CABILDO COMPLICA NEGOCIACIONES
El senador y líder de Cabildo Abierto calculó que se generaría un ahorro de US$ 40 millones anuales.
Las trancas son a tres bandas: algunos blancos, algunos colorados y todo Cabildo Abierto, que ayer se descolgó con una sorpresiva propuesta para financiar la regularización de los asentamientos.
El escenario de enredo multicolor en la coalición de gobierno, incluso antes de que se conociera el planteo del partido que lidera Guido Manini Ríos, despertó el malestar del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, que horas antes de viajar al exterior dejó un mensaje directo a quienes se oponen a crear un fideicomiso con fondos del Instituto Nacional de Colonización para solucionar la vivienda de 200.000 uruguayos.
“El que no lo vota, sea del partido que sea, que sepa que no hay fondos, ¿para qué? Para los más vulnerables que viven en asentamientos”, dijo ayer en rueda de prensa en su visita a Treinta y Tres, en relación al artículo de la Rendición de Cuentas que hoy se discute en el Senado.
Pero al hacer esa afirmación el presidente ya tenía arriba de la mesa el proyecto de Cabildo de recurrir a una “nueva vía de financiación”, como le llamó anoche Manini Ríos en una conferencia de prensa. Es que la propuesta del senador de “aprovechar o utilizar los Derechos Especiales de Giro (DEG) que se han otorgado al país hace un mes por el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, fue comunicada al primer mandatario muy poco después de que Uruguay recibiera esa asignación -el 24 de agosto-, según dijo Manini a El País.
En concreto, la iniciativa consiste en hacer uso de los cerca de US$ 585 millones recibidos del FMI para “retirar emisiones de bonos del mercado” por el monto equivalente, y con eso generar un ahorro en “el pago de intereses”. De acuerdo al cálculo de Manini eso implicaría un estimado en US$ 40 millones anuales, que se dirigirían íntegros al fideicomiso de vivienda (ver detalles aparte).
Pero de cualquier forma este miércoles Lacalle Pou fue claro al decir que en este tema no se puede estar “en la procesión y en la misa al mismo tiempo”.
El conflicto interno.
Ayer el presidente viajó a México y Estados Unidos, por lo que los blancos entienden que se abre un tiempo de negociación para destrabar el tema.
Si bien el jefe de Estado mantendrá contacto permanente con sus asesores en Montevideo, el secretario de la presidencia, Álvaro Delgado, asumirá un rol de negociación central para buscar aprobar la iniciativa parlamentaria y evitar nuevas lesiones a la coalición de gobierno.
La fecha de inicio de votación en el Senado es el 12 de octubre. Pero antes, el gobierno pretende tener el camino allanado, y una fórmula de salida para cuando el presidente Lacalle Pou retorne al país.
El tema es de “alta prioridad política” para el jefe de Estado. El líder blanco planteó en su primera campaña electoral, en 2014, la preocupación por encontrar una solución habitacional a quienes vivían en asentamientos. En el primer momento rotuló a la propuesta como: “asentamiento cero”, y reformuló la idea en la última contienda que lo llevó a la presidencia, pero persiguiendo el mismo propósito.
La iniciativa original fue del Ejecutivo al Parlamento, con la firma de todos los ministros de la coalición, incluso el de Irene Moreira, ministra de Vivienda y esposa de Manini. En diputados, los legisladores del Partido Colorado pusieron reparos, pero decidieron votar la propuesta para que pase a Senado y allí se defina.
El martes a la noche, en tanto, Manini había coincidido con el expresidente José Mujica en un campamento de colonos en Toledo Chico, a las afueras de Montevideo. Los jinetes se reunieron para participar al otro día del acto del Pit-Cnt por el paro contra el gobierno, el jueves 15 a la mañana.
Por eso también la declaración del presidente: “No se puede estar en la misa y la procesión”, ya que entiende que al mismo tiempo que el senador forma parte de la coalición de gobierno, concurre a apoyar a quienes pretenden manifestarse en contra del gobierno.
Manini declaró en ese momento, sin adelantar aún su propuesta, que su participación era para “apoyar a ese grupo de gente”, ya que dijo, coincide, en que la decisión del gobierno de sacar fondos de Colonización para el fideicomiso para asentamientos no es positiva.
Pero no fue el único en decirlo. Pablo Lanz, senador colorado también manifestó, en declaraciones a La Diaria, estar en contra de la iniciativa. Y lo mismo hicieron algunos blancos: Carlos Cami y Sergio Botana tienen sus reparos. Incluso el cerrense participó de un acto con dirigentes del Frente Amplio.
Ayer los senadores blancos se reunieron en bancada y entendieron que las diferencias por el fideicomiso son grandes. De todos modos, desde el partido de gobierno, y desde el Ejecutivo, entienden que es momento de dejar un tiempo para que “permee” el planteo de Lacalle Pou y se “acomode” el escenario. Creen que los blancos en última instancia seguirán las pautas del presidente, así como que Julio María Sanguinetti será quien alineará a los colorados. Con Manini, más luego de la conferencia de ayer, la cosa estará más difícil.
Lo que sí tienen claro blancos, colorados y cabildantes es que el tema no será un punto de quiebre en la coalición. “Por colonización no nos vamos a separar”, dijo una fuente blanca. Su pronóstico fue reafirmado por Lacalle Pou ayer en Treinta y Tres: “No se dividen, las parejas discuten, los amigos discuten, los socios discuten, un club deportivo discute y subsisten”, declaró.
¿Cómo se consigue el dinero?
En medio de la actual crisis económica mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) les asignó a los países socios, entre ellos Uruguay, derechos especiales de giro (más conocidos por su sigla DEG). Es una unidad de cuenta, como si fuera la unidad indexada, que el organismo asigna, de manera excepcional en épocas de crisis, para que los Estados miembros tengan una reserva. No es una deuda, el país no queda debiendo. Por lo general, los países usan esta reserva cuando necesitan liquidez. La última gran asignación de los DEG había sido en la crisis mundial de 2008-2009 y la anterior se remonta a fines de la década de 1970. A Uruguay, por la asignación que acaba de emitir el FMI, le corresponden unos US$ 585 millones. ¿Qué propone Cabildo Abierto? Que en lugar de que Uruguay se guarde la reserva, la venda en el mercado o bien que aproveche a pagar con eso parte de sus deudas. Al achicarse la deuda, el país se ahorra los intereses que van generando esas deudas. Y con lo que se ahorra de intereses, podría financiar los proyectos para asentamientos que el proyecto de Rendición de Cuentas propone que sea con el dinero de Colonización. El concepto clave es que los DEG son una canasta de monedas (dólar, euro, yuan, yen y libra esterlina) y, por tanto, tienen valor para luego pagar deuda y ahorrarse el pago de intereses.