Redacción El País
El senador y candidato a la Presidencia por Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, celebró la decisión del gobierno de comprar seis aviones de combate a estrenar, tras cerrar un acuerdo con Brasil.
Para el excomandante del Ejército, esta fue una compra que "se ha demorado demasiado" ya que, considera esencial que el país tenga "los medios para interceptar aeronaves que puedan estar infringiendo nuestras leyes" y "tener la soberanía en el espacio aéreo nacional".
El costo de estos rondará los US$ 100 millones y se pagarán en un plazo de entre 10 y 15 años, lo que ha sido cuestionado por la oposición que vio con sorpresa la noticia. "Va a ser una pesada herencia que se agrega para la próxima administración y desde el punto de vista general creo que hay otras prioridades que podrían haber puesto en marcha", dijo el senador frenteamplista José Carlos Mahía más temprano en rueda de prensa.
Entonces Mahía sugirió que existen otras áreas que necesitan de inversiones de este tipo y dio como ejemplo a los centros CAIF que no tienen "la mínima cobertura de docentes y demás funcionarios que requieren".
"Es una buena noticia de que por fin se equipe a la Fuerza Aérea con estos aviones. Se ha hablado de costos, del montón de necesidades que hay en el Uruguay: que la infancia, que los CAIF. Bueno, todo es real. Pero estos seis aviones cuestan la mitad de lo que le costó al Uruguay la regasificadora que no generó un centímetro cúbico de gas", respondió Manini en una referencia a Gas Sayago S.A., el proyecto que se creó durante el gobierno de José Mujica y que falló en el proceso de construcción de la planta.
"Cuando hablamos de cosas que son realmente esenciales para el país, creo que no cabe la mezquindad de ningún partido ni de nadie. Indudablemente que si hablamos de que en este país para asegurar las políticas de seguridad pública es necesario blindar las fronteras, blindar el espacio aéreo, blindar el mar territorial, hay que dotar de los recursos necesarios a las fuerzas que tienen que cumplir las funciones", aseguró.
Como informara El País, Uruguay hoy solamente tiene un avión que podría cumplir una función similar. Se trata de un A-37 Dragonfly, de la década de 1970. La intención del Ministerio de Defensa Nacional y de la Fuerza Aérea Uruguaya en particular con estos nuevos aviones es combatir el tráfico de drogas por aire.