"Nadie es más que nadie": senadores condenaron a Gustavo Penadés y votaron su destitución

Amparados en el artículo 115 de la Constitución, los senadores del oficialismo y la oposición pidieron la remoción de Penadés "por actos de conducta que le hicieren indigno de su cargo".

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Redacción El País
Senadores de todos los partidos políticos que integran el Senado aprobaron por 29 votos en 29 presentes la destitución de Gustavo Penadés con base en el artículo 115 de la Constitución, tras la imputación por 22 delitos sexuales. Dicho artículo señala que con dos tercios de votos del total se podrá expulsar a un miembro "por imposibilidad física o incapacidad mental superviniente a su incorporación, o por actos de conducta que le hicieren indigno de su cargo, después de su proclamación".

En principio, tanto el Partido Nacional como el Frente Amplio plantearon, por separado, expulsar a Penadés del Senado pero, tras algunas horas de negociación, acordaron una misma moción.

La moción que inicialmente había presentado el Frente Amplio también incluía la solicitud de renuncia del ministro del Interior, Luis Alberto Heber. "Queremos manifestar y declarar que de acuerdo con toda la información pública esto no solo compromete al senador Penadés sino a otros miembros, principlamente al ministro del Interior, Luis Alberto Heber, en la medida en que se tejió una trama para el salvataje de su amigo, en quien confiaba de una manera contundente en declaraciones que hizo en el pasado así como lo hicieron otros miembros del gobierno, incluyendo al presidente de la República", expresó en conferencia de prensa el senador Enrique Rubio.

Tras la votación, los primeros en tomar la palabra para justificar el voto fueron los senadores del Frente Amplio. Enrique Rubio indicó que "es un asunto grave y triste" y que "la sociedad uruguaya ha sido conmocionada, y el sistema político por ser parte de ella". Se trata de un "asunto doloroso en el cual el sistema político debe dar una respuesta inmediata y contundente", expresó.

Óscar Andrade, en tanto, dijo que es "obligatorio pararse en el lugar de las víctimas", que son "en general, niños pobres abusados". Y pidió "reaccionar" ante los intentos "del aparato del Estado para que la investigación fracasara con la utilización de la Policía, con funcionarios de la Corte Electoral".

De parte del Partido Nacional, la senadora Graciela Bianchi dijo que esta "es una situación que impacta a todos" por tratarse de "hechos deleznables, execrables, y que es cierto que no tienen precedentes en el Parlamento y la historia del país". "Es cierto que Penadés tiene la presunción de inocencia que lo va a acompañar hasta que la condena esté firme. Pero el Senado de la República tiene, cuando se trata de la conducta de sus pares y hemos defendido esto en otros casos, una postura similar a los jueces. Jurisdiccional sobre la conducta de los pares. En este momento no necesitamos esperar la resolución del Poder Judicial porque tenemos la convicción suficiente de que se han cometido actos absolutamente rechazables. En consecuencia, no estamos vulnerando ningún principio fundamental, al contrario", expresó y luego concluyó: "Parece que nunca se termina de conocer a las personas".

Sergio Botana, también del Partido Nacional, aseguró que "la fiscal y la Justicia han actuado con apego a la ley, a los procedimientos, por lo cual la institucionalidad del Uruguay está salvada en su buen funcionamiento".

El senador Sebastián Da Silva, en tanto, dijo que "es hora de pedir perdón a cada una de las víctimas de este espantoso episodio". "A las víctimas y sus familias. Perdón en nombre de los que, estando al lado, no nos dimos cuenta de que estábamos al lado de un monstruo. Tengo culpa de no haberme percatado de lo que estaba pasando. No puedo evitar mi propia culpa pese a que nunca le creí", lanzó el dirigente del Partido Nacional.

"No cabe otra palabra que pedir perdón. Perdón por no habernos dado cuenta antes. Como blancos, perdón. Perdón, he fallado como blanco en no haberme dado cuenta de estas cosas", sentenció.

La senadora Silvia Nane, del Frente Amplio, dijo a su turno que es necesario "internalizar que a las víctimas se les cree". "Quiero reiterar la frase de la relatora de las Naciones Unidas (Mama Fatima Singhateh) que hizo en junio y decía 'es necesario cambiar la cultura que normaliza la explotación sexual y el abuso infantil en Uruguay'. Y recordemos que a la relatora el presidente del INAU (Pablo Abdala) la mandó callar diciendo que sus expresiones no tenían ningún asidero con la realidad", lamentó Nane.

"Bueno sería -además de escuchar esta expulsión que está haciendo el Senado- a todos aquellos que, apoyando al amigo, hoy tienen que admitir ante la ciudadanía la responsabilidad institucional que les cabe. No solamente pedir disculpas acá en este ámbito cerrado. Todo el manejo de la situación fue penoso. Declaraciones de altas jerarcas del gobierno, conferencias de prensa en el Parlamento, apoyo de altos jerarcas de la primera línea de la coalición, senadores de la coalición, y todavía el delito no se ha comprobado pero hay mucha complicidad del aparato del Estado en esto, y eso también tiene que demandar acciones posteriores", concluyó.

La vicepresidenta de la república y presidenta del Senado, Beatriz Argimón, fue la última en tomar la palabra antes de que la sesión se corte para un cuarto intermedio. Según dijo, con esta sesión se dio una "señal" de que "nadie es más que nadie". Además, habló sobre "la situación de las víctimas que se animaron a denunciar, porque denunciaban a alguien con poder". "Hoy hablamos de un senador, pero es un jefe o una jefa con un subordinado, es alguien que tiene dinero con alguien que está pasando una situación de vulnerabilidad. Por eso muchas veces decimos que cuando alguien habla o plantea un abuso, lo primero es no desacreditar a quien lo dice sino escuchar con atención", manifestó.

El pasado 7 de junio, un día después que el senador renunciara al Partido Nacional, el Senado votó por unanimidad el desafuero de Penadés ante el pedido de la fiscal de Delitos Sexuales Alicia Ghione. Una vez votado el desafuero y firmado por la vicepresidenta Beatriz Argimón, se envió el trámite a la Suprema Corte de Justicia y fue convocado el senador Rodrigo Blás para ocupar el lugar que quedó vacante.

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