LA DEFINICIÓN
Luis Lacalle Pou fue el gran ganador de la jornada electoral que consagró una segunda vuelta el 24 de noviembre entre Daniel Martínez y el postulante blanco para definir el futuro presidente de la República.
Apenas pasadas las 21:00, Daniel Martínez no esperó un dato más y saltó a dar un mensaje a dirigentes y militantes que no podían ocultar la decepción por la votación, de cara a un balotaje que sabía inevitable.
Del otro lado, todo fue música para los oídos de Luis Lacalle Pou: posicionado en un segundo lugar encadenó los apoyos del Partido Colorado y Cabildo Abierto. Fueron los pasajes más aplaudidos de los discursos de Ernesto Talvi y Guido Manini Ríos, -tercero y cuarto en las elecciones- cuando se pararon para dar su primer discurso de evaluación de los resultados.
“¡Presidente, presidente, presidente”, coreaba la multitud que se instaló frente al escenario ubicado en la sede de Lacalle Pou de Bulevar Artigas y Chaná cuando el candidato irrumpió acompañado por su esposa Lorena Ponce de León, la candidata a la vicepresidencia, Beatriz Argimón, y su esposo Jorge Fernández Reyes.
Lacalle Pou, visiblemente emocionado, despejó una larga tanda de agradecimientos. En primer lugar a los militantes, a su equipo y a su familia. Y después “a Ernesto Talvi y al Partido Colorado, a Guido Manini Ríos y Cabildo Abierto, a Edgardo Novick y el Partido de la Gente, y a Pablo Mieres y el Partido Independiente”.
Dijo que había hablado con todos para comprometer un “gobierno multicolor” encabezado por el Partido Nacional. Aseguró que los futuros acuerdos tienen que estar “impregnados de humildad” porque “está latente una alternancia” en el poder que ya refleja una mayoría en la Cámara de Senadores y Cámara de Diputados. “De un lado, una minoría aislada, el Frente Amplio, y del otro, una oportunidad, tierra fértil para los acuerdos”, disparó Lacalle, ovacionado.
Con estos dos protagonistas, Martínez y Lacalle Pou, el itinerario político tendrá su tercera y última parte el 24 de noviembre.
Con prácticamente el 100% de las mesas escrutadas, Martínez reunía el 38,6% de los votos, Lacalle 28,22%, Talvi 12,16% y Manini Ríos 10,73%.
La calculadora del Parlamento marcaba anoche 13 senadores y 41 diputados para el Frente Amplio, 10 senadores y 31 diputados para el Partido Nacional, cuatro senadores y 13 diputados para el Partido Colorado, tres senadores y 11 diputados para Cabildo Abierto, un diputado para el Partido Independiente, un diputado para el Peri y un diputado para el Partido de la Gente.
La Corte Electoral informó que votó un 90% de los habilitados en el padrón.
Apuestas.
Frente a la sede que eligió en el centro de Montevideo, en un hotel de la calle Quijano, Martínez -acompañado por Graciela Villar-, pautó una rápida estrategia hablando de “certezas y estabilidad” en confrontación con un rival que “genera incertidumbre” y que propone acuerdos “entre cuatro paredes”.
Tratando de entusiasmar a una militancia que asomó dolida por el resultado, entonó la misma canción cuando habló minutos después en un escenario a media cuadra, sobre 18 de Julio. “Quiero discutir ideas, no un reparto de cargos”, gritó Martínez, pasando a citar a José Batlle y Ordóñez, Wilson Ferreira Aldunate y Líber Seregni para intentar captar la atención de electores de la oposición cuyas autoridades partidarias ya le dieron la espalda.
Lacalle, por su parte, respondió que se vienen “días muy intensos” donde aplica “la prudencia, la paciencia y un rumbo claro” como bases para un gobierno de concordia nacional, una coalición “obligatoria” que convirtió en bandera y preparó durante toda la campaña electoral.
Talvi, tercero en la carrera, no ocultó su insatisfacción por el resultado -no despegó al Partido Colorado de los números de 2014-, pero prometió que hará campaña por la candidatura de Lacalle Pou en el balotaje y auguró que su colectividad tendrá “un rol decisivo” en la futura coalición.
En cuanto al plebiscito sobre la reforma de la seguridad que impulsó el senador blanco Jorge Larrañaga, no salió aprobada por un escaso margen. Alcanzó el 47% de las adhesiones, en un proceso que estuvo plagado de denuncias por roturas y robos de papeletas en circuitos de todo el país. Larrañaga anunció que denunciará penalmente a algunos de los involucrados que fueron identificados en las redes sociales.
Guido Manini Ríos, cuya figura política se había catapultado en las elecciones internas como candidato presidencial del novel partido Cabildo Abierto, consolidó su protagonismo en la jornada electoral de ayer con más de 200.000 sufragios (cuando se había escrutado el 80% de los circuitos). Ese caudal le asegura tres senadores y cerca de una decena de diputados en la próxima legislatura. Su mejor perfomance se registró en el departamento de Artigas, donde llegó a duplicar la votación del Partido Colorado.
Manini anunció anoche que su partido apoyará a Lacalle Pou en el balotaje.
El excomandante en jefe del Ejército, destituido en marzo pasado, dijo que los programas de Cabildo Abierto y del Partido Nacional tienen “varios puntos en común”, y que en la negociación él pondrá sobre la mesa sus prioridades en tres temas: investigación de la corrupción, medidas para enfrentar la ola de inseguridad y promoción del país productivo. Agregó que “la reforma de la Justicia también forma parte de lo que pretendemos acordar” con sus potenciales socios.
Para adentro: agradeció a las “miles de personas” que “confiaron en nosotros”; dijo que el Frente Amplio confirmó que es la principal fuerza política del país; y que ahora se abre una etapa donde se elige “una persona” .
Para afuera: “Queremos discutir ideas”, dijo, y acotó que encarna un proyecto político de “certezas” y de “justicia”, que pide “que no se interrumpa”. Citó, particularmente, a José Batlle y Ordóñez, a Wilson Ferreira Aldunate y a Líber Seregni.
Para adentro: afirmó que su campaña estuvo basada en la coherencia y la verdad. Y que no esbozó “ningún insulto ni descalificación”. Agradeció a los militantes, a su equipo, a su familia, y a todos los referentes del Partido Nacional.
Para afuera: destacó que el Uruguay dio una “clara señal” que es necesario “interpretar rápida y profundamente”. El mensaje, acotó, es de una “alternancia plural” cuyos “votos y porcentajes” ya “se expresan en el (nuevo) Parlamento”.