LA AGENDA DEL PRESIDENTE
La delegación uruguaya viajará hoy a Qatar, y en febrero del año próximo continuará por Dubái, para en la primera parte de 2022 sumar una visita a Japón.
Son casi tres vueltas al mundo completas. Más de 27 mil millas de viaje aéreo, unos 45 mil kilómetros, lo que implica bastante más de tres días de vuelo en total. La intensa agenda internacional que diseñó el presidente Luis Lacalle Poujunto a su canciller Francisco Bustillo tiene paradas estratégicas para poder “vender” la plaza uruguaya, atraer inversores de muchísimos millones de dólares, abrir nuevos mercados para productos uruguayos y comenzar a allanar el camino para futuros tratados de libre comercio con otros Estados.
La delegación uruguaya viajará hoy a Qatar, y en febrero del año próximo continuará por Dubái, para en la primera parte de 2022 sumar una visita a Japón. Entre medio, el presidente Lacalle tiene su visita al Congo para pasar Navidad con el contingente militar uruguayo.
Su agenda internacional de 2021 también incluía -el 17 de diciembre- una visita oficial a la capital de Brasil. Sin embargo, a último momento ese viaje se suspendió, ya que el presidente Jair Bolsonaro decidió cambiar la modalidad de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur de presencial a virtual, por enredos políticos con su colega argentino Alberto Fernández.
Pero esto no les quita el sueño a las autoridades del gobierno uruguayo. Si bien había interés de asistir de forma presencial a la cumbre del Mercosur, para conversar mano a mano y cara a cara con las autoridades de Brasil, Argentina y Paraguay sobre la realidad del bloque, la mira uruguaya no está puesta en la región sudamericana.
“Es notorio que algunos países más grandes se pueden dar algunos lujos que nosotros no podemos. Uruguay es en tanto y cuanto se abra. Y nosotros vamos a abrirnos al mundo. Lo dijimos en campaña y lo estamos haciendo. Ya empezamos con China, pero vendrán otros en los que nos abriremos al mundo porque nos tenemos fe. Porque Uruguay va a jugar en cancha grande y va a ganar en cancha grande. Porque confiamos en los uruguayos. Y ese es el camino que hemos elegido”, dijo Lacalle el lunes 6 ante un grupo de empresarios.
Es que para Lacalle y Bustillo la inserción internacional de Uruguay “es más que China”. Por eso el equipo uruguayo trabaja en dos direcciones. Una central, enfocada en no descuidar y acelerar las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con la gigante potencia asiática.
La delegación uruguaya ya envió todos los documentos requeridos por China, y espera la devolución para poder concretar el estudio de factibilidad para el TLC. Desde Uruguay estiman que ese trabajo esté pronto en las primeras semanas de 2022.
Lacalle Pou había anunciado que quedaría pronto para antes de fin de año, pero producto de las comunicaciones -enlentecidas por la distancia y la pandemia- insumió algo más de tiempo. De todos modos, el avance de las conversaciones es “más que alentador” para Uruguay, y en el gobierno confían que la posible firma de este acuerdo llegue en el mediano plazo -eso si no aparecen inconvenientes que hoy no están planteados, comentaron fuentes oficiales a El País.
La segunda línea de trabajo está en “hacer tiros por todos lados”. Así describen la estrategia desde Presidencia. Acordar con todo aquel que quiera acordar con Uruguay, y a Uruguay le sirva, es el mandato de Lacalle.
Por eso la salida a recorrer el mundo no es “al voleo”, como popularmente se puede decir. Lacalle y Bustillo eligieron zonas del mundo que tengan tres condiciones: la primera es que tengan dinero, la segunda es que quieran invertir en plazas seguras y con estabilidad, y la tercera es que ya tengan lazos diplomáticos y bilaterales entre los países.
El Medio Oriente y Asia cumplen con todo eso. Por eso el viaje de Lacalle y Bustillo a Qatar buscará seducir esos capitales, abrir nuevos mercados para los productos uruguayos, y presentar al país como un lugar seguro y tranquilo para vivir.
En febrero el mandatario concurrirá a la Expo Dubái, que es la feria internacional más grande del mundo, con el mismo objetivo. Pero allí no solo se limitarán a los inversores del Medio Oriente: la vitrina del evento servirá para el intercambio con empresarios de otras regiones.
En Japón, los intercambios bilaterales son de carácter oficial, ya que el gobierno japonés tiene “apetito” por mejorar las relaciones entre países.
El despegue
El jefe de Estado uruguayo tiene en mente que su mandato debe dejar las bases sentadas para un “despegue” de la economía, lo cual entiende que se logra solamente con inversión. Para conseguirla, la estrategia es una sola en su manual: salir a buscar y no esperar.
Los últimos presidentes lograron dejar una inversión significativa para dinamizar la economía del país: Jorge Batlle, la base para los forestales y la primera papelera (exBotnia); Tabaré Vázquez logró la tercera fábrica de celulosa (la segunda de UPM); y José Mujica, la fábrica de Montes del Plata.
Lacalle sabe que un proyecto de magnitud, como podría ser una cuarta fábrica, es algo más complejo. Entonces su esfuerzo apunta a que llegue “un montón de inversiones de menor magnitud” que en conjunto tengan más peso en el PBI uruguayo. Para eso preparó su pasaporte, y saldrá al mundo con la llamada “diplomacia presidencial”. Una idea por demás herrerista, donde él se formó como político.
Una cumbre de guante blanco para no desatar nuevos enojos
El objetivo de Brasil es claro: como anfitrión de la próxima cumbre del Mercosur, fijada para el 16 y 17 de diciembre, no quiere pasar por sobresaltos. Traducido al idioma con que se dialogó en las pasadas reuniones de presidentes, quiere decir que el organizador buscará evitar enojos, enfrentamientos, pase de “facturas” ni señalamientos de “lastres”. Luego del anuncio de Lacalle de no esperar más por la modernización del bloque, y salir a buscar acuerdos comerciales con terceros de forma individual, Argentina acusó a Uruguay de intentar romper el Mercosur. Sin embargo, el anuncio formal de Brasil semanas atrás, advirtiendo que bajaría el Arancel Externo Común sin esperar la anuencia del bloque, cambió el escenario, y ahora fue el gobierno de Bolsonaro el que rompió los consensos del bloque.
Uruguay no cuestionará la decisión de Brasil. La comprende, pero dejará en claro que no comparte esa decisión, y en caso de que se desate la discusión en la interna, buscará asentar que fueron los norteños los primeros en romper con el consenso.
Una reunión virtual con el presidente Joe Biden
El presidente Lacalle participó ayer de un foro virtual auspiciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, denominado “Cumbre por la democracia” (The Summit for Democracy), en el que participaron representantes de unos 100 países entre jefes de Estado, representantes de la sociedad civil y del sector privado. “Es un gran reconocimiento. Fue una muy buena reunión”, dijo el canciller Bustillo. Aseguró que Lacalle destacó el “compromiso con la democracia y los valores que nos representan a todos”.