Por Matías Garro
Tras la polémica en torno a una contratación que realizó la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) a una firma privada por más de $ 530 millones en traslados médicos, su presidente Leonardo Cipriani junto a autoridades del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) 105 asistieron ayer al Parlamento para dar explicaciones.

La comparecencia ante la comisión de Salud de la Cámara de Representantes se dio luego de que el semanario Búsqueda informara que SAME 105 contrató traslados médicos en ambulancia entre junio 2021 y octubre 2022, por $ 534.779.424, a la firma ITHG Proveedores Marítimos S.A.S, no habilitada por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

“Todo esto es auditable y se pude confirmar”, indicó Cipriani sobre el proceso de contratación.

Sin embargo, para la diputada del Frente Amplio, Lucía Etcheverry, “quedaron más dudas” de las que tenía la coalición opositora previo al encuentro. Agregó que se les indicó que “no saben cómo se llegó a esta empresa” y que no se mostraron documentos que permitiera “rebatir” que la contratación “está alejada de toda norma”.

La diputada sostuvo que hay indicios de irregularidades por parte de ASSE las cuales hacen que se aleje de lo que establece el Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera (Tocaf). En ese sentido, afirmó que ASSE no verificó la “solvencia” de la empresa contratada ni de sus antecedentes en el rubro de servicios de salud.

Por su parte, el diputado Luis Gallo dijo que los montos destinados en administraciones anteriores para contratar los traslados -que fueron comparados por Cipriani- se diferencian en que fueron con empresas vinculadas a ese tipo de servicios. “Esta es una empresa que no está registrada y no tiene habilitación del MSP”, sentenció el legislador.

Cipiriani se defendió al asegurar en conferencia de prensa tras la comparecencia que la contratación de esta empresa permitió que SAME 105 pudiera cubrir la demanda asistencial durante la pandemia por el covid-19. En ese sentido, destacó que antes de esta contratación ASSE disponía de 19 ambulancias de la cuales trabajaban un promedio de siete por lo que se procedía a la contratación de otros prestadores de emergencias móviles para completar el servicio. Según el jerarca, se daba que se atendían primero las solicitudes de otros centros de salud privados lo cual hacía que las demoras fueran altas en el traslado a usuarios de ASSE.

En este contexto se generaron cambios y se comenzó a evaluar la contratación de ambulancias que estuvieran “a la orden” de las solicitudes de ASSE. Según explicó Cipriani el pasado jueves a El País, se realizó un llamado a 1727 (Casmu) fue el “único” que se presentó, y notaron que esta “trabajaba cinco, seis veces más” que con servicios compartidos con emergencias. Por ello, Cipriani propuso contratar ambulancias. Después, explicó, ITHG ofreció sus servicios y se realizó un “llamado a precio” porque no daba el tiempo para hacer una licitación por estar en plena pandemia y “no había traslados”.

Cipriani explicó que se presentó una emergencia móvil del interior del país que no contaba con el número de móviles.

Además mantuvieron contactos con SUAT y Semm, los cuales respondieron a ASSE por mail diciendo que “no podían ofertar”. “Es razonable, porque estábamos en pandemia”, valoró Cipriani, por lo que ITHG ganó ese llamado que “cumplía con todos los requisitos”. Estos eran tener “ambulancias, matriculadas como tal, equipadas para cumplir la función, con médico, enfermero y chofer especializado”.

El presidente de ASSE remarcó que ITHG hizo un “muy buen servicio” y se le contrataron hasta 25 ambulancias -entre comunes y especializadas-. Con este paso, aseguró, SAME “aumentó la producción un 800%”. En 2022 hubo 67.000 procedimientos entre traslados y atención a domicilio. De esa cifra, 47.000 fueron de las 25 ambulancias de ITHG -exclusivas para ASSE-, mientras que las 36 ambulancias de ASSE hicieron el resto, contó Cipriani.

Ciprinai dijo que en 2021 el ahorro fue de unos 10.900 “días cama” y en 2022 la cifra fue cercana a los 16.000 lo que desencadenó además en un ahorro “millonario” ya que el costo por cama es de unos US$ 1.100 diarios.