Por Rosina de Armas
La explanada de la Intendencia de Montevideo es una marea de personas con gorros verdes. Con el Palacio Municipal como telón de fondo, ondean banderas del Frente Amplio, de Perú, de la Lista 1001, del Partido de los Trabajadores, de Onajpu, de Sutel, de Unmtra.
-¡Dale, Lula, que hace calor!- vocifera un joven.
-Estoy al límite de mis esfuerzos- susurra a su lado una mujer de pelo canoso, apoyada sobre un bastón.
A las 16 horas de ayer, miles de personas esperaban al rayo del sol que Luiz Inácio Lula da Silva se asomara al balcón para saludarlas. A 25 días de asumir la Presidencia de Brasil, en esa jornada, el líder petista realizó la primera visita oficial a Uruguay.
La gira comenzó con una reunión de trabajo con el presidente Luis Lacalle Pou al mediodía. Siguió con la visita a la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, que le entregó un premio inédito por su “contribución sustantiva al medioambiente”. Y terminó con una reunión distendida en la chacra del expresidente José Mujica, su amigo, que culminó dándole un paseo en su Fusca celeste.
En esas siete horas de compromisos, el presidente brasileño hizo un anuncio que sorprendió a propios y ajenos: su disposición a que el Mercosur avance en un tratado de libre comercio con China, una de las metas de Lacalle Pou en su agenda diplomática. No obstante, puso como condicionante que el bloque regional primero selle el acuerdo con la Unión Europea, que -pese al avance de las negociaciones que comenzaron en 1999- se encuentra en un limbo por distintas circunstancias.
Ante la prensa, en el patio de la residencia presidencial, Lula afirmó que los “reclamos” del mandatario uruguayo sobre la inserción comercial son “más que justos”. Y dio un paso más: se mostró “completamente de acuerdo” con modernizar el Mercosur.
De hecho, ambos presidentes anunciaron la conformación de una comisión técnica -de la que podrían participar Argentina y Paraguay- para analizar las necesidades del bloque regional, en caso de que se firme un acuerdo con China.
A su turno, el presidente Lacalle Pou subrayó “el peso económico y demográfico” de Brasil en la región. Si bien los caminos de ambos países para negociar con China son “paralelos” -dijo- podrían juntarse si esto redunda en un beneficio para Uruguay.
“Si hay una decisión del presidente Lula de avanzar con China, tranquilamente nos podremos plegar si es que realmente se condice con las necesidades de nuestro país”, apuntó el presidente, y agregó: “En conclusión: Uruguay tiene su diálogo con China, Brasil seguramente profundice e inicie otros caminos. (...) Nosotros pertenecemos al Mercosur y tenemos esa voluntad (de negociar en conjunto) incambiada”.
Una posible pregunta ahora podría ser: ¿el Mercosur y la Unión Europea lograrán sellar el acuerdo para después profundizar las negociaciones con China? ¿O será este un motivo para que se dilate aún más la posibilidad de acordar con el gigante asiático?
A su modo, esta fue una de las dudas que quedó en el aire cuando el expresidente Mujica habló con la prensa tras la visita de Lula a su chacra. “Hace 20 años que negociamos con Europa. (El acuerdo) está todo aprobado, pero en la práctica no camina. Geopolíticamente tiene razón Lula: tenemos que tener una pata allá y otra allá, porque depender de uno solo es muy peligroso: un día se te cabrea o te cierra la puerta y quedás colgado. (...) Teóricamente es macanudo pero después, en la práctica, yo qué sé qué pasa...”, dijo.
Los gobiernos de Brasil y Uruguay también avanzaron sobre otros posibles acuerdos, centrados en la infraestructura. Lacalle Pou dijo que tienen voluntad de avanzar en la hidrovía entre las lagunas Merín (Uruguay) y de los Patos (Brasil). Además buscarán reacondicionar el puente binacional Barón de Mauá, que une las ciudades de Río Branco (en Cerro Largo) y Yaguarón (Río Grande del Sur).
Asimismo, se evalúa la posibilidad de que el Aeropuerto de Rivera sea binacional, posicionándose como una terminal aérea internacional.
Por su parte, el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, dijo a la prensa que su gobierno debe trabajar para lograr una balanza comercial más favorable para Uruguay, ampliando el espacio para los productos de este país en el mercado brasileño.
El encuentro en la casona del Prado duró unos 40 minutos. Cuando terminó, Lacalle Pou, Lula y varios ministros de ambas administraciones compartieron el almuerzo. El plato elegido fue asado. Al finalizar su discurso, después de bromear con el fichaje de Luis Suárez en el Gremio -siendo él hincha de Corinthians- Lula dijo que le habían comentado que los cortes de carne uruguayos eran “los mejores del planeta”.
Trascendencia
Después de triunfar en la segunda vuelta electoral, Lula ha remarcado la necesidad de afianzar los vínculos regionales. Este también fue uno de los puntos neurálgicos de su discurso en Uruguay, donde instó a luchar por una “nueva gobernanza mundial”, fortaleciendo la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), priorizando el Mercosur y apostando genuinamente por la protección del medioambiente a través de políticas públicas.
El tema también se coló en el mensaje que dio a los montevideanos antes de salir al balcón, tomado de la mano de Cosse, a quien le auguró “mucho éxito” en su mandato y le pidió que “cuidara del pueblo como si estuviera al cuidado de su hijo”. “Brasil debe cuidar con mucho cariño de sus relaciones con los países amigos. Cuando visito un pais, no me preocupa quién es el presidente de la República. Mi relación no es solo con personas. Mi relación como jefe de Estado es tratar con respeto a cualquier jefe de Estado de América del Sur”, dijo el presidente brasileño, y algunas de las personas congregadas en la explanada capitalina abuchearon a Lacalle Pou.
En el edificio también había legisladores y dirigentes del Frente Amplio, lo que llevó a que la oposición capitalina cuestionara una supuesta conjunción de los intereses institucionales y partidarios de la intendenta Cosse.
El presidente de Brasil destacó el gabinete paritario de esta administración y fue ovacionado por los militantes cuando dijo: “Se acabó el tiempo en que la política, el sindicalismo, la lucha social y el trabajo en fábricas eran para hombres. Las mujeres conquistaron el derecho de probar que la mujer no tiene nada de sexo débil. La mujer tiene capacidad para gobernar y ser mejor que los hombres”.
Mujica cuestionó idea de Lacalle
El ambiente en Rincón del Cerro era relajado. Sobre la mesa había bandejas de sándwiches, medialunas, masitas y hasta cerveza. Además de Mujica y Lula estaban presentes la exvicepresidenta Lucía Topolansky; el presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala; el intendente de Canelones, Yamandú Orsi; y el presidente y la vicepresidenta del Frente Amplio, Fernando Pereira y Verónica Piñeiro. También asistió el músico Mario Carrero, del dúo Larbanois Carrero.
En la conversación con su amigo, Mujica cuestionó la iniciativa de fundar una moneda común en la región, como propusieron Brasil y Argentina en la pasada cumbre de la Celac.
Asimismo, el expresidente puso en duda la viabilidad de fundar una zona libre de comercio que incluya a toda América Larina, una inciativa de Lacalle. “¿Usted cree que México va a largar la teta con Estados Unidos? ¡Ni en pedo! Como sueño, hermoso. Yo lo aplaudo y estoy totalmente (de acuerdo) conceptualmente”, dijo Mujica a la prensa.