Leonardo Cipriani: “ASSE no paga más una cama a un centro privado por $ 140.000”

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Leonardo Cipriani, presidente de ASSE. Foto: Darwin Borrelli
Nota a Leonardo Cipriani, Presidente del Directorio de la Administracion de los Servicios de Salud del Estado, Asse, en su oficina en Montevideo, ND 20210513, foto Darwin Borrelli - Archivo El Pais
Darwin Borrelli/Archivo El Pais

LA ENTREVISTA DEL DOMINGO

El presidente de ASSE advierte que la anterior administración gastó de más, por ejemplo en el alquiler de camas a privados, y que -pese a concursos- contrató a directores de hospitales no capacitados.

Le aseguró al presidente Luis Lacalle Pou que el sistema de salud no se iba a saturar y que se podía contener la situación sumando camas de CTI. Ahora, Leonardo Cipriani sostiene que las medidas tomadas por el gobierno han sido suficientes, y que los datos así lo demuestran.

Por otro lado, el presidente de ASSEadvierte que la anterior administración gastó de más, por ejemplo en el alquiler de camas a privados, y que -pese a concursos- contrató a directores de hospitales no capacitados.

-¿En qué situación epidemiológica está hoy Uruguay?

-Hoy en día Uruguay está netamente meseteado. Pero estamos con un nivel de meseta alto. Con un promedio de entre 1.900 y 2.000 casos diarios. Y esto se traslada a las internaciones que se generan. En ASSE la semana pasada teníamos un promedio de 155 pacientes por día en CTI, en esta semana pasamos a 148. Tengo en la parte de estadísticas al doctor Juan Gil, que pertenece al GACH, y me ha mostrado que ha bajado la mortalidad y la internación de adultos mayores. Veo una luz de esperanza.

-¿Qué tan saturado está el sistema?

-Hay un buen nivel de ocupación porque hemos aumentado la cantidad de camas: en cuidados moderados estamos en 65% y en terapia intensiva siempre andamos entre 77% y 80%. Tenemos 260 camas de CTI y 67 unidades respiratorias agudas, que se llaman así porque el personal no está conformado en un 100% por intensivistas, aunque estos profesionales dirigen las áreas. Es como un paso previo al CTI, y muchos salen de alta desde allí sin llegar a cuidados intensivos.

-¿Qué porcentaje de ocupación tienen estas camas hoy?

-El 73%. Y están distribuidas en todo el país. En el futuro, como parte del plan de descentralización que queremos llevar adelante, las vamos a terminar convirtiendo en camas de CTI.

-Pese a esto, ¿hay en algún departamento una situación de saturación?

-Hay que tener en cuenta que nosotros entendemos a ASSE como un conjunto. Y esto antes no era así. Cuando yo entré, el Hospital de Rivera no se hablaba con el de Tacuarembó. Si había que hacer un traslado desde Rivera el paciente iba al Maciel y al Pasteur, sin importar que tenía Tacuarembó a 100 kilómetros. A Artigas le pasaba lo mismo, y ahora se trasladan para Salto. Los centros estaban como peleados. Esto pasaba con otras cosas también. Pacientes de Maldonado si necesitaban un angiógrafo iban a un privado de Montevideo en vez de ir al Maciel, donde hay uno. En Rivera esta semana estuvo al 100% el CTI y al 50% las unidades respiratorias agudas, se hicieron traslados, pero se hicieron a Tacuarembó. ¿Para qué ir hasta Montevideo? Por momentos hay puntos que sí se van ocupando del todo, pero sumamos 50 ambulancias especializadas para poder hacer los traslados de forma rápida.

-Algo que se denunció desde la oposición en el gobierno pasado es que ASSE contrataba servicios afuera para ayudar a mutualistas que estaban con severos problemas económicos. ¿Se encontró con esa realidad?

-Así no la encontré. Hay que tener en cuenta que el sistema se tiene que complementar, si yo tengo angiógrafo y el otro no lo tiene yo se lo tengo que dar. Lo que sí tenemos que tener es negociaciones claras con precios justos para ASSE. Los precios de venta de ASSE suelen ser más bajos que en el ámbito privado, y eso sí es un problema.

-¿Con qué situaciones de esas características sí se encontró?

-Acá no se paga más una cama $ 127.000 o $ 140.000 por día. Una tomografía a $ 27.000 tampoco se paga más. Se paga al valor del mercado. Esas cosas sí las estamos trabajando, porque nos hemos encontrado con situaciones extrañas. Tenemos un control de auditoría muy estricto que se hace desde SAME 105 y vemos también las facturas de los procedimientos. Y cuando hay algo que no corresponde no se paga.

