GIRA POR EL INTERIOR
Lacalle Pou salió al cruce de las afirmaciones de que, indirectamente, está participando en la campaña electoral para las elecciones departamentales.
"El Manga”. Ese es el apodo que Luis Lacalle Pou se ganó en su adolescencia. Fue elegido por su grupo de amigos más cercano, por la posición que prefería en el fútbol: de golero, defendiendo los tres palos. Así se apodaba el entonces golero de Nacional, Ahílton Corrêa de Arruda.
Ayer el presidente, haciendo honor a su viejo sobrenombre, llegó a Salto en momentos donde la coalición de gobierno que lidera atraviesa cierta tensión política.
“Estoy con ganas de atajar todos los penales, pero voy a dejar pasar alguno”, dijo. La atención en Montevideo estaba en sus posicionamientos sobre la coyuntura política.
Es que uno de sus principales aliados -el senador Guido Manini Ríos- atraviesa un proceso donde discuten la posibilidad de quitarle los fueros parlamentarios. Pero al mismo tiempo, un senador socio de la coalición -Tabaré Viera- criticó el viaje del presidente por entender que se metía en la campaña electoral en pro de los intereses blancos y afectando la suerte de sus socio colorado salteño, Germán Coutinho.
“Vamos a separar bagre de tararira”, arrancó el presidente Lacalle Pou la conferencia de prensa en Salto. El mandatario fue consultado por la prensa sobre los cuestionamientos de Viera, y también las críticas desde el Frente Amplio por entender que el gobierno nacional se inmiscuye en la campaña electoral departamental de la capital.
La primera actividad del día fue la inauguración de un polo educativo científico tecnológico Binacional en la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande. Allí Lacalle Pou -antes de hacer la declaraciones- se encontró con el colorado Coutinho, candidato a la intendencia de Salto. Allí intercambiaron saludos y un par de comentarios. Los gestos del presidente mostraron desconformidad. A lo que el colorado mostró ante la vista de todos los medios entender su planteo.
“Que lástima, el Poder Ejecutivo y el propio presidente con todo su peso, llegan en plena y disputada campaña departamental a Salto. Inaugura un Polo educativo donde el reciente presidente es el candidato del PN”, había escrito en su cuenta de Twitter el senador colorado Viera la noche anterior, y sobre lo que Lacalle Pou habló con Coutinho ayer a la mañana cuando se vieron, comentaron a El País allegados al mandatario.
El jefe de Estado respondió a los periodistas en la conferencia que no estaba en su intención meterse en la campaña electoral, tal como lo impide la Constitución. “En el año 2000 fui diputado por el departamento de Canelones. Cuando gobernaba el presidente Jorge Batlle se hizo campaña por parte de los candidatos del Partido Colorado y no nos pareció nunca algo que tiña la elección departamental. No es mi actitud hacerlo así”, declaró.
En el acto de presentación del polo educativo, el presidente recibió obsequios de la delegación argentina que se hizo presente en el acto: un juego de cuchillos. Algo que no tenia previsto el presidente, por lo que para cumplir la tradición solicitó a sus colaboradores que le prestasen “una moneda”. Es que sigue la costumbre de comprar, simbólicamente, los cuchillos que recibe de obsequio, para que no se “corte la amistad”.
Lo mismo hizo el embajador uruguayo en Argentina, Carlos Enciso. El diplomático buscó en su cartera un billete. “Elegí el más grande”, le comentó bromeando el canciller uruguayo Francisco Bustillo, quien fue el tercero en recibir obsequios.
“Yo no necesito billetes porque no viene un cuchillo”, dijo el canciller al ver una caja cuadrada. Era una pequeña turbina de la represa. “Menos mal, porque Azucena me sacó toda la plata”, continuó el chiste Bustillo en referencia a los recortes que la ministra de Economía le ordenó para el presupuesto del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La agenda del presidente.
La agenda del presidente siguió en la inauguración de planta de procesamiento de cáñamo medicinal de la empresa canadiense Boreal. Pero el camino tuvo varias paradas. Es que el presidente ordenó detener la comitiva en cada punto donde algún salteño hubiese salido a saludarlo.
La primera parada fue para una señora que había preparado un cartel casero de cartón. Más adelante otra familia lo esperaba con la bandera uruguaya. La señora quedó emocionada hasta las lagrimas cuando al sacarse la foto con el presidente. “Le deseo mucha suerte. Nos tiene que salvar, presidente”, le dijo la mujer.
Pero la parada más larga fue en la escuela rural Portugal número 91. Lacalle Pou entró a conocer el lugar, algo que se está haciendo costumbre en cada salida al interior.
La ultima actividad de presidente en Salto fue la entrega de una ambulancia a la policlínica de Cuchilla de Guaviyú. El trayecto implicaba dos horas de viaje, y la ruta era de balastro con mucha piedra. Por eso Lacalle Pou optó por viajar en helicóptero para poder cumplir con toda la agenda en el día.
Los habitantes del pueblo de reunieron en la policlínica para esperar al presidente. Allí también llegó el candidato blanco a la Intendencia, Carlos Albisu, y varios de sus militantes repartieron banderas de tela. “Bienvenido presidente. Carlos Albisu Intendente”, decían las banderas.
Los pobladores preparaban sus teléfonos celulares para grabar la llegada del helicóptero. Pero menuda sorpresa se llevaron fue cuando la aeronave se pasó del lugar y tuvo que pegar la vuelta para aterrizar en el predio.
Volvió a reivindicar mejorar la navegación del río Uruguay
Como en otras oportunidades en las que visitó departamentos litoraleños y como hizo a lo largo de su campaña electoral el presidente Luis Lacalle Pou volvió a reivindicar su proyecto de mejorar la navegabilidad del Río Uruguay aguas arriba. El mandatario destacó la relación que une a Uruguay con Argentina y sostuvo que con su homólogo Alberto Fernández mantiene una “relación en buenos términos (...) Conversamos de vez en cuando”, dijo, y agregó que instancias como las de hoy demuestran que “es necesario estar muy cerca y pensar cosas juntos”.
Añadió que desde 2010 pregona la importancia de lograr la navegabilidad del río Uruguay, que le satisface que para los gobiernos locales la visión sea similar y afirmó que hay “predisposición” e “inversión” disponible para la obra del gobierno uruguayo y de administraciones provinciales argentinas, que luego deberán dialogar con los gobiernos federal y estadual brasileño. “Es una gran oportunidad para la región y el país”, aseveró el presidente.
Sin protocolo
Como es habitual el presidente Luis Lacalle Pou se apartó innunmerables veces del protocolo en la visita que efectuó ayer al departamento de Salto. Después de participar de la inauguración de un polo educativo binacional, visitó un emprendimiento de cáñamo medicinal y cuando viajaba hacia el interior del departamento ordenó a su comitiva que se detuviera en cada lugar en el que hubiera una persona aguardando la caravana. Después visitó una escuela donde no estaba previsto que se detuviera.