Luis Lacalle Pou transitó la primera campaña de su vida política sin poder participar de la actividad proselitista. “Lo extrañé”, reconoció al mediodía de ayer, más allá de que a la hora de la votación, en Canelones, se dio el gusto de un baño de multitud, de selfies, besos y abrazos de los seguidores que lo recibieron coreando “¡presidente!, ¡presidente!”, “¡presidente!”.

Después de votar, pasadas las 11:30, habló casi 20 minutos en rueda de prensa. Quizás sabiendo que su momento era el día y no la noche, cuando fue tiempo de los candidatos, el mandatario hizo un primer balance de su gestión, se refirió a la transición que se viene y no dio mayores pistas de su futuro; ni siquiera si asumirá la banca en el Senado que conquistó al encabezar las listas del Partido Nacional.

“No puedo ser un analista de esta campaña. Porque por primera vez la viví desde afuera y si profundizo, voy a empezar a hablar de política y no debo”, respondió a la consulta sobre su visión de la campaña electoral en curso.

Rechazó las críticas de la oposición referidas a un involucramiento de su figura en el proceso electoral. “¿Cuántas veces me vieron en un comité político a mí? ¿Cuántas veces vieron a otros presidentes en un comité? ¿Cuántas veces me vieron hablar de mi partido político de la coalición para incitar el voto? Nunca”, dijo el mandatario. Sí defendió sus participaciones en defensa de la reforma de la seguridad social, cuestionada por los organizadores del plebiscito por el “Sí” de la papeleta blanca.

“Es un proyecto de ley del Poder Ejecutivo. No solo tenía el derecho, sino el deber de defender una reforma que costó mucha negociación política”, argumentó.

Consultado sobre su futuro eventual como senador, dijo: “Vamos a esperar que transcurra la elección y vemos”. Hizo énfasis hasta numérico en que le quedan más de 120 días de gestión, hasta el cambio de mando del 1° de marzo de 2025.

En otro tramo de la nota dio más pistas: “A los 51 años uno piensa para adelante. No va a ser fácil porque he dedicado mi vida al servicio público”, dijo sobre los días luego de dejar la banda presidencial y las tareas ejecutivas.

Foto: Leonardo Mainé.

En un día especial, donde “empieza a irse”, como él mismo reconoció, el mandatario fue consultado sobre su gestión. Se declaró “satisfecho”, pero “no conforme” con lo actuado y logrado.

“El conformismo no nació conmigo. ¿Cuál es mi tarea, mi materia prima? Son los uruguayos. Si hay un uruguayo que no tiene laburo, que no accede a un medicamento o a una vivienda digna, yo no puedo estar conforme. La satisfacción es otra cosa: es haber hecho todo lo posible desde el gobierno para mejorar la vida de los uruguayos”, dijo y ejemplificó con los avances en materia de asentamientos.

Sin profundizar en cuestiones políticas, hizo un balance conceptual. “El 1° de marzo del año 2020 pedí ser juzgado por algunas cosas, básicamente por la libertad de los uruguayos. Expresé cuatro o cinco formas de libertad. Terminado el mandato, si están los uruguayos más libres, habremos cumplido con la promesa”, manifestó.

Foto: Miguel Bardesio.

El presidente Luis Lacalle Pou llamó a los candidatos y adelantó que de su parte se muestra dispuesto a una “transición ordenada”, al ritmo y pedido de quien resulte electo. También dijo que algunos proyectos quedarán condicionados a la voluntad del ganador.

“Algunas cosas quedarán en punto muerto. En un mes, cuando haya presidente electo, le vamos a decir: ‘Esto es lo que tenemos. ¿Ponemos primera a esto o lo vas a continuar?’. Porque hay cosas que no vale la pena empezarlas si no van a tener continuidad”, dijo.

Sobre el proceso en sí de cambio de mando, comentó: “La transición será como quiera el presidente electo. Nosotros vamos a abrir toda la información y dejar todo pronto antes de que asuma. Pero el presidente electo es mano... Y no importa quién sea. Todo lo que quiera o necesite, lo va a tener. El que sea. El que más te guste o el que menos te guste”.

Finalizada la rueda de prensa, la jornada de elecciones para Lacalle Pou continuó por su tradicional almuerzo en casa de Danilo García, en San Ramón. Aunque esta vez no hubo recorrida por los clubes políticos de otras localidades de Canelones.

A la salida siguió su trajinar de selfies y saludos. Seguidores le acercaron cartas y anécdotas: el presidente se acordaba de los rostros de campañas pasadas.

“Me arrepiento. Es tan lindo”, dijo una joven luego de sacarse una foto con el presidente y que ya había votado por otra opción.