Leonardo Cipriani, presidente de ASSE. Foto: Darwin Borrelli
Leonardo Cipriani, presidente de ASSE. Foto: Darwin Borrelli

-¿Cuánto pagan ahora por una cama?

-Ahora se paga en el entorno de los $ 38.000. Cuando yo entré había centros que cobraban $ 30.000 y otros $ 140.000.

-¿Quiénes cobraban 140.000?

-No importa. Ahora lo que hicimos fue una negociación correcta.

-Importa sí...

-Yo no voy a decir a qué centros privados se les pagó eso. Lo que hicimos fue arreglarlo. Lo hicimos apoyándonos en la Junta Nacional de Salud (Junasa) que marcó los criterios. Por ejemplo, ahora el precio de la cama Covid, de privado a ASSE o de ASSE a privado, es algo que se estipuló con expertos que marcaron cuál es el costo real.

-¿Cuál es?

-Son $ 67.000 y es lo que vale. El paciente Covid es muy costoso, porque suele estar intubado, con un requerimiento muy alto de oxígeno, con un requerimiento muy alto de medicación, que implica prácticamente un enfermero por cama, y hay que hacerle permanentemente diálisis… Es un paciente muy complejo. Es un paciente que para el Estado, para la población uruguaya, tiene un costo alto.

Sala de CTI. Foto: Archivo El País
Sala de CTI. Foto: Archivo El País

-Cuando empezó la pandemia la gran mayoría de los pacientes que llegaban al CTI eran de clase alta o media alta, socios de seguros privados o mutualistas. ¿Cuál es la situación actual?

-Eso ya no es así. Cuando no estaba la variante P1 en ASSE teníamos la pandemia muy controlada. Ahora el perfil es otro, son pacientes jóvenes, de características obesas y que muchos se atienden en los hospitales públicos. Yo suelo ir y caer de sorpresa a los centros de cuidados intensivos. Sé de lo que hablo.

-¿Qué quiere decir que son jóvenes?

-En la última ronda que hice, que fui a Paysandú, Salto y Rivera, eran muy jóvenes. El de menos edad tenía 27 años y el pico era de un señor de 81, pero este se estaba yendo de alta. El común denominador tiene entre 30 y 60 años, y 90% son obesos.

-A veces se confunde el sobrepeso con la obesidad. ¿Qué implica que sean obesos?

-Son gordos. La definición de obesidad se hace por el índice de masa corporal. Lo que se calcula es el peso sobre la talla al cuadrado. O sea, el peso divido la altura al cuadrado. Si el resultado es mayor de 30 es obesidad. Nosotros lo que estamos viendo es pacientes con obesidad mórbida, o sea que esa cuenta les da 40 o más. Las personas que están en esta situación se tienen que cuidar muchísimo: usar tapaboca, lavarse las manos y vacunarse. Inclusive, en las embarazadas que han tenido problemas el común denominador es la obesidad. Esto pasó en todas, menos en una.

-¿Qué porcentaje de la cantidad de casos positivos han sido de ASSE desde que empezó la pandemia?

-Está en el entorno del 27%, pero la mayoría se sucedieron en los últimos tiempos. Nosotros tuvimos un despegue enorme con la P1.

-¿Cómo están en cuanto a stock de oxígeno y medicamentos? SUMI denunció semanas atrás un faltante.

-Este es un problema a nivel mundial. Con el oxígeno lo que hicimos fue adquirir máquinas para producirlo; con esto venimos bien, pero cuidándonos mucho. Y a nivel de medicación hemos tenido los problemas que ha tenido Uruguay: no nos quedamos sin ella, pero a veces estuvimos al mínimo. Cuando un sedante faltó, siempre hubo otro para sustituirlo.

-¿Qué porcentaje de médicos y enfermeros de ASSE se vacunaron?

-No tengo ese dato.

-¿Y pacientes vacunados?

-No tengo tampoco ese dato, pero lo tengo pedido. Creo que es alto porque el paciente de ASSE responde. Es un buen paciente. A ASSE hay que sacarle ese aspecto de institución pobre. Eso es algo con lo que tenemos que terminar. Y para lograrlo lo que hay que hacer es mejorar la atención.

-Siguen muriendo decenas de personas por día, los casos siguen siendo altos, pero uno ve la calle y se nota que hay bastante movilidad. ¿Cómo analiza esta situación?

-Las medidas que ha tomado el Poder Ejecutivo son efectivas. Esto es fácil de probar. Hay que mirar el índice de transmisibilidad, el famoso “R”. Hace un tiempo atrás estábamos en 1,26. Hoy en día el “R” está en 0,87. Eso demuestra que se paró la movilidad. Montevideo tiene un “R” más alto, más cerca del uno, pero eso es lógico porque es la capital.

