Redacción El País
Una de las metas más relevantes del gobierno de Luis Lacalle Pou, al menos desde 2021, cuando el presidente convocó a todos los partidos políticos para ponerlos al tanto de esta ambición, es avanzar todo lo posible en la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China.
En setiembre de aquel año reinaba el optimismo en el Poder Ejecutivo con la respuesta positiva de los chinos a iniciar el estudio de prefactibilidad anterior a las negociaciones formales por el TLC, que culminó en forma positiva en julio de 2022.
Pero eso fue todo. De ahí en más -sobre todo a partir de la visita a Beijing que hizo el excanciller Francisco Bustillo en abril- las señales diplomáticas no han sido las esperadas por Uruguay, ya que quedó claro que la potencia asiática aguardará por los pasos que dé el Mercosur en este sentido. Esto respondió a que el brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva transmitió luego de asumir en enero de este año que no descartaba explorar el TLC con el bloque sudamericano en conjunto -pero hasta el momento se ha enfocado en otras cosas, como cerrar el acuerdo con la Unión Europea.
Así las cosas, en la Cancillería que hoy dirige Omar Paganini comenzó a analizarse en los últimos meses la conveniencia de apuntar a acuerdos con China que fueran menos ambiciosos, pero que igualmente pudieran reportar beneficios económicos más que tangibles para Uruguay, e incluso en el corto plazo.
Con esta reconfiguración de la estrategia es que Lacalle Pou llegó este domingo a las tierras de Xi Jinping, con quien tendrá una reunión hoy sobre las 17 horas y se espera entonces la firma de una serie de acuerdos que producen expectativa en el gobierno uruguayo.
“Leía hace unos días los acuerdos que vamos a firmar. Son muchos pero aparte son buenos”, destacó así Lacalle Pou, en un discurso que dio ayer en el Seminario de Cooperación Comercial entre Uruguay y China. “Porque no es una suma de acuerdos -siguió-. Cuando uno lee cada uno de esos acuerdos, las derivaciones que pueden tener, (observa que) algunos son puntuales: con la sola firma se abre determinada posibilidad de comercio de materias primas. Pero otros ya están más vinculados a cooperación con la innovación”.
Luego, adelantando la posición de fondo que tiene su gobierno a este respecto, Lacalle Pou afirmó que lo que Uruguay necesita de China es “un comercio lo más abierto posible”, y que lo que procura su país es seguir el principio de que “el libre comercio es libertad” mientras que “el proteccionismo es coartar la libertad”.
“Un grupo de gobernantes y, sobre todo, un grupo de empresarios, le viene a decir al gobierno chino que aquí está Uruguay para abrir el comercio y para que dentro de 35 años hayamos fortalecido mucho más este vínculo que aquello que pensaron los visionarios hace 35 años”, remarcó el presidente en referencia al tiempo transcurrido desde que ambos Estados recuperaron sus relaciones diplomáticas, y que hoy llegaron a un punto óptimo.
¿De qué se trata los acuerdos que se firmarán en las próximas horas? En la página web de Presidencia de la República se resaltó que, algunos de ellos, “podrían aumentar las exportaciones agropecuarias en US$ 750 millones”.
La redacción de los acuerdos todavía se sigue negociando, pero distintas fuentes diplomáticas señalaron a El País que se tratará de una lista de aproximadamente 20 textos que serán ratificados en la reunión bilateral entre Lacalle Pou y Xi Jinping.
Uno de estos, y que es algo que estaba presente en la Cancillería desde hace meses, es la “declaración conjunta” para establecer la Asociación Estratégica Integral, lo que en los hechos supondrá una elevación del rango en la relación bilateral entre Uruguay y China y que se estima traerá beneficios en el plano del intercambio cultural, la ciencia y la tecnología, además del comercial.
Arriba de la mesa estará también la firma de varios memorándums de cooperación, que abarcarán desde asuntos como la educación, desarrollo económico, industria, salud información y comunicaciones, de acuerdo a las fuentes consultadas.
También se prevé un tratado sobre “asistencia jurídica mutua” y luego los acuerdos restantes están relacionados, en su mayoría, a las exportaciones del sector agroexportador. Dentro de esto último -aquellos acuerdos que son los que ampliarían los ingresos por colocación de bienes en el mercado chino- hay actualizaciones de protocolos relacionados a la carne bovina -que permitiría la exportación de estómagos, incluyendo el mondongo-, y la ovina y caprina -este último reduciría el período de cuarentena de 90 a 46 días, lo que amplía la oferta.
Lo mismo está previsto para el comercio de “animales acuáticos vivos”, lo que se entiende hará más fluido el intercambio al eliminar demoras burocráticas que hoy existen.
Defensa de la calidad
Lacalle Pou ha empleado varias veces metáforas futbolísticas -como “jugar en las grandes ligas” o “comerse la cancha”- para defender la necesidad de que los bienes que se producen en Uruguay alcancen todos los mercados. Ayer lo volvió a hacer para pedir que los chinos entiendan que las “mejores” materias primas del mundo salen de Uruguay, y que su excelencia no se debe solo a la calidad sino también a “la forma de producción”, atendiendo el desarrollo sostenible.
“Cuando vemos la calidad de emprendedores que tenemos, la calidad de las materias primas, de industrialización de las materias primas, la calidad del pensamiento, de poder pensar los próximos tres pasos, es que venimos y vamos a cualquier parte del mundo” a solicitar que se le abran las puertas al mercado nacional, insistió Lacalle Pou, que recordó: “Tenemos una fortísima vocación de ser el ingreso al Cono Sur. Lo hemos sido a pesar de muchísimas trabas que nos han puesto, de nuevo, porque hemos sido bendecidos por buenos puertos y por la capacidad de los nuestros en dedicarse y especializarse en transporte y logística”.
Lacalle: "La relación es plena y fluida"
En otro discurso que el primer mandatario brindó en su tercer día de la gira oficial -ante la universidad de Tsinghua-, resaltó que entre China y Uruguay hay una “relación plena, fluida, a pesar de la distancia”, desde que ambos restablecieron las comunicaciones diplomáticas en 1988.
“Y obviamente tiene la base en el tiempo pasado, en la confianza mutua, que está vinculada a lo que cada uno dijo pero, sobre todo, a lo que cada uno ha hecho”, dijo el presidente ante un auditorio de estudiantes.
Por último, destacó que a pesar de la distancia -las capitales Montevideo y Pekín son las más alejadas entre sí del planeta-, no solo China se ha convertido en el principal socio comercial de Uruguay, sino que incluso “hay uruguayos que se han dedicado a conocer China” en todas sus dimensiones: sus “necesidades, sueños, esperanzas, gustos y tradiciones”.
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