Poco antes de tener una reunión clave con el presidente de la República por la reforma jubilatoria, el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, valoró que los siete puntos que presentó al gobierno como condición para dar su voto en Diputados ya incluye un margen de “flexibilización” de parte de su partido. Y remarcó nuevamente que si no son contemplados, los cabildantes no votarán la iniciativa.

“Es algo que ya está muy flexibilizado, por decirlo de alguna forma”, afirmó el senador en declaraciones a El País. De esos siete puntos, explicó, no todos tienen la misma importancia para los cabildantes, ya que algunos de los planteos tienen que ver con "aspectos menores” vinculados a la “redacción” del articulado.

¿Cuáles son los puntos esenciales? Manini Ríos respondió que uno de ellos es la exigencia de “bajar los años para el cálculo jubilatorio”, que los cabildantes proponen bajar de 25 a 20 —cuando hasta ayer exigían llegar a 15—. “Y lo otro importante son las colocaciones de las (inversiones) de las AFAP afuera del país”, agregó. “Queremos que el dinero quede en Uruguay para un montón de obras e inversiones necesarias”.

Y será sobre estos puntos que centrará la reunión de hoy don el presidente Luis Lacalle Pou, con el que buscará llegar a un acuerdo, luego de que su partido votará ayer con el Frente Amplio la prórroga de la comisión especial de la cámara baja que discute este tema.

“El tema de las AFAP y las inversiones fuera del país —dijo Manini—, nosotros proponemos desglosarlo y tratarlo en una ley aparte, con más información. Tanto eso como la (creación de) la agencia reguladora que se establece, y como el tema de los aportes complementarios y voluntarios”.

Pero hay algo que el conductor de Cabildo Abierto quiere que “quede claro” de su planteo que es estudiado por el oficialismo. “Las siete propuestas no desestabilizan el proyecto, no lo desnaturaliza, no van contra la esencia del proyecto y no significan financiera ni económicamente que eso quede insostenible”.

Para Manini, “lo más caro de todo” en todo caso es su exigencia de bajar a 20 la cantidad de años para el cálculo de las jubilaciones, algo estimado “US$ 104 millones para el año 2100”. “Estamos hablando de que toda la seguridad social son US$ 4.000 o US$ 5.000 millones. Así que no puede decirse que es lo que va a desequilibrar el sistema. Realmente son medidas muy prudentes pero entendemos que algunas de ellas son conceptualmente importantes”, concluyó.