-¿Se podrían haber evitado muertes con una reducción mayor de la movilidad?

-Desgraciadamente no lo creo así. Las medidas que se implementaron fueron las necesarias. Se ha dicho que se actuó lento, pero si el Uruguay no hubiera actuado en tiempo y forma los números serían muchísimo peores. El país tomó medidas duras, estrictas, que en otros países podrían haber sido consideradas parte de una cuarentena obligatoria, pero que acá se enmarcaron en el concepto de libertad responsable.

Llegada de vacunas Pfizer. Foto: Presidencia
Llegada de vacunas Pfizer. Foto: Presidencia

-Usted fue uno de los que le dijo al presidente Luis Lacalle Pou que el sistema no se va a saturar, ¿cómo llegó a esta conclusión?

-Trabajando y viendo cómo podíamos aumentar las camas de CTI. Y teniendo mucha fe en el plan de vacunación.

-La expresidenta de ASSE, Susana Muñiz, destacaba que ella se atendía en los hospitales. ¿Usted es usuario de ASSE?

-No, yo no. Toda mi familia se atiende en el mismo lugar. Es de toda la vida. Y no lo considero un factor relevante.

“Gente no capacitada dirigía hospitales”
Leonardo Cipriani, presidente de ASSE. Foto: Darwin Borrelli

-Encontraron esta semana una mujer muerta en el piso del Hospital de Cerro Largo, ¿qué pasó?

-No sé. El director Ricardo Caballero empezó una investigación.

-ASSE fue múltiplemente denunciada en la administración anterior. ¿Con qué irregularidades se han encontrado?

-Se empezaron procesos de auditoría y se está trabajando. ASSE es como tener una casa con 10 hectáreas de jardín: cuando terminás de cortar el pasto ya te creció del otro lado. Lo que está faltando es un proceso de profesionalización de las direcciones. Me encontré con personas no capacitadas dirigiendo hospitales.

-¿Habían entrado por concurso?

-Sí, concursos que, con el mayor de los respetos, no los podrían haber ganado. No eran médicos, no tenían capacidades en administración y tampoco eran licenciados en enfermería. Me encontré con una química farmacéutica dirigiendo un hospital. Yo aplaudo la idea de Marcos Carámbula, que empezó con la profesionalización, pero esto no se limita a hacer concursos. Nosotros elegimos profesionales de primer nivel…

-¿Llegaron a los cargos sin concurso?

-Sí, nos llegaban los currículums y los fuimos incorporando. Y así tenemos un doctor Ricardo Caballero que está dirigiendo el Hospital de Cerro Largo, que tiene una mejora del 200%.

-¿Aunque apareció una mujer muerta en el piso?

-Bueno, esas cosas pasan, se te puede caer una mujer al piso en el mejor centro hospitalario. Tenemos 2.900 camas en ASSE. Queremos hacer es mejorar la gestión y despolitizarla.

-¿No se politiza al no elegir por concurso?

-No, nosotros las direcciones que estaban bien no los tocamos. Yo no cambié la dirección del Hospital Pasteur ni del Pereira Rossell, y no sé a quién votaron.

“Llamé a SAME 105 y demoraron 20 minutos”

-Ha habido denuncias por demoras en las respuestas al SAME 105

-Yo mismo me puse a llamar al SAME y me demoraron 20 o 25 minutos. Empecé a investigar y el problema está en que la gente llama para todo: para pedir una ambulancia, para ver si tiene COVID-19 y para pedir el estudio de PCR. Y son líneas que son analógicas, como las de una casa. Lo que hicimos fue pedir ayuda a Antel, y nos hizo un sistema para tener una base de 50 líneas (ahora hay ocho). E hicimos un llamado externo a practicantes de medicina para que sean los que atiendan. A su vez generamos la línea 1905, para los estudios de Covid.

-Días atrás El País informó que médicos del interior tienen problemas para actualizar las historias clínicas por la saturación...

-Y si no teníamos ni teléfono. En informática lo que encontré fue un gran descontrol, un gran desorden. Había dos sistemas de medicamento que ni siquiera se comunicaban con el sistema de compras. Otro problema que hay que tratar es la falta de medicamentos. Se venía invirtiendo muy poca plata. En la rendición de cuentas voy a pedir más. ASSE gasta un 40% menos en medicamentos que el sector privado.

-Siempre está el fantasma del robo de medicamentos en hospitales, ¿encontraron casos así?

-No lo vi, pero no lo descarto.

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