Buquebus estuvo en el ojo de la tormenta después de que se demorara la salida de un buque del puerto de Colonia horas antes de que se jugara la final por la Copa Mundial Sub-20 en Argentina. El líder de la empresa, Juan Carlos López Mena, explicó que el retraso se debió a los fuertes vientos que había en Colonia. Además, atribuyó a un “grupito de 10 personas” la creación del “problema”.
Por otra parte, contó que el viernes recibió el visto bueno del Ministerio de Transporte para una obra en la terminal de Montevideo. Ahora el asunto estaría en manos de la Administración Nacional de Puertos. El proyecto incluye la construcción de un edificio y tres puentes en simultáneo.
-Horas antes de que se jugara la final por la Copa Mundial de Fútbol Sub-20, un barco de Buquebus quedó demorado en el puerto de Colonia, lo que generó molestias y protestas de pasajeros. ¿Cuál es la versión de la empresa sobre lo que pasó?
-Lo cierto es que en ese barco iba gente por el fútbol que no está acostumbrada a viajar mucho. El problema lo creó un grupito de 10 personas. Les digo lo que me contaron, está filmado. Los otros se ve que estaban acostumbrados a viajar. Se les van a dar pasajes a los que protesten. Si un día quieren hacerse un viaje sin cargo, se lo daríamos.
-¿Qué fue lo que impidió la salida en hora?
-Había mucho viento en Colonia. Decían que el viento vendría a la medianoche pero se adelantó y empezó a soplar 20:30. Por razones de seguridad, cuando hay determinados kilómetros por hora y el barco está adentro del puerto, realmente es arriesgado salir. Después decían que a la 1:00 o 2:00 iba a calmar, pero sigue incluso hasta hoy (por ayer). El barco tuvo que esperar porque no era seguro salir, y teníamos 600 personas a bordo. Lo que no queremos es tener accidentes.
-Las personas tuvieron 12 horas de espera arriba del buque...
-Y podíamos estar todo un día. He estado dos días en un aeropuerto en Suecia porque había nieve y corría riesgo el avión. Las horas, son las horas que sople el viento. No depende de nosotros. Descendieron personas, las trajimos a Montevideo. (Algunos) se tomaron el buque Francisco (que hace el recorrido Montevideo-Buenos Aires). Pero también me pongo en el lugar de ellos, que querían ver el fútbol. Igual llegaron a las 7 de la mañana. Se les dio comida, todo lo que quisieron, y se pusieron ómnibus que hasta vinieron con cinco personas de vuelta a Montevideo.
-Hubo pasajeros que denunciaron que no se les notificó la situación hasta las 4 de la madrugada...
-No fue así. Incluso la comisaria fue amenazada. Hay filmaciones de cómo le gritan y golpean. He viajado por todo el mundo por trabajo, y me han tocado atrasos por todos lados. A nadie se le ocurre amenazar a una mujer, y menos con una tormenta. El viento no es un invento nuestro sino de la naturaleza. Fue un grupo pequeño. Sucede que al periodismo le gusta las malas noticias.
-No fue el periodismo, fueron los pasajeros quienes divulgaron la información.
-Pero el periodista debería pedirle a la empresa cuál es su opinión. ¿Quién no puede protestar? Yo puedo protestar. Si fuera periodista, le preguntaría al otro qué sucede. Si hay tormenta no podés salir. No importa el capricho de cualquiera, aunque se enoje. Hay que someterte a las medidas de seguridad que la empresa dice, que tiene profesionales a bordo y (funcionarios de) Prefectura. Es un riesgo que corremos todos.
-¿La brecha cambiaria hace que el servicio deba afrontar la atención de una gran cantidad de pasajeros?
-Los beneficia a los uruguayos. Realmente Uruguay es un país serio con cualquier gobierno. Es un ejemplo. Siempre digo que debe ser de los dos o tres países con mayor sistema democrático del mundo. Muchas veces, el que vive acá no se da cuenta. Pero es impresionante lo bien que funciona Uruguay. Argentina, desgraciadamente, no es así. No tiene que ver con la derecha o la izquierda, siempre hay problemas.
-Se habló sobre la realización de una terminal en el Dique Mauá, pero usted estaba en contra porque implicaba mudar la terminal de Buquebus...
-No en contra. Consideraba que el lugar donde estamos era más seguro. Mauá está muy abierto y, con un viento de 40 o 50 kilómetros por hora, hace que sea difícil entrar o salir. Porque, en ese punto, el viento te da y no hay resguardo. Tan es así que hay un dictamen del Ministerio de Transporte que nos daría permiso para hacer una terminal buena, con puentes, muy linda, en el puerto, en el mismo lugar donde estamos en la Ciudad Vieja. Me lo comunicaron el viernes.
-¿Cómo sigue el trámite de ese proyecto?
-Ahora el tema pasó a la Administración Nacional de Puertos. Por las conversaciones que hay, me animo a decir que lo van a aprobar.
-Usted dice que el proyecto del Dique Mauá quedará descartado y ahora se irá por esta nueva obra.
-No sé en el futuro de lo que va a decir la autoridad, pero ya se dieron cuenta... Hay un dictamen del director de hidrografía, que sabe más de estas cosas -y es independiente de nosotros-, que dice que es riesgoso (hacer las obras del Dique Mauá). Creo que eso es lo que hizo que el Estado… Aparte, había poca profundidad. Los cruceros ya habían descartado ir. Por eso yo dije que prefiero invertir donde estamos, que es un sitio seguro.
-¿De cuánto es la inversión del proyecto que usted quiere hacer en la terminal?
-Es de alrededor de US$ 30 millones.
-¿Y qué incluye?
-Un edificio al lado de donde está la ANP y tres puentes superpuestos que lo conectarían con la terminal. Son puentes de 200 metros y el primero estaría a unos cinco metros de altura. Uno para los coches, otro para los pasajeros y el tercero -con jardines- para que el turista pueda ver desde la altura el panorama.
-¿La inversión sería toda de Buquebus?
-Sí. El puerto no tiene nada que ver.
-¿La inversión implica una renovación de la concesión -cuyos plazos vencieron en el gobierno de José Mujica- para que Buquebus siga operando en el puerto?
-Sí.
-¿Por cuántos años?
-Hay una nueva ley de hace unos años atrás... Pienso que serían unos 50 años.
-¿Ustedes quieren renovar por 50 años?
-Sí, pero ese no es el tema, porque el Estado en Uruguay es bastante correcto.
-¿Pero la inversión es a cambio de que el puerto sea solo de Buquebus?
-No sé. Puede venir otro mañana y devolvernos algo de lo hicimos.
-La concesión para la terminal hoy está vencida…
-Mujica la terminaba en el año 2024 pero la canceló. Después me pidió perdón. Ahora le pagamos al Puerto por tener la terminal ahí.
-Pero si mañana dicen que se tienen que ir, deben hacerlo…
-Difícil. Es una empresa que tiene 42 años y medio.
-Pero es mejor tener un papel, y con estas obras esto se conseguiría...
-Es mejor, por los bancos. Estamos haciendo un barco eléctrico, el primero en el mundo. Es más del doble del tamaño del buque Francisco. Está en construcción. Se comenzó un mes antes de que llegara la pandemia, por la que después cerraron todas las empresas del mundo. Nosotros seguimos apostando a esta empresa.
-¿Cuándo va a estar en operaciones?
-Más o menos en abril o mayo de 2025. Va a hacer el trayecto Buenos Aires-Colonia en alrededor de una hora o una hora y diez minutos. Es de cero emisiones y suplanta tres barcos de gasoil. Van a entrar unas 1.200 personas.
-¿La carga eléctrica se va a hacer en Colonia?
-Estamos en negociación con UTE por el precio. Se va a hacer una estación especial porque este barco carga 20 megas en Buenos Aires y 20 megas en Colonia. Tenemos que invertir varios millones de dólares en la instalación. Los costos del cableado son de nosotros, pero lo realizan los ingenieros de UTE. La instalación será subterránea y en el puerto va a haber un cargador especial para el buque que se está diseñando.
-La obra en el puerto de Montevideo, ¿cuándo se realizaría?
-Depende de que la aprueben. Del MTOP va a puerto, donde se hará un estudio. Por otra parte, la Intendencia de Montevideo conoce el proyecto y gustó mucho. Pero primero tiene que aprobarlo el gobierno.
-¿Va a aumentar la capacidad de la nueva terminal?
-Se presume que sí. Se hace pensando en el futuro, en que viaje más gente, en que la economía argentina mejore. Es una de las economías que a nosotros nos interesa directamente. Si vas ahora a Buenos Aires, está lleno de turismo de todas partes del mundo, y después la mitad viene para acá. Tenemos la terminal de Buenos Aires, que es una obra inmensa que se está haciendo. Se harán cocheras bajo el suelo y dos hoteles.
-¿Cuál es la inversión de la nueva terminal en Buenos Aires?
-Son US$ 65 millones.
-Volviendo al Dique Mauá, en su momento usted habló de hacer una donación para un espacio público.
-Lo ofrecí y lo tiene que aceptar el Estado.
-¿Se presentó un proyecto?
-No. Lo dije públicamente.
-¿Pero estaría dispuesto a hacerlo?
-Ahora no. Si me hacen invertir una fortuna… No tenemos tanta plata. Tenemos créditos en los bancos. Hasta los bancos te dicen: “No, pará un cachito Juan Carlos. Así te vas a fundir”.
-¿Cómo ha sido su relación con el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou?
-Bien. Soy un tipo sincero. Cuando no me gusta algo, se lo digo públicamente.
-¿Era mejor con el anterior?
-Lo mismo. No tengo direcciones. A mí la política me interesa como ciudadano.