La declaración que realizó ayer la exvicecanciller Carolina Ache ante la Fiscalía derivó en larenuncia del entonces ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, señalado de haber pedido ocultar información sobre conversaciones entre la entonces subsecretaria y el actual número dos del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, vinculadas al narcotraficante Sebastián Maset.

Un momento clave y de extrema tensión entre las autoridades de Cancillería y del Ministerio del Interior fue previo a la interpelación que debieron enfrentar en conjunto para dar explicaciones sobre la entrega del pasaporte a Marset el 22 de agosto de 2022. Horas antes se dio una reunión preparatoria entre las autoridades, según relató Ache en Fiscalía:

“Obviamente —empezó la exvicecanciller— las interpelaciones se preparan. Hubo una reunión para prepararla. Esa reunión fue en la casona del Prado del Ministerio del Interior. Y participaron las autoridades del Ministerio del Interior: ministro, subsecretario, director general de Secretaría que en ese entonces era Luis Calabria. Después había más personas del Ministerio del Interior que no sabía quiénes eran. Sé que eran muchas, todos hombres porque yo era la única mujer. Después estaba el asesor en Comunicación de Presidencia, Roberto Lafluf, el ministro Bustillo, estaba yo, estaba el director general de Secretaría, Diego Escuder, el director de prensa de Cancillería, Horacio Abadie, el jefe de gabinete y enlace de Inteligencia López Fabregat”.

El fiscal Alejandro Machado insistió y preguntó “concretamente” si “se conversó de ocultar el tenor de esos mensajes para bajarle el perfil de la interpelación”. A esto Ache contestó: “Sí, se conversó de que esos WhatsApp no se mencionaran. Los WhatsApp estaban arriba de la mesa, los tenía impresos el subsecretario del Interior. Todos sabían de esos mensajes”.

Sin embargo, esta versión no fue la que dio el subsecretario de Interior el 30 de octubre cuando también compareció en calidad de imputado a declarar por la misma causa ante el fiscal Machado. Allí Maciel, según consta en su declaración, a la que tuvo acceso El País, aseguró que no hubo ningún pedido para ocultar las conversaciones entre él y Ache en la interpelación:

“Previo a la interpelación —dijo Maciel— nos reunimos los dos ministerios, la cúpula y los asesores, y reafirmo todo lo que se mencionó en esa interpelación. Allí se planteó contar lo que había ocurrido en el trámite y no había ninguna intencionalidad de ocultar conversaciones con la subsecretaria”.

Tras la salida de Bustillo, quien asumió de forma interina como canciller fue Escuder, que se desempeñaba como director general de Secretaría en Relaciones Exteriores. En su relato Ache también lo señaló a Escuder como uno de los presentes en la reunión preparatoria en la casona del Prado en la que, según la exsubsecretaria, se planteó ocultar el contenido de las conversaciones de WhastApp a los legisladores.

Foto: Francisco Flores/El País

En su declaración el subsecretario de Interior fue consultado también sobre la entrega del pasaporte y su opinión relacionada a por qué Marset no fue capturado. Maciel relató la normativa uruguaya y detalló que el narcotraficante uruguayo en ese momento no tenía ningún tipo de requisitoria en el país por lo que el trámite —que entiende es responsabilidad exclusiva de la Cancillería— debía continuar su curso. Pero también apuntó al rol de los efectivos y autoridades paraguayas:

“Si Marset es detenido el 10 de setiembre y el 3 de marzo del año siguiente hay un pedido de captura quiere decir que Paraguay demoró seis meses en dar una alerta roja (…) Es un tema de Paraguay… teniéndolo detenido no entiendo ni sé por qué hubo una demora en solicitar esa alerta roja, que es la única que está vigente hasta el día de hoy”.

Luego más adelante en su declaración insistió en señalar como responsable a Paraguay por “la demora”. “Si lo tenían detenido y tenían una causa podían acelerar un poco más para irlo a buscar”, declaró.