Redacción El País
Un objetivo trazado ya hace tiempo en el gobierno de Luis Lacalle Pou es destinar gran parte de este 2024 a inaugurar obras en todo el país. El propósito es defender así su gestión en este año electoral y de esa manera -junto con la evolución de algunos indicadores económicos, como la recuperación del salario real y el empleo- intentar revertir la tendencia que hoy marcan las encuestas en favor del Frente Amplio.
Por eso, y aunque el convencimiento del mandatario es que su gestión “se defiende sola”, será frecuente -ya lo está siendo- ver al presidente de la República cortando cintas en distintos puntos del territorio. Porque su determinación es “comunicar” lo hecho, con “lo bueno y lo malo”.
Esta semana que pasó, de hecho, estuvo particularmente cargada de eventos en los que el jefe de Estado ofició de principal orador y el encargado de sostener la tijera para cortar las cintas de rayas azules y celestes, con una ansiedad que, en Maldonado -el miércoles-, en la inauguración del realojo de los vecinos del asentamiento Kennedy, le produjo una pequeña herida en el pulgar izquierdo que ayer viernes al mediodía todavía estaba protegido con una pequeña gasa.
Pero ya había estado el lunes inaugurando el centro de referencia de políticas sociales en Casavalle, en donde hizo alusión al rol del Estado como el garante de “las herramientas para ser libres” dirigidas a todos aquellos individuos vulnerables. Y estuvo también en Minas, inaugurando una obra vial.
Y ayer fue el turno de Salto, a donde fue a presentar la remodelación del aeropuerto internacional, en el marco de la inversión de Corporación América Airports acordada con el gobierno en un total de seis terminales aéreas -a cambio de la concesión de los aeropuertos de Carrasco y de la Laguna del Sauce. En este caso, se trató de una inversión de US$ 13 millones que implicó la construcción de una nueva terminal de pasajeros de 780 metros cuadrados y una renovación a cero de la infraestructura aeronáutica del aeropuerto. Y en el horizonte están las renovaciones de la terminal de Melo (Cerro Largo), que se espera para agosto, el de Paysandú para unas semanas después, y el de Durazno para fin de año.
Al de Carmelo, que se estrenó en diciembre de 2022, y a la inauguración del segundo aeropuerto binacional del mundo en Rivera a principios de este año, Lacalle Pou cerró los actos con discursos alusivos a la dirección de su gestión de gobierno, y a la satisfacción -sobre la que ayer hizo explícita referencia- con el “acuerdo que se hizo” con esta corporación, ya llegando a los últimos meses de su mandato.
“Están quedando divinos. Es el Uruguay boutique. Recién veía la filmación del aeropuerto de Carrasco y no pasa de moda. Uno sigue llegando al aeropuerto de Carrasco y sigue viendo que es un aeropuerto de primer mundo”, dijo el presidente, que sin embargo agregó que no pretendía hacer “un camiseteo” con esta inversión. “No cometería jamás la imprudencia de decir que los gobiernos no han hecho nada”, remarcó, de alguna manera apoyándose en el reconocimiento que a su turno había hecho el ministro de Defensa.
Porque Javier García, en efecto, comenzó su alocución recordando que la renovación aeroportuaria tuvo un comienzo en el gobierno del colorado Jorge Batlle (2000-2005), cuando se comenzó “con la tratativa para la remodelación del aeropuerto de Carrasco”, proceso que luego se “continuó” en la primera Presidencia de Tabaré Vázquez (2005-2010), y que ahora sumó el “impulso, con visión integradora y descentralizadora” del presidente Lacalle Pou.
Por lo demás, y como es de estilo del presidente -que evitó hablar con la prensa- dedicó varios minutos no solo a recorrer las instalaciones y protagonizar la tradicional ceremonia del corte de cinta, sino también a escuchar a un grupo de manifestantes salteños que se acercaron a la terminar aeroportuaria con carteles, a sacarse selfies varias y recibir regalos de sus seguidores.
Interna
A esta inauguración, como muchas de las otras que hubo y habrá, asistieron varios precandidatos de la coalición de gobierno, acompañados de sus dirigentes más cercanos, con el objetivo también de asociarse a una gestión como integrantes de una alianza política que volverá a reeditarse para las elecciones de noviembre de este año.
El elenco nacionalista solo contó con la ausencia de la economista Laura Raffo: porque estuvieron Jorge Gandini -que viajó anoche en ómnibus, desde la terminal de Tres Cruces, ya que cuenta con menos recursos que sus competidores, como se jactó al respecto en su cuenta de Tik-Tok- y Álvaro Delgado, quien llegó al aeropuerto en un avión privado y luego partió, también en la aeronave, hacia Durazno, continuando con una gira por todo el país que inició hace 15 días.
Por el Partido Colorado estuvieron presentes el ministro de Turismo, Tabaré Viera -quien prevé renunciar al cargo luego de la Semana Santa para iniciar la campaña por su precandidatura-, y el expresidente de Antel, Gabriel Gurméndez, quien se encuentra en campaña desde octubre pasado.
La respuesta de Lacalle a las críticas de Lima
El intendente y precandidato frenteamplista Andrés Lima aprovechó su discurso de ayer para reclamarle al gobierno por una serie de inversiones “anunciadas” o “comprometidas” para el departamento que todavía no fueron concretadas. La oportunidad no fue bien recibida por el auditorio, de donde le gritaron: “Estamos inaugurando el aeropuerto, señor”, que había sido preludiado por un murmullo de desaprobación que fue ganando en el público.
Cuando fue su turno de hablar, el presidente, en tono de broma, le devolvió la pelota: dijo que casi todos los que habían hablado estuvieron “fuera de tema”, y enseguida, sin explicitarlo, aludió al dirigente de la oposición: “Si fuera un escrito en el liceo... ‘fuera de tema, vuelva en febrero’”, ironizó Lacalle Pou.
No obstante, más de que los cuestionamientos de Lima, por lo general, han sido siempre muy duros con la gestión actual, en este caso el cruce quedó en una anécdota. “Qué linda es la democracia en mi país, porque no estoy de acuerdo en casi nada de lo que dijo Lima, pero qué lindo que esté hablando el intendente de Salto”, dijo palabras después el jefe de Estado, que además destacó que entre el público estaban también Álvaro Delgado y Jorge Gandini, precandidatos a presidente por su propio partido. “Hay que tener la perspectiva de lo que es nuestro país”, resaltó Lacalle Pou, y concluyó: “Los uruguayos no permiten que la sangre llegue al río”.
Chicana de García al “tren” de Mujica
Convencido de que el principal capital político del Partido Nacional para estas elecciones reside en lo que esta gestión pueda mostrar, el ministro Javier García volvió a destacar ayer algunas de sus obras. Por ejemplo, y además de celebrar el acuerdo de inversión en los aeropuertos, se refirió al centro de políticas sociales instalado en Casavalle, ya que tiene el valor de brindar ayuda “en el lugar más humilde y quizás más pobre de todo el Uruguay”.
Algo similar, dijo, ocurrió el miércoles en Maldonado, cuando se hizo oficial el primer realojo de más de 300 familias que vivían en el icónico asentamiento Kennedy y que ahora se mudaron a viviendas recién construidas. “Fue inversión social e infraestructura para la dignidad de las personas”, destacó el ministro de Defensa, que dejará su cargo el 4 de marzo para hacer campaña
“Trenes sí, pero no tren de los pueblos libres, que duró menos de 24 horas”, fue la chicana de García a la oposición, al aludir al proyecto argentino-uruguayo que se anunció y fracasó durante el gobierno de José Mujica.
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