Redacción El País
Las reacciones del sistema político fueron las esperadas o al menos muy similares a otros discursos realizados por el presidente Luis Lacalle Pou en los años anteriores cuando acudió a la Asamblea General el 2 de marzo para rendir cuentas y proyectar lo que haría en los siguientes 12 meses. En el oficialismo se destacó todo lo concretado con especial énfasis en la condición de “estadista” del presidente, mientras que en la oposición se criticó duramente lo que resta por hacer, al punto tal de plantear que el mandatario “vive en otro país”.

Pasado el mediodía de ayer, con el repaso hecho por Lacalle Pou recién finalizado, fueron varios los dirigentes blancos que eligieron el término “estadista” para resumir la oratoria del presidente. Lo utilizaron dos precandidatos nacionalistas, Álvaro Delgado y Jorge Gandini, y el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema.

Más efusivo aún fue el senador Sebastián Da Silva que dijo fue un “discurso irrebatible, contundente” y luego, como acostumbra, envió un duro mensaje a la oposición. “Es la mejor vacuna para el berrinche del Frente Amplio”, sostuvo.

Delgado, que planteó su campaña interna mostrándose como el candidato de la “reelección”, indicó que “no solo se cumplió con lo que se prometió sino que se hizo mucho más”. “Seguramente uno compara el 2023 con el 2019 y la cantidad de indicadores que hoy se manejaron (en materia económica, salario real, menos desempleo, más inversión, menos inflación) son todos datos de la realidad que no se pueden discutir. Se puede discutir conmigo, con los ministros y con el presidente. No se puede discutir con la realidad; los datos son objetivos”, dijo el precandidato, favorito en la interna blanca, según las encuestas. Y agregó: “A veces les cuesta entender por qué no hicieron las cosas antes cuando hubo 15 años de bonanza económica y mayoría propia”.

Foto: Leonardo Maine/Archivo El País.

Otro de los precandidatos, Gandini, resaltó que el discurso remarcó el “eje vertebral fundamental” que tiene el gobierno de Lacalle Pou que “es la libertad”. E hizo hincapié en la mención hecha por el presidente de que aún resta el último año “para hacer cosas”.

Una lectura similar hizo el ministro Lema que destacó de la oratoria del mandatario que “las acciones no son aisladas y son integradas en base a un eje fundamental que es la libertad”. Y remarcó un elemento propio de su cartera: “el primer paso de la libertad personal es la salud mental”.

Laura Raffo, la otra postulante en la interna blanca que se ubica segunda en la contienda de acuerdo a las encuestas, también celebró el mensaje de Lacalle Pou, pero rápidamente colocó la mira en su estrategia de campaña. “Nuestra propuesta es tomar lo hecho, hacer pie en este gran escalón de transformaciones, para iniciar una segunda etapa de transformación con una renovación, un nuevo equipo, que continúe con darle más bienestar a todos los uruguayos”, sostuvo.

Lo mismo hizo al responder sobre temas específicos como el combate a la delincuencia. “Hay que reconocer que se quebró la tendencia de suba de los delitos y por eso nosotros para la próxima etapa de transformaciones lo que estamos asegurándoles a los uruguayos es allanamientos nocturnos con orden de un juez, duplicar las cámaras de videovigilancia y reforzar a la guardia republicana”, afirmó.

El precandidato colorado Gabriel Gurméndez fue otro de los que, luego de destacar logros anunciados por Lacalle Pou, planteó como el mayor debe la seguridad y para el cual planteó la necesidad de lograr una política de Estado. “Este tema merece de los uruguayos antes, durante y después de la elección acuerdos mínimos necesarios. El narcotráfico es el enemigo público número uno de la sociedad uruguaya que envenena a nuestros jóvenes y es la causa de la violencia”, dijo.

Otros miembros del gabinete también defendieron la gestión realizada. El ministro de Defensa, Javier García, resaltó que Lacalle Pou hizo un “discurso antigrieta” y que mostró la realidad de un país que ha mejorado sensiblemente a pesar de todas las dificultades”. El titular de Trabajo y referente del Partido Independiente, Pablo Mieres, optó por citar una frase del líder frentista Líber Seregni: “Los hechos son porfiados”. “Y los hechos son porfiados y vamos a terminar este período de gobierno con más empleo, prácticamente las mejores cifras en una década, mejores salarios y poder adquisitivo por encima de 2019 y de 2018, con obras para la gente, que llegan a la vida concreta de las familias, con una economía en crecimiento” indicó el ministro.

Con matices, desde el Frente Amplio el escenario que narró Lacalle Pou distó mucho de la realidad que perciben los legisladores de la oposición. Uno de los más duros fue el senador por el Movimiento de Participación Popular, Alejandro Sánchez, quien aseguró: “El presidente no vive en el mismo país que nosotros”. Y enumeró varias situaciones a las que Lacalle Pou no hizo referencia. Sobre seguridad, dijo que se terminará “con el quinquenio de mayor letalidad de homicidios”. “Habló de las viviendas, pero de las 50.000 que se prometieron no habló nada. Nos habló del saneamiento; ahora dijo que eran 61 localidades cuando en el año 2020 dijo que eran 260. Hay un bajo cumplimiento de los compromisos”, insistió.

El precandidato Mario Bergara valoró que la exposición fue “republicana” y que eso llevó al Frente Amplio a acompañar aplaudiendo en momentos. Pero criticó que no se hable de temas pendientes. “No hubo ninguna referencia, por ejemplo, a que la economía uruguaya hace un año y medio que no crece”, sostuvo.

El dos veces presidente de la República, Julio María Sanguinetti, ha sido un socio clave para que la coalición multicolor se mantenga unida y haya superado complejos episodios de tensión política entre sus partidos. También durante los cuatro años que lleva la administración Lacalle Pou tuvo gestos que buscaron ser “antigrieta” y reforzar la convivencia democrática entre fuerzas políticas que piensan distinto. Renunció a su banca de senador el mismo día que el expresidente José Mujica y asistió junto al exmandatario frenteamplista y Lacalle Pou a la asunción del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

Desde esa misma concepción, ayer, tras el discurso de Lacalle Pou, lo que destacó Sanguinetti fue ver “a la oposición aplaudiendo ciertos pasajes y al final poniéndose de pie. “Eso es lo que vale. En la democracia los gestos son sustancia, no son formalidades. Y eso cuando uno lo compara muestra el ejercicio democrático en su plenitud. Me voy muy feliz”, concluyó.