Redacción El País
Luis Lacalle Pou, presidente de la República, estuvo el viernes en el departamento de Tacuarembó donde participó de la inauguración de un centro de tratamiento de adicciones llamado "Sueño de libertad".

El dispositivo, creado por un convenio entre la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la intendencia, ofrece 24 cupos para tratar a personas que presenten consumo problemático de drogas.

Se ubica en el kilómetro 239 de la ruta n.º 26 y funcionará durante las 24 horas. Trabajarán en el lugar equipos profesionales de ASSE, integrados por médicos psiquiatras, psicólogos y operadores terapéuticos. La inversión del prestador estatal de salud será de unos 18.000.000 de pesos anuales.

"Cuando nosotros hablamos de no dar un uruguayo por perdido, estamos hablando de las causas más difíciles. Y cuando hablamos de las causas más difíciles, ¿qué estamos diciendo? Los problemas que puede tener una persona en nuestro país y las herramientas que no tiene para resolverlos", expresó en su discurso.

Foto: Presidencia

Asimismo agregó: "Nada de lo que estamos haciendo hoy asegura que los usuarios se rehabiliten. Todos los días es una batalla. Una batalla consigo mismo, porque en el fondo teniendo o no teniendo herramientas termina siendo una batalla con uno mismo".

"Hoy lo que dice el gobierno nacional, y sobre todo lo que le dice el gobierno departamental, es que no bajen los brazos. En los días de oscuridad piensen que sus familias, que sus amigos, que el país, que el gobierno y este presidente de la República, está atrás de ustedes porque no los da por perdidos. La lucha es todos los días", finalizó.

La actividad contó con la presencia del vicepresidente de ASSE, Marcelo Sosa; el titular de la Secretaría Nacional de Drogas, Daniel Radío, y el intendente de Tacuarembó, Wilson Ezquerra, entre otras autoridades nacionales y departamentales.

Sosa recordó que “la idea del proyecto fue del intendente” y que en enero de 2023 recorrieron el lugar con él y con el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani. Pero el edificio se encontraba “en estado deplorable”. En ese momento comenzaron a trabajar en el convenio para que se concretara con aportes de la Junta Nacional de Drogas un centro que definió como “modelo”.