gobierno considera que es vital el destino de Vietnam. Sostuvo que hay una expectativa comercial importante. "Vietnam tiene 96 millones de habitantes. Y en la región del sudeste asiático hay 650 millones. Para nuestra economía es de vital importancia ese país", afirmó Xavier.

Y luego reconoció que el de Portell "no es el perfil promedio de las designaciones. Es mujer, es joven, es humilde, es trabajadora. No es un hombre, no es caucásico, no es de apellido de abolengo. Ha sido designada de manera política".

Mieres le respondió que su enfoque era "impertinente" porque el cuestionamiento no tenía que ver con cuestiones de género.