EN LA TAHONA

Con el resultado del test de coronavirus negativo en mano, el flamante canciller de la República, Francisco Bustillo, comenzó formalmente ayer su actividad presencial tras la renuncia de su antecesor, el colorado Ernesto Talvi .

En su primera cita, tras cumplir la cuarentena en su domicilio dado que llegó de Europa el domingo pasado, el ministro fue recibido por el presidente Luis Lacalle Pou en su casa del barrio La Tahona. Allí, ambos coincidieron por primera vez tras asumir en su cargo de secretario de Estado. Y casi que no faltó ningún tema de la agenda de Relaciones Exteriores.

Al término del encuentro, Bustillo contó que el mandatario le pidió “mucho trabajo” al frente de la Cancillería. “Mucho trabajo, muchísimo trabajo y responsabilidad y lo mejor que sea en definitiva para el bien de todos los uruguayos”, comentó el nuevo ministro, que asumió el lunes pasado en su propia casa.

Destacó, por ejemplo, que su amistad que mantiene hoy con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, no va a entorpecer en nada los intereses que puedan tener uno y otro país. “Cada cual defiende los intereses de sus propios países, en ese sentido, probablemente tengamos una mejor oportunidad para conversar las cosas, pero ni él va a hacer nada que contraríe los intereses de Argentina, ni yo en contra de los de Uruguay”, apuntó.

Bustillo tiene pensado desplegar una serie de cambios en el Palacio Santos, entre los que se encuentran integrantes del gabinete que mantuvo en sus cargos el economista Talvi.

“Van a haber algunos cambios, sí”, se limitó a señalar el canciller, quien también adelantó que designará a diplomáticos en aquellas embajadas que quedaron acéfalas.

El País informó la semana pasada que Bustillo elegirá a Fernando López Fabregat, un hombre de su máxima confianza para ocupar la jefatura del gabinete. El excanciller colorado había resuelto darle continuidad a José Luis Rivas como su jefe de gabinete. El diplomático venía de la gestión frenteamplista de Rodolfo Nin Novoa, y Talvi lo ratificó en el cargo.

Pero éste no será el único cambio que implemente el nuevo canciller en materia de autoridades. También está decidido el cambio en la Dirección General para Asuntos Técnico Administrativos. Allí estaba Pablo Scheiner, y Bustillo resolvió que ocupe ese lugar Hugo Caussade. Se trata de un funcionario de carrera diplomática que ya había estado en la administración de Nin Novoa.

El cambio central que llevará adelante el nuevo canciller será en la estrategia de política exterior. Su plan apunta a cumplir con la “tradición uruguaya”, contaron a El País fuentes del gobierno.

Mientras tanto, el hasta hace dos semanas canciller Ernesto Talvi sigue reflexionando sobre el rol que le imprimirá a su actividad política. El colorado renunció a su cargo en medio de la Cumbre de Jefes de Estado de países miembro del Mercosur.

La semana pasada, fue visto por primera vez en la actividad pública al asistir al lanzamiento de la lista 600 de su sector Ciudadanos que apoya la candidatura a la Intendencia de Montevideo de Laura Raffo.

Allí, tras escuchar la oratoria de la candidata y de su primer suplente, Andrés Ojeda (representante del Partido Colorado), Talvi señaló: “Estoy a las órdenes si el nuevo canciller lo precisa y le deseo muchísima suerte en su gestión, porque la suerte de él será la de todos”.

El nuevo canciller de la República, Francisco Bustillo, respaldó la decisión del gobierno de designar a Washington Abdala como embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

El ministro fue consultado ayer por la decisión del Frente Amplio que pidió una semana para estudiar si presta los votos para la aprobación de su venia en el Parlamento.

“La decisión del gobierno es una sola, que es la de avanzar en la designación de Washington Abdala como representante nuestro en la OEA”, respondió.

En este caso, no se necesita una mayoría especial como en las venias de los directorios de las empresas públicas, donde oficialismo y oposición necesitan alcanzar un acuerdo para habilitarlas, o esperar a que transcurran los plazos constitucionales para que se aprueben de hecho.

Bustillo consideró que se trata de “la persona designada en ese lugar. De todas formas, entiendo que el Frente Amplio estudie la situación; han pedido un paréntesis de tiempo y entiendo que corresponde que así sea para una mejor decisión o definiciones en ese sentido, de parte del Frente Amplio”.