Redacción El País
Con Álvaro Delgado haciendo foco en el “Uruguay de las certezas” y Yamandú Orsi pidiendo por un “cambio seguro”, en la noche de ayer, en cadena nacional, los dos aspirantes a la Presidencia de la República se enfrentaron en el único -y muy acartonado- debate antes del balotaje del próximo domingo.
Sin demasiados cortocircuitos, tanto por el perfil de los candidatos como por el tipo de contienda que acordaron, la velada puso en evidencia los dos modelos propuestos, aunque también es cierto que hubo muchas coincidencias, como cuando exintendente prometió la construcción de un hospital en la costa de Canelonesy el exsecretario de la Presidencia luego asumió el mismo compromiso.
Delgado -que se mostró bastante más suelto a la hora de comunicar- se centró en la defensa del gobierno actual, proponiendo una agenda de continuidad, y en la crítica -cada vez que le tocó hablar- a los 15 años de gobiernos del Frente Amplio.
Orsi, en tanto, apuntó a la enumeración de propuestas -algunas de ellas todavía no habían sido planteadas-, destacándose un aumento de las jubilaciones mínimas por arriba del IPC -equiparándolas al final del período a los salarios mínimos- y que la edad de retiro vuelva a fijarse “para quienes quieran” en los 60 años.
Los cruces.
“Después de 15 años de bonanza económica, quedaron 208.000 uruguayos viviendo en asentamientos”. “Estamos proponiendo para las jubilaciones mínimas un suplemento solidario, que lo podemos hacer porque no salió el plebiscito que parte del FA proponía para derogar las AFAPy confiscar el dinero de los uruguayos”. “El FA todavía no tiene con Venezuela una declaración que hable de fraude”. “Tenemos un equipo creíble, no el que fracasó con Bonomi, con Mujica y Vázquez”.
Estas fueron algunas de las críticas lanzadas por Delgado, que sostuvo que el Frente Amplio mantuvo “el chip de la confrontación” encendido durante todo este período.
Orsi, en tanto, fue crítico con la actual gestión al señalar: “En este período de gobierno se dejó caer Casa de Galicia”. “Cada 15 días entra un niño a un hospital con heridas de bala”. “Las maestras les enseñan a los niños qué hacer cuando hay una balacera en la puerta de una escuela. Eso es ahora, no hace 15 años”. “Los escándalos más grandes que hemos tenido en este periodo se refieren a la emisión de pasaportes y tuvieron como escenario nada más ni nada menos que la Torre Ejecutiva”.
Tanto las frases de Orsi como las de Delgado, leídas así, todas juntas, quizá den la idea de un debate muy confrontativo. No obstante, pese a la tensión que generan este tipo de instancias, lo cierto es que los enunciados más picantes aparecieron como salpicados, distanciados en el tiempo, y muchas veces quedaron en la nada, puesto que los protagonistas no se podían interrumpir. Esto pasó, por ejemplo, cuando el exintendente, preguntó: “¿No habrá sido un error haberle quitado a Colonización 30 millones que iban a ir para otros destinos y nunca los vimos?”. O cuando el exsecretario de la Presidencia cuestionó: “¿Por qué a la inauguración del centro de políticas sociales (en Casavalle) no fue nadie del Frente Amplio? ¿Vale tanto la ideología?”.
En este último caso Orsi respondió pasando a enumerar propuestas para la cultura y el deporte, y contando que en Canelones la intendencia había conseguido iluminar todas las canchas de baby fútbol. Tras esto, en su nueva intervención, Delgado insistió: “Yo quedé con gusto a poco por no saber por qué ningún referente del Frente Amplio fue a la inauguración del Hospital del Cerro. Sí fueron algunos a abuchear (...) Y por qué no fueron al centro referencia de Casavalle”.
Impuestos.
Días atrás, en Canal 10, el economista Gabriel Oddone, que será designado Ministro de Economía en caso de ganar Orsi, declaró que existe una “obsesión” en torno a si el próximo gobierno podría subir la carga impositiva, e incluso sostuvo: “Hablar todo el día de que si yo gano no subo los impuestos y si ganan los otros suben impuestos (…) centra la discusión en algo frívolo”.
Orsi, sin embargo, decidió ayer dar una definición: “No voy a subir impuestos”. Lo dijo en dos oportunidades, tras la insistencia de Delgado.
“La base programática, programa todavía no tienen, el Frente Amplio habla de subir impuestos, habla de patrimonio, habla de renta”, insistió el candidato nacionalista.
Repuesto.
“A Valeria Ripoll la elegí yo, no me la eligieron, y tampoco es un repuesto”, dijo el candidato del gobierno en una parte del debate. Lo hizo en referencia a lo declarado este fin de semana a El País por el expresidente José Mujica, quien dijo: “Hubo un momento en que había dudas que la señora (por Carolina Cosse) aceptara ir por la vice. Había rumores de que iba a tratar de repetir en la intendencia. Además, estábamos signados por el papelón que hicimos con (Daniel) Martínez en 2019 con la vicepresidencia. Eso fue una cosa desastrosa. Entonces dijimos, “hay que conseguir un repuesto”. Y empezamos a hablar con Blanca (Rodríguez) por eso”.
Batllismo.
Ninguno de los candidatos nombró al Partido Colorado, cuyos votantes serán claves el próximo domingo de balotaje, puesto que para la coalición es imprescindible retener a todos los que eligieron a Andrés Ojeda en la primera vuelta.
Delgado, por ejemplo, en el bloque sobre educación, se refirió al trabajo realizado por el senador electo Robert Silva con la llamada Transformación Educativa, y destacó “ese talante tan batllista”.
Orsi, en el medio del debate, habló al pasar de recuperar el “Uruguay batllista”, pero fue más insistente en sus palabras finales, cuando señaló: “Yo les pido que me acompañen, aquellos que me votaron, por supuesto, pero a aquellos que no votaron, que recuperen la confianza, que recuperen la fe. A aquellos que creen un Estado presente y eficiente, a aquellos que añoran ese Uruguay batllista, que también me acompañen. A los que creen en la solidaridad como bandera, acompáñenme”.
Final.
En su mensaje final, Delgado invitó a la ciudadanía a hacerse una pregunta: “Si mañana al Uruguay le pasa algo, hay una nueva crisis, ¿quién le gustaría usted que estuviera al frente del timón? ¿Quién le da más seguridad y más certezas?”. Y enseguida respondió: “Estoy preparado, estoy probado y estoy pronto para navegar las aguas tormentosas y las aguas calmas. Yo quiero llevar a Uruguay al desarrollo”.
Orsi, que fue quien cerró la contienda -pues así se decidió por sorteo-, sostuvo que “sin duda” le hubiera gustado “escuchar menos del Frente Amplio y más de propuestas”, y reconoció que hay “dos proyectos” en pugna: “el de las promesas incumplidas y el del país de los compromisos”.
Datos preliminares de la noche de ayer marcaban, según supo El País, que unas 400.000 personas habían visto el debate en Montevideo y la zona metropolitana solo por los canales de aire privados.
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