Las drogas en el centro de la campaña: las propuestas y cruces entre los partidos sobre la regulación

El Frente Amplio plantea "analizar y promover estrategias de regulación de los mercados" mientras que la candidata vice de Cabildo dice que la política del gobierno "parece el reino del revés".

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Venta de cannabis legal en farmacia.
Venta de cannabis legal en farmacia.
Foto: Fernando Ponzetto

Redacción El País
Desde el comienzo de la campaña, Cabildo Abierto intentó instalar el problema de las adicciones a las drogas como uno de los puntos de debate en el ámbito político. Apuntó contra las políticas del gobierno —criticó de manera directa a la Junta Nacional de Drogas—, cuestionó el programa del Frente Amplio y reprochó que se “ha naturalizado” el cannabis por la venta en las farmacias. Pero no son los únicos que incluyeron a la droga en sus programas. Una de las propuestas del Partido Nacional es la creación de espacios de tratamiento para adolescentes con consumo, y una del Partido Colorado es generar planes focalizados en personas privadas de libertad.

También lo incluyó el Frente Amplio, que propone “desarrollar un sistema de prevención vinculado al consumo problemático de drogas que contemple acciones de promoción de la salud, desarrollo de habilidades sociales y capacidades psicosociales, así como de gestión de riesgos”. Y la oposición tiene otro punto en el programa que le generó críticas desde Cabildo Abierto. La izquierda plantea en sus bases programáticas “analizar y promover estrategias de regulación de los mercados, como instrumentos para la lucha contra el narcotráfico, teniendo en cuenta las experiencias fallidas de la guerra a las drogas”.

La candidata a vicepresidenta de Cabildo Abierto, Lorena Quintana, apuntó en diálogo con La Mañana que el Frente Amplio busca que se venda “cocaína y éxtasis en el Abitab, en la farmacia”. La cabildante, además, criticó en reiteradas oportunidades que la política de la Secretaría Nacional de Drogas —cuyo titular es Daniel Radío, del Partido Independiente y socio de la coalición— es similar a la del gobierno anterior, con la mirada puesta en la reducción de riesgos y daños. Y la médica opinó de manera tajante contra su gestión: “Trata de cambiar el índice de THC (tetrahidrocannabinol, principal psicoactivo del cannabis) para que la droga pegue más. Eso parece el reino del revés, es increíble”.

Quintana hizo referencia a la decisión del gobierno de comenzar a vender una variedad de cannabis en farmaciascon mayor THC que disponibles. Esta nueva opción, que se llamará Épsilon, se anunció para antes de que termine el año.

Marihuana - venta de farmacias
Cannabis.
Foto: Fernando Ponzetto

Ideas

Otra de las propuestas del Frente Amplio es “asegurar el acceso a la información y educación respecto al uso de drogas que permitan reducir los daños asociados apoyando la realización de proyectos de desarrollo comunitario sustentable en las zonas vulnerables, en particular en aquellas donde ocurran actividades delictivas vinculadas a los mercados de drogas”. También proponen medidas de “prevención vinculado al consumo problemático que contemple acciones de promoción de la salud, desarrollo de habilidades sociales y capacidades psicosociales, así como de gestión de riesgos”.

Dentro de la coalición, el Partido Nacional propone “fortalecer el sistema integral de atención en salud mental y uso problemático de drogas creado, en articulación con los distintos actores (MVOT, MTSS, ASSE, MSP), enfocados en las soluciones habitacionales especializadas y promoviendo la autonomía a través de la inclusión laboral”.

El Partido Colorado, por su parte, quiere crear 10 centros de tratamiento y rehabilitación en diferentes puntos del país para sumar hasta 500 camas de internación.

Cabildo Abierto vs. Radío

Ante las críticas de Quintana, Radío apuntó que “toda la evidencia demuestra que está equivocada”.El secretario general de la Secretaría Nacional de Drogas afirmó que no está “de acuerdo para nada” con la postura de la candidata a vicepresidenta; y añadió en diálogo con el medio de Soriano Agesor: “Pero bueno, estamos en campaña electoral, tiene todo el derecho a decir esas cosas. Pero van contra toda evidencia”.

Y continuó: “Dice que no se entiende el mercado” pero, en realidad, no lo comprenden los que “creen que se puede impedir que la oferta se encuentre con la demanda". "¿Creemos que vamos a poder en Uruguay con esa guerra? Eso es gastar plata, pólvora en chimango, porque no resulta”, dijo, sin nombrarlo, en referencia a la política que quiere implementar el partido que tiene como candidato a presidente a Guido Manini Ríos.

Además, ante la pregunta de si es una guerra perdida la lucha contra las drogas, contestó: “Es inútil porque no la va a ganar nunca nadie. En cualquier lugar del mundo —no solo en Uruguay— que se quiera consumir, se consume. Nadie se queda con ganas de consumir”. Además, argumentó que los países prohibicionistas “no resolvieron nada”. Y agregó que se quiere “trasladar un discurso de ser tolerancia cero y en realidad es donde tienen más problemas”.

"Legitimación de los consumos”

A nivel nacional, ocho de cada 10 jóvenes entre 13 y 17 años ingirió alcohol y uno de cada cuatro consumió cannabis, según datos del Observatorio Uruguayo de Drogas que se presentaron en 2022. En estudio, además, arrojó que hubo un mayor nivel de consumo entre las adolescentes del sexo femenino en comparación al masculino. Así como también constató un “impacto de la exposición al consumo en el hogar, mayor accesibilidad a las sustancias y una legitimación de los consumos”

La postura de los políticos jóvenes

Quien tiene una posición a favor de regular los mercados de drogas es el grupo denominado Juventudes político-partidarias de Uruguay, coordinadas por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Estos jóvenes presentaron en agosto un documento con acuerdos a cinco candidatos a la Presidencia.

Allí se plantea que “para abordar de manera efectiva la lucha contra el narcotráfico”, entienden “necesario abandonar el paradigma prohibicionista que ha prevalecido durante décadas”. Argumentan que “este enfoque, en lugar de reducir el consumo de drogas, ha contribuido al aumento de la violencia y la corrupción, especialmente en los países productores y de tránsito”.

En esa línea, entienden que “la regulación de los mercados de drogas podría ser una alternativa viable, permitiendo un control más efectivo sobre la calidad y distribución de las sustancias, disminuyendo así el poder del crimen organizado y reduciendo los daños asociados al consumo no regulado”. Y creen que es “crucial desestigmatizar el consumo de determinadas sustancias, entendiendo el consumo de drogas como un problema de salud pública más que como un delito”.

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