El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, participó este sábado de la segunda jornada de la XXVIII Cumbre Iberoamericana en Santo Domingo con la presencia de otros diez jefes de Estado, con la misión de lograr "resultados concretos" en materia de sostenibilidad, seguridad alimentaria, transformación digital y arquitectura financiera.

Lacalle Pou fue el último orador de la jornada y abrió su discurso recalcando que estos encuentros "son buenas oportunidades para escuchar críticas, reclamos, visiones de los colegas".

Luego dijo que los dos puntos altos de la convocatoria, a nivel personal, fueron la cumbre de jóvenes líderes, "con un baño de optimismo para abrazar una causa de sus naciones en tan temprana edad" y la cumbre de empresarios, que demostró que no es necesario caer en el "divorcio antinatural entre el sector público y el sector privado".

El presidente de la República aprovechó el encuentro para insistir en la importancia de llegar a "acuerdos con Europa y tratar de hacer saber que los continuos fracasos de terminar de constituir estas alianzas terminan frustrando a los socios optimistas desde un principio".

"He escuchado discursos muy interesantes. no todos compartibles, pero interesantes al fin. Quiero hacer un matiz. Hay una tendencia de buscar responsables de nuestros males afuera de nosotros mismos. Siempre la culpa es de EE.UU., China, grandes potencias... Y quiero hacer hincapié en la convocatoria: tiene metas muy exigentes ‘justa y sostenible’. Yo imagino que cuando se piensa en ‘justa y sostenible’ primero nos miramos tierra adentro y vaya si requiere de trabajo", expresó.

Y su mensaje prosiguió con una línea clara: la defensa de los sistema democráticos: "Abrogarse la posibilidad de la justicia, imperfecta por ser humana, es muy complejo. No hay sistema mejor dentro de la imperfección que la democracia. La justicia como tal solo puede ser asegurada, con instituciones fuertes, con separación de poderes y respeto a los derechos humanos".

"Las tentaciones autoritarias de creer que uno es suficientemente bueno para impartir justicia, para ser una sociedad justa, es una tentación que no debemos tener", apuntó.

Finalmente bromeó con la semejanza de estos encuentros con una "terapia de grupo" y la importancia de hallar allí los puntos de encuentro de las naciones.