LA DEFINICIÓN
Ambos candidatos presidenciales pusieron un freno, un parate en la vorágine de la campaña electoral a lo largo del país para concentrarse al máximo y planificar la estrategia.
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Que el color del traje, que la postura, que la entonación de la voz, que piense en qué momento va a saludar a su contrincante, y que piense de antemano si le va a tender la mano o le va a dar un abrazo. Nada puede quedar librado al azar. Todo se estudia, se mide y en algunos casos se ensaya. Los debates presidenciales son una especie de batalla de ajedrez en donde el candidato que se expondrá ante el público recibe el asesoramiento para salir lo mejor parado posible una vez termine el evento.
El debate de mañana miércoles entre el frenteamplista Daniel Martínez, y el nacionalista Luis Lacalle Pou tiene esa carga: quizás no “mueva la aguja” en los votos, pero para ambos comandos es clave.
Es así que lo preparan con la responsabilidad y características de un hecho que puede ser decisivo, y trabajan en hasta las “improvisaciones” que ambos políticos expondrán el miércoles a partir de las 21 horas.
Por eso tanto Lacalle Pou como Martínez pusieron un freno, un parate en la vorágine de la campaña electoral a lo largo del país para concentrarse al máximo y planificar la estrategia.
Ayer lunes, hoy martes y hasta mañana miércoles, el mismo día del debate, los líderes políticos que aspiran a cruzarse la banda presidencial el 1° de marzo del 2020 trabajaron, trabajan y trabajarán intensamente con sus equipos.
Tanto buscan ese punto de concentración que el candidato del Partido Nacional decidió cancelar su reunión de comando de ayer, como se organiza cada lunes a la mañana en lo que va de campaña.
Uno de sus legisladores electos explicó a El País que el candidato busca “el máximo de concentración” para llegar descansado y con las ideas “bien plantadas”. Por ese motivo fue que también eligió hacer una pausa en la recorrida por el interior del país.
Luego del acto en Punta Gorda el domingo al medio día, Lacalle Pou volverá a salir al interior el jueves post debate presidencial cuando visite Soriano.
"Piques" para el debate.
Todo se estudia, y así se lo trasmitió el equipo técnico del candidato blanco tanto para el pasado debate previo a la lección nacional, como para el próximo encuentro con Martínez en un informe donde le ofrecieron “piques” para el debate. “Es importante estudiar al contrincante y saber por dónde puede ir, por dónde se lo puede atacar -en el buen sentido político de la palabra- y por dónde pueden venir los ataques también”, dijo una fuente del comando del Partido Nacional a El País.
El candidato blanco no suele escribir sus discursos. No lo hizo ni siquiera para el acto más grande de la campaña cuando dio el puntapié inicial en el estadio de Wanderers en marzo de este año.
Sí usa algún “ayuda memoria”. Por eso en el informe técnico para Lacalle Pou le sugirieron que tenga “una hoja de ruta” con los puntos centrales, donde incluso le transmitieron que “hasta las improvisaciones deberían estar ensayadas”.
El objetivo buscado es “conectar con la imagen y “conectar a través de las emociones”.
“La mayoría de las personas miran pero no piensan. Ven pero no entienden. La puesta en escena es vital, el espectáculo. Y lo importante es el lenguaje corporal para reforzar los contenidos: las miradas, los tonos de voz, los gestos, las manos, la postura, y la ropa”, planteó el informe.
Como parte de las sugerencias le señalaron que salga a trasmitir comodidad, seguridad, pero al mismo tiempo “firmeza y confianza”. Que no pierda la calma en ningún momento e intente que los televidentes lo visualicen como “presidente de la República”.
“Se lo juzgará por los nervios, inseguridad, enojado o por lo prepotente”, plantearon los asesores, según detalló una fuente blanca a El País.
El reto.
La clave de estas instancia es clara: no pueden aburrir a la gente porque si no cambia de canal o se van a ver una película en Netflix. “Esto no es el Parlamento, donde están obligados a escuchar. Es como una película o programa, si no entretiene se hace zapping. Por eso hay que condensar el mensaje. Calidad más que cantidad”, señalaron.
En esa línea destacaron como clave la apertura y el cierre del debate, y buscar dejar “titulares” para que luego los medios repliquen.
A pesar tanto en el comando de Lacalle Pou como en el de Martínez evaluaron que son eventos donde difícilmente haya grandes cambios en el voto de la ciudadanía.
“Son grandes eventos mediático, amplificados por los medios pero con muy poco efecto electoral. Se los hacen aparecer como vitales para la gente, aunque generalmente no afectan el resultado, hay que tomarlos como importantes pero no como determinantes”, explicó una fuente blanca.
Sin embargo a pesar de tener poca influencia, si tienden a confirmar posiciones de voto y por eso se debe cuidar mucho de los errores: ahí está la clave.
“Se tiene que cuidar: se notan más los errores que los aciertos. Y eso