Las personas que viven en la calle en el centro de la campaña, ¿qué propone cada candidato?

Referentes del Frente Amplio y del Partido Nacional detallan cómo abordarían la problemática; se plantea desde darles viviendas a relocalizar los refugios.

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Persona en situación de calle. Foto: Juan Manuel Ramos
El Frente Amplio hizo hincapié en que la “situación de calle es el emergente de una problemática social.
Foto: Archivo El País

Redacción El País
Las personas que viven en la calle -y toda la problemática alrededor, como el porqué y las posibles soluciones- vuelven a ser centro de discusión en la campaña electoral. Una simple recorrida por el Centro de Montevideo es una muestra de que aún no se le encontró una salida. Pero la situación no es única a la capital sino que ha crecido en otros puntos del país. A semanas de las elecciones internas, los equipos de los candidatos ponen arriba de la mesa las propuestas para encarar una situación que, admiten, es difícil por la cantidad de aristas que involucra.

Uno de los puntos en los que coinciden desde el Frente Amplio y el Partido Nacional -las dos principales fuerzas políticas del país- es que el modelo de intervención housing first -en español, primero la vivienda- es una de las políticas a llevar adelante. A grandes rasgos, significa darle un lugar a la persona donde vivir (un paso más adelante que los refugios) a través de diferentes mecanismos.

Desde el equipo del candidato frentista Yamandú Orsi, el sociólogo Juan Pablo Labat comentó a El País que hay “saberes acumulados” que indican que “hay que profundizar en el modelo housing first”, e hizo hincapié en que dar la vivienda debe ir unido de apoyo y acompañamiento.

En ese sentido, indicó: “Esto no es ‘te doy la llave del contenedor y a partir de ahora te convertís en una persona que tiene autonomía y libertad’. Se ha jugado mucho con estas palabras en este gobierno, y las han vaciado de contenido. La autonomía es una cuestión muy relativa y muy compleja. Los que estamos bien integrados a la sociedad y no tenemos ningún problema de carencias, tampoco somos autónomos, ni dejamos de ser dependiente del Estado, ni un montón de cosas que usaron para hacer política que no ayudan a entender el fenómeno”.

Desde el lado del candidato nacionalista Álvaro Delgado proponen “ampliar la atención con un enfoque basado en la vivienda a través de la expansión del programa Viviendas con Apoyo”. Esta iniciativa surge a partir del modelo de vivienda de alquiler social, y brinda estadías de larga duración a población vulnerable a través de un convenio del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) con la Agencia Nacional de Vivienda.

Maria Fernanda Auersperg, directora de Protección Social del Mides
Maria Fernanda Auersperg, directora de Protección Social del Mides
Foto: Leonardo Mainé

Otra de las propuestas de Delgado es seguir con la política de convertir los centros para personas sin hogar en lugares de atención durante las 24 horas. La directora nacional de protección social del Mides, Fernanda Auersperg, comentó a El País que “se demostró en el mundo que el modelo de los centros nocturnos no es eficiente en términos económicos ni eficaz en que las personas logren egresar del sistema”. Aclaró, no obstante, que esto no significa que dejen de existir ya que es el “respuesta de emergencia para el que hace uso intermitente del sistema”.

Este es un punto en el que coincide el candidato colorado Andrés Ojeda ya que, según comentaron desde la coordinación de su programa, quieren “continuar con la reconversión de los centros nocturnos”.

Además (y vinculado a los refugios), desde el Partido Nacional se propone “avanzar en el proceso de relocalización de los centros de atención para personas sin hogar, tomando en cuenta tanto los informes de los reportes como las características socio-urbanas de la ciudad”. Auersperg, en ese sentido, marcó que el 50% de la población en calle se concentraba en el municipio B, lo que generaba “conflicto a nivel de vecinos”, y por eso ya durante este gobierno se comenzó con la transformación de los centros nocturnos en hogares de 24 horas. Y, siguiendo por ese camino, se va a buscar llevar estos lugares de estadía a puntos “no tan poblados” mirando las características de la zona.

Para Labat, en tanto, “no hay nada sustantivo que inventar que no esté ensayado en alguna medida” de las que ya se ha aplicado, pero considera que hay que hacer cambios “radicales” en lo cualitativo en la “propuesta técnica” que “se ha devaluado muchísimo” durante este gobierno. No obstante, también criticó la gestión del Frente Amplio al decir que lo que “ofrecía el equipo técnico que atendía refugios no era suficiente para tener expectativas de egreso del programa”.

Pobreza en Montevideo
Ministerio de Desarrollo Social.
Foto: Archivo El País

Multifactorial

Labat, del Frente Amplio, hizo hincapié en que la “situación de calle es el emergente de una problemática social donde se acumulan distintos tipos de pobrezas, como la precariedad en general y de vivienda”. Y continuó: “Pero también está la pobreza vincular”, algo que se relaciona con el haber estado en la cárcel.

Un mix de razones que plantea el frenteamplista lo hacen asegurar que, “cuando se plantea cómo se soluciona el problema calle, se tiene que pensar en cómo se solucionan buena parte de los problemas de exclusión social, porque uno es un corolario del otro”.

En ese sentido, una de las propuestas de Ojeda, que se orienta a la población carcelaria, es “fortalecer los programas de contratación de personas liberadas”, en línea con la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado (Dinali).

Desde el Frente Amplio, Labat apuntó que darles un empleo a las personas que viven en la calle durante seis u ocho meses “no es la solución”, y que se “precisan puntos más estables y programas de más largo plazo”. Y marcó que, además, sigue el “grave problema de poder convencer a quienes siguen queriéndose quedar en la calle porque no aceptan las propuestas de refugios que existen”. Por lo tanto, propone que se siga “ampliando y diversificando la oferta”, algo que ha hecho este gobierno” y se debe continuar con la “experimentación”.

PROBLEMÁTICA

Es unánime la importancia que se le da a la salud mental

Vinculado a la salud mental y el uso de drogas -uno de los puntos en los que se hizo hincapié en el último tramo del gobierno-, Delgado propone “diseñar e implementar un sistema integrado” que evalúe y monitoree la “red nacional” que se creó y que conecta varias instituciones.

La directora de Protección Social del Mides explicó a El País que se busca poder saber de “manera certera” cómo funciona el sistema como, por ejemplo, “ver si se logra el egreso de la persona (y consigue la autonomía) después de que salió del hospital y pasó por un centro del ministerio”.

Así como también se plantea “continuar trabajando en el abordaje comunitario de la salud mental, aumentando el número de centros diurnos” en todo el país.

En una línea similar, Labat se refirió a que el consumo problemático de sustancias y la salud mental son “tópicos fuertes” sobre los que trabajar.

Pero también marcó que proponen “volver a tener un vínculo fuerte con la academia”, algo que “se rompió en este gobierno y fue un error” porque la “fortaleza de las políticas sociales ha venido también de apuntes que ha hecho esta -muchas veces durísimos”.

Además, el frenteamplista planteó la necesidad de un “fuerte monitoreo externo de la situación, con participación e investigación en el campo de muchos planes pilotos de una amplia y diversa oferta de variantes para ver cuáles tienen las mejores soluciones (y en qué lugares porque no es lo mismo la exclusión social en área metropolitana que en un pueblo del interior)”.

La salud mental, al igual que para el Partido Nacional y el Frente Amplio, es importante para Ojeda, que tiene dos propuestas: la “creación de centros de salud mental en los 19 departamentos que puedan expandir la cobertura”, y la “ampliación de centros especializados en tratamientos de salud mental y adicciones para personas en situación de calle”.

Pobreza en Montevideo
Pobreza en Montevideo.
Foto:Archivo El País
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“Problema mayor” al que refleja el censo

Los últimos datos oficiales disponibles del Ministerio de Desarrollo Social muestran que aumentó un 24% la cantidad de personas en calle en Montevideo en comparación a 2021.

Las cifras del censo -que se publicaron en agosto- indicaron que hace dos años había 2.215 personas y en 2023 se incrementó a 2.755.

De esas 2.755 personas de 2023, 1.395 estaban en refugios del Mides y las restantes 1.360 a la intemperie.

El ministerio, además, informó que el 89% de las personas en calle eran varones, y que tenían una edad promedio de 39 años. La mayor parte eran uruguayos -solo encontraron 28 extranjeros- y el 29% tenía ascendencia afro.

Más de la mitad de los relevados (67%) respondió que trabajaba. De estos, el 52% era cuidacoches o lavaba autos, y el 21% se desempeñaba en la feria o era vendedor ambulante.

¿Cuáles son los principales motivos por los que terminaron en calle? El 43% respondió que por la ruptura de vínculos, el 35% por adicciones, el 15% por insuficiencia de ingresos o pérdida de trabajo, y el 14% por la pérdida de un familiar.

Y el 91% declaró que consume algún tipo de sustancia, y el 72% que lo hacía de forma diaria al momento del censo.

Desde el Frente Amplio, el sociólogo Juan Pablo Labat -que integra el equipo de Orsi- apuntó que los “conteos que se han hecho -a partir de los cuales se arman sendas discusiones políticas- son una foto del problema pero (que) hay muchos otros elementos a tener en cuenta”.

En ese sentido, continuó: “Uno hace un censo de calle y encuentra unas 3.000 personas entre las que están en los refugios y en la intemperie, pero resulta que los registros administrativos dicen que pasan unas 7.000 u 8.000 personas al año por los refugios. Quiere decir que hay una gran población itinerante que a veces está y a veces no está, lo que marca que es un problema mucho mayor” que el que refleja este relevamiento.

Además, apuntó al gobierno: “Entonces, aquello de que este era un problema de gestión, un problema de enfoque... Creo que hoy estamos en condiciones de hacer sentar a todos los actores del sistema político a atender este asunto sin la simpleza de tener un juicio muy liviano ni el oportunismo de usarlo para cuestiones electorales”.

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