Los dos candidatos con más opciones en la interna blanca: Delgado vs. Raffo

“Álvaro es el candidato natural por el rol que hoy juega en el gobierno”, sostuvo el ministro Martín Lema.

Compartir esta noticia
Recorrida de Laura Raffo por el asentamiento Aquiles Lanza
Álvaro Delgado y Laura Raffo se disputan la interna.
Foto: Leonardo Mainé (Archivo)

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.
Es muy dinámico y falta mucho, pero al mismo tiempo resta solo un año y los actores blancos que competirán en la próximas elecciones internas ya están en el ruedo y con muchas de sus estrategias delineadas y dadas a conocer al público y sus competidores.

Este es más o menos el panorama que vive por estos días el Partido Nacional, que pese a sus diversas crisis coyunturales busca seguir moviéndose, razonando y operando políticamente con el horizonte puesto en el próximo año electoral.

Su interna, como ha ocurrido en casi todas las que hubo desde 1999 a la fecha -cuando entró en vigencia la nueva Constitución de 1996, que además habilitó el balotaje- empieza de nuevo a concentrarse en dos figuras (más allá de otras que siempre se terminan sumando) que ya se han “repartido” las principales estructuras de la colectividad, como reconocen en el partido: el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y la excandidata a intendenta de Montevideo, Laura Raffo.

El primero cuenta con el apoyo entero de Aire Fresco. Es el sector blanco más grande, con tres senadores, 12 diputados y siete intendentes, incluyendo a dirigentes que integran el gabinete de Luis Lacalle Pou, como el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, y el titular de Transporte, José Luis Falero. Y se aspira a que el espacio de los jerarcas comunales -los del sector son Guillermo López (Florida), Fernando Echeverría (Flores), Pablo Caram (Artigas), Ana María Bentaverri (San José), Carmelo Vidalín (Durazno), Mario Silvera (Treinta y Tres) y Alejo Umpiérrez (Rocha)- crezca con la adhesión de otros, como Wilson Ezquerra (Tacuarembó) y Nicolás Olivera (Paysandú), este último exintegrante de Alianza Nacional. Pero la apuesta del jerarca de gobierno es que lleguen a entre 13 y 14 los intendentes que terminen apoyándolo a mediano plazo.

Del otro lado, Raffo ya oficializó en estas últimas semanas varios apoyos: al respaldo inicial del Herrerismo se sumó el de Alianza Nacional y también el del Movimiento Nacional de Rocha.

Esto se traduce en dos senadores y ocho diputados herreristas -entre los que están el ministro Luis Alberto Heber y los diputados Sebastián Andújar, Juan Rodríguez y Alexandra Inzaurralde- y un senador, un intendente y dos diputados aliancistas: Carlos Camy, Guillermo Besozzi, Nancy Núñez y María Fajardo, respectivamente.

Por afuera de este esquema binario -y del mismo polo conocido como “herrerista”- están el proyecto que el ministro Javier García acordó con el Grupo de los Intendentes -integrado por el senador Sergio Botana y los intendentes Enrique Antía y José Yurramendi-, aunque no ha tomado definición electoral; y los otros dos nombres que, de forma más o menos directa, exploran la posibilidad de también proponerse como precandidatos: la vicepresidenta Beatriz Argimón y el senador Jorge Gandini.

Estos últimos dos reivindican un wilsonismo puro -algo parecido intentan el Espacio 40 y los intendentes-, pero ninguno se proyecta, por ahora, como una opción competitiva. El segundo porque aún no ha logrado subir en las encuestas, y la primera porque no tiene hoy una estructura que le proporcione una base para competir pensando en alcanzar el premio mayor, al margen de varias mediciones que la han puesto tercera en las preferencias nacionalistas.

Por eso la instalación del concepto de “polarización” de la interna, algo que pone incómodos a aquellos que están quedando por fuera de este esquema, como la propia Argimón, que opinó que se está cayendo en una lógica que “no le hace bien al partido”.

La distancia

Uno dedicado a tareas de gobierno pero en las que intercala actividad partidaria, y la otra desde el llano y a punto de lanzar su nuevo movimiento, Delgado y Raffo tienen fechas importantes marcadas en su calendario para el mediano plazo.

La economista pensaba encabezar un evento la semana pasada para dar a conocer el nombre de su proyecto, pero por motivos logísticos se postergó hasta fines de junio. Para entonces, también se espera el cierre de nuevos acuerdos con agrupaciones o dirigentes que hoy se mantienen como “independientes” en el partido. Mientras tanto, Raffo estará dando charlas y presentaciones en distintos puntos del país.

Delgado, por su parte, mantiene también una agenda intensa: suele ir de un departamento para otro, en algunos casos siguiendo al presidente Luis Lacalle Pou pero en otros solo, como dirigente del Partido Nacional y precandidato que en su entorno visualizan como “natural”, aunque Delgado no ha hecho mención al respecto públicamente. El razonamiento es sencillo: no es necesario que blanquee sus intenciones. “Todo el mundo da por hecho lo que se va a terminar confirmando y eso se debe a la incidencia importante que tiene Delgado en el gobierno, con un rol protagónico desde el cual ha dado respuestas a situaciones críticas o complejas”, razonó en diálogo con El País el ministro Lema, uno de los (hoy) principales impulsores de su precandidatura.

Las encuestas, todavía, marcan una brecha importante entre ambos. Incluso hay una cuyos resultados ya circulan entre dirigentes cercanos a Delgado que marcan una distancia de “cuatro a uno” a favor del secretario de la Presidencia, lo cual confirma su favoritismo en esta interna nacionalista y una brecha de varios puntos con su inmediato seguidor, que es la economista.

En el entorno de Raffo son conscientes del desafío que supone acortar la distancia que, en un escenario más optimista como el la última encuesta de Equipos -que divulgó Búsqueda días atrás- hay entre ambos una diferencia de 21 puntos porcentuales (32% contra 11%, en la medición de preferencias espontáneas).

Pero confían en el componente “desafiante” que representa su figura y en reeditar un típico fenómeno blanco: que el que comienza bien abajo dé el batacazo sobre el final, como hizo en 2014 el hoy presidente Luis Lacalle Pou o, de forma menos vertiginosa, Luis Alberto Lacalle Herrera en 2009, en ambos casos sorprendiendo a Jorge Larrañaga.

“La polarización no hace bien al partido”, cuestionó Argimón

Beatriz Argimón está conforme con los primeros pasos que está dando su novel sector Futuro Nacional, que inauguró el jueves pasado su Centro de Estudios. Dice que está concentrada en este proyecto porque, entiende, se trata de un fundamental aporte para el partido, ya que se propone “captar perfiles distintos” y afirmó estar convencida de que conformará “una columna” propia. Pero, advirtió, aún está lejos de tomar una definición electoral. “Yo estoy construyendo desde otro lugar, tratando de pensar propuestas y siguiendo un camino propio”, dijo a El País la vicepresidenta, y agregó que no compartía “la ansiedad” que ve en algunos compañeros de su fuerza política. En ese sentido, apuntó: “No creo que la polarización haga bien al partido; ojalá aparezcan más opciones que lo dinamicen”.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

premium

Te puede interesar