Después de que usuarios del comedor n.°3 de Peñarol del Instituto Nacional de Alimentación (INDA) reclamaran que recibieronviandas con alimentos en mal estado —carne picada cruda y legumbres sin la cocción completa— durante los últimos meses, el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, visitó las instalaciones para hacer un control de la calidad.
A Lema lo acompañó el director del INDA, Ignacio Elgue, quien aseguró a El País que la denuncia les “prendió una luz amarilla del servicio” que brindaban y ajustaron los “controles”. Además de que se comenzará a implementar una encuesta permanente de “mejora de calidad del comedor” como se hace con el Plan de Alimentación Territorial del Mides, añadió el jerarca.
Los problemas, tal como informó El País la semana pasada, comenzaron con el cambio de proveedor que se realizó en setiembre.
En ese sentido, Elgue contó que se reunieron con el proveedor esta semana y conversaron para que se “ajustaran los controles de calidad y trabajar en conjunto para un mejor servicio”. La empresa —indicó el cabildante— se “mostró muy comprometida con la propuesta” que le hicieron desde el INDA.
Marina Saravia, la usuaria del comedor n.°3 de Peñarol que ofició de portavoz de las denuncias de comida en mal estado, contó hoy a El País que hubo una mejoría en los alimentos en los últimos días. Y que, a partir de que se difundió en los medios de comunicación, más personas se le acercaron para comentarle sobre problemas gastrointestinales que tuvieron por el consumo de las viandas.
Tal como informó El País la semana pasada, Saravia pertenece a un grupo de personas que hizo un primer reclamo en octubre —cuando se presentó una carta con unas 100 firmas al organismo— dando cuenta de la situación. Y, dada la falta de respuesta, volvieron a insistir.
La primera denuncia que se recibió desencadenó en que las nutricionistas del instituto hicieran un seguimiento de los alimentos que se brindan y del proceso de elaboración de la empresa. Este proceso administrativo concluyó -indicó el director cabildante- que a los usuarios les afectó el cambio de proveedor, aunque sostuvo que hoy las viandas cumplen con las condiciones nutricionales establecidas y las pautas en el pliego de la licitación.
Saravia, por su parte, denunció la semana pasada que los problemas con los alimentos son “permanentes”. Explicó que para algunos es la “única comida del día”, y señaló que por “diferentes circunstancias de la vida” no tienen otra alternativa que ir a buscar las viandas. “No nos queda otra, no hay opción”, indicó, y aseguró que hasta ese entonces había “hecho de todo” para tratar de que cambiara el estado de los alimentos.