Redacción El País
El nacionalista Guillermo Besozzi —imputado por varios delitos, entre ellos corrupción; y en prisión domiciliaria— es uno de los 13 candidatos a la Intendencia de Soriano. Su situación abre dos preguntas: ¿Qué sucede si recibe una condena antes del 11 de mayo, día de los comicios? ¿Y qué ocurriría si, en caso de resultar electo, la Justicia luego dice que es efectivamente culpable?

Si recibe una condena antes de las elecciones del 11 de mayo —algo que no se espera debido a lo que son los plazos judiciales—, el Poder Judicial notificará a la Corte Electoral sobre la situación, y esta debería resolver si se lo saca o no de la competencia. El artículo 80 de la Constitución dice que se suspende la ciudadanía —por lo cual no se puede ser candidato— a la persona sobre la que cae una sentencia que impone pena por “prisión, penitenciaría o inhabilitación para el ejercicio de derechos políticos durante el tiempo de la condena”.

¿Pero qué sucedería si recibe una condena después de ser electo intendente? “En ese caso queda suspendido en la ciudadanía y cesa automáticamente en el cargo”, indicó a El País el abogado constitucionalista Ruben Correa Freitas.

“Basta que el juzgado comunique a la Corte Electoral (la resolución) y cesa por perder uno de los requisitos necesarios para ser intendente”, que es justamente contar con la ciudadanía, señaló, en tanto, el abogado constitucionalista Martín Risso, aunque aclaró que esta prohibición corre solo durante el tiempo que demore la condena.

Hace poco más de una semana, la Justicia le imputó a Besozzi varios delitos de peculado, tráfico de influencias, concusión, omisión de denunciar delitos, cohecho simple, coautoría de un delito de cohecho calificado y reiterados delitos de abuso de funciones.