En un ambiente de distensión que solo se genera cuando se encuentran quienes comparten cosas importantes, los candidatos a presidente de la coalición de gobierno se reunieron este jueves de noche en la cena anual organizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), que contó con la participación del presidente Luis Lacalle Pou y varios jerarcas de su administración, y en la que cada presidenciable dio un discurso de no más de 15 minutos.

El evento comenzó con los saludos fraternos acostumbrados, e incluso dio para bromas, como la que buscó hacerle Álvaro Delgado a Guido Manini Ríos cuando le mostró con su celular la noticia de que el diputado que supo integrar su Cabildo Abierto, Eduardo Lust, finalmente anunció que apoyará al postulante blanco en caso de que se confirme lo que dicen las encuestas y llegue al balotaje. El líder de Cabildo Abierto respondió sonriendo, y respondió también con un discurso que “sorprendió” al propio Delgado por la “contundencia” de su defensa a la coalición de gobierno, señalaron a El País allegados al presidenciable nacionalista.

Porque Manini Ríos, que en las últimas semanas había mostrado en público un posicionamiento que daba lugar a algunas dudas en el oficialismo sobre qué fidelidad tendría en un futuro el excomandante en jefe del Ejército al bloque hoy gobernante, en la noche de este jueves despejó toda interrogante al afirmar con vehemencia que “Cabildo Abierto es coalicionista”. Que “apoya a la coalición republicana”, y que el “compromiso” que tenían todos los presentes en la sala era “sacarles la careta de hipócritas” a los dirigentes del Frente Amplio, que ahora volvieron a “mentirle a la gente” de la misma manera como lo hicieron “antes de 2005”.

Foto: Ignacio Sánchez

Como si se dirigiera a un militante de izquierda que reparte listas de Yamandú Orsi en la calle, Manini Ríos lanzó esta interpelación: “Hermano, ¿vos te quejás de la inseguridad que estás viviendo y vas a votar a los que generaron este desmadre, o que liberaron a los presos y no embocaron ni una en materia de seguridad en 15 años?”.

Por eso, insistió Manini Ríos, para el domingo 27 de octubre su objetivo es “apostar a la coherencia de los uruguayos”, que confía que no van a elegir un camino que puede conducir a “un abismo” o un sitio “sin retorno”. “Estamos convencidos de que solo uno de los bloques va a lograr las mayorías necesarias para implementar los cambios” que hacen falta, remarcó, y hasta destacó como signo de salud que en la coalición haya diferencias como las que se hicieron evidentes en este período de gobierno. “Eso la fortalece”, dijo.

Referencia a la coalición y a los oscuros pronósticos con los que cargó este proyecto político desde que fue formalizado en noviembre de 2019 -cuando se unió bajo el programa Compromiso por el País- hizo también Delgado, el primero en hablar.

Foto: Ignacio Sánchez

“Algunos decían que duraba tres meses; yo digo que vino para quedarse”, resaltó el exsecretario de la Presidencia, seguro de que en poco más de 15 días logrará la tan ansiada mayoría parlamentaria. “Tenemos que cuidar este instrumento, que es necesario, da estabilidad, gobernabilidad y, sobre todo, da certezas”, dijo para pasar a contrastar -como lo viene haciendo desde que inició su campaña- con lo que a su modo de ver representa la fórmula frenteamplista de Yamandú Orsi y Carolina Cosse. Esa confrontación de dos “modelos” incompatibles, argumentó, tiene por un lado al “futuro y las certezas”, que es donde él entiende que se sitúa el oficialismo, y por el otro al “pasado y la incertidumbre”; y agregó que en caso de ganar estas elecciones vendrán “cinco años más de unidad”.

Una unidad que, al decir del colorado Andrés Ojeda -un candidato que en esta campaña ha buscado diferenciarse de las prácticas tradicionales acercándose al público desinteresado a través de polémicos spots en redes sociales- es más fuerte que la que está mostrando la coalición de izquierda. “Es más, nosotros en cinco años estamos mucho más juntos, abroquelados y decididos que un Frente Amplio que tienen 50, que se están peleando por todos lados a ver si el ministro es uno u otro, si van a acompañar o no tal o cual reforma”.

Foto: Ignacio Sánchez

Por eso Ojeda también decidió subrayar que “sin la coalición” se está “rifando el futuro del país” a manos de la actual oposición. “Así que yo creo que hoy el mensaje más fuerte es que estamos espalda con espalda para garantizarle un rumbo de certezas al Uruguay”, dijo el colorado, que luego entró a enumerar las metáforas con las que ha machacado en todos sus discursos, y en las que no necesariamente incluye a sus socios de la coalición: que él representa “lo nuevo” en contraposición a lo viejo”, o “el futuro” en lugar del “pasado”. Porque Ojeda, que algunas encuestas lo mostraron acercándose a Delgado, ha repetido en los últimos días que cree que podría alcanzar al nacionalista y pasar él al balotaje, solo que la pregunta no es si es capaz de hacerlo, sino “si hay tiempo” para que eso ocurra.

Pablo Mieres, por su parte, pidió que se vaya trabajando en un nuevo documento con el compromiso programático para el próximo período. “Necesitamos dar este paso ya, y me parece que deberíamos, ya, los cuatro partidos convocar e iniciar la discusión del Compromiso por el País 2. No podemos esperar más tiempos”, avisó el exministro de Trabajo y líder del Partido Independiente, que definió al nuevo acuerdo de propuestas como una “bandera” con la que esta alianza de partidos saldrá a hacer campaña en la segunda vuelta.

Foto: Ignacio Sánchez

No hay evento o actividad del tipo que sea en que los candidatos oficialistas eviten referirse al plebiscito sobre la seguridad social que promueven el Pit-Cnt y sectores del Frente Amplio. La noche de este jueves en la sala de eventos del LATU fue escenario para eso mismo, y dar vía libre a una casi ilimitada serie de cuestionamientos a la propuesta de fijar en la Constitución la edad mínima de retiro a los 60 años, que se aten los salarios mínimos a las jubilaciones más bajas, y que se eliminen las AFAP. Eso, según la metáfora más empleada ayer para resumir el daño económico que esto generaría, a los ojos del oficialismo y el gobierno sería una “bomba”. De “fragmentación”, que se llevaría puesto “todo el sistema de seguridad social”, como graficó Mieres, y que “hay quienes tienen la responsabilidad de desactivar”, como dijo por su parte Delgado, refiriéndose al Frente Amplio.