Redacción El País
El expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera fue el segundo orador del encuentro anual del Herrerismo en Casa Bahía, La Paloma, Rocha, tras la apertura del tradicional evento que estuvo a cargo del presidente del Herrerismo, el senador reelecto Luis Alberto Heber. El exmandatario advirtió que “el 1º de marzo empieza una deriva socialista”, y aseguró que él y los nacionalistas defenderán “la libertad”.
Lacalle Herrera planteó que “el mundo actual se disputa entre el socialismo y la libertad”, y en ese marco destacó que el Partido Nacional es “el partido de la libertad, del individuo, del estado subsidiario y de los valores en la familia y en la enseñanza”. En alusión a anuncios de jerarcas que asumirán el 1° de marzo, agregó que “ahora se vuelve a arremeter contra la vida con la ampliación del aborto y la eutanasia”.
“Nosotros estamos del lado de las ideas del Occidente cristiano que se inició en Israel, en Grecia, en Roma, y en España y nosotros como colonia; ese es el centro del pensamiento”, expresó, y ponderó inmediatamente “el pragmatismo” y “la independencia de criterio para decir ‘acá hay un poquito más de Estado’, por ejemplo en la prevención del consumo de drogas”. En contrapartida, reclamó “menos Estado vendiendo portland”, porque sostuvo que ese rubro implica para Ancap la pérdida de “20 millones de dólares por año”, por lo que “la construcción de 20 escuelas por año se lo lleva el Portland”, un asunto sobre el que también habló Heber.
El expresidente advirtió que “los valores en el medio no se tocan”, y acotó: “Son, para quienes somos creyentes, Dios, la patria, la familia, el individuo. Después en las soluciones, pragmatismo, picardía, habilidad, sí”.
El ingreso de Lacalle Pou al sindicato
Lacalle Herrera fue consultado en rueda de prensa si ya fue invitado al traspaso de mando del presidente Luis Lacalle Pou, su hijo, al presidente electo, Yamandú Orsi, el 1° de marzo, y respondió: “No, pero espero que así sea, porque lo lindo que le mostramos al mundo es que ese día estamos todos juntos. Ahora somos tres y van a ser cuatro los del sindicato de expresidentes, porque ingresa Lacalle el 1° de marzo de tarde. Y estamos Mujica, Sanguinetti y yo ese día; si nos invitan, vamos, si no, por supuesto que no”.
También pidió “un tiempo de combate frente al relativismo que se está viviendo en todo el mundo”, porque “todo es relativo”, lo que representa “un problema filosófico que no soluciona nadie”. Al cuestionar la mirada al pasado “con los ojos del presente”, recordó que “Artigas tenía esclavos”, porque “había esclavos en su época”, lo que “hoy nos repugna”.
Levadura dentro del Partido Nacional
Lacalle Herrera visualiza “una lucha cultural”, en la que resulta importante defender “el patriotismo y los valores en la enseñanza, los programas, los profesores y la defensa de los valores nacionales y no del marxismo que va a entrar al gobierno el 1° de marzo”.
Sobre el cierre de su discurso, el expresidente entonó versos que cantaban en los primeros encuentros del Herrerismo en La Paloma: “La murguita va creciendo, la murguita ya creció”.
“Somos la levadura dentro del Partido Nacional. Queremos que el partido entero mejore y crezca, porque tenemos ideas que son muy antiguas y temporales, diría yo, y que son esenciales a la definición del partido (…) El Herrerismo es levadura, es trascendencia y es valores personales y colectivos que vamos a cuidar”, concluyó.
“Mala interpretación de la ley de caducidad y mucha injusticia”
El expresidente fue consultado por la prensa sobre la diferencia del actual gobierno con el suyo “en la interpretación de la ley de caducidad”, y respondió: “Son 30 años de diferencia. La ley de caducidad se votó justamente antes de yo ser presidente y el plebiscito también. Estaba muy vivo ese tema en ese momento y la gente entendía mejor que nadie que hubo dos amnistías, una total para los tupamaros. En ese momento se planteó: ‘Vamos a hacerla general’. Lo dijo el senador (Dardo) Ortiz, un hombre siempre maduro y siempre inteligente. No se aceptó, no se aceptó por el sector político en general, pero tampoco por algunos militares que dijeron: ‘No tenemos que ser amnistiados porque no cometimos delitos’. Se perdió la oportunidad de hacer borrón a todo. Luego aparece la ley de caducidad, que es medianamente clara, no es del todo clara, pero ponía punto final”.
“Durante nuestro período no se hizo ninguna reclamación al amparo de la ley de caducidad, ni una sola, en los 60 meses. Después empezó la Comisión para la Paz, empezó a moverse eso, hubo plebiscitos, se plebiscitó dos veces, una vez positivamente, otra vez negativamente, y hoy a mi juicio hay una interpretación que la patrocinó el Frente, que es equivocada, que va contra la voluntad popular y estamos viendo que hay gente de 87, 88 años que está siendo imputada por cosas que pasaron hace 60 años, cuando el muchacho era alférez, y era el que cuidaba los caballos poco menos en la unidad (…) Me parece que hay ahí una mala interpretación de la ley y mucha injusticia”, agregó.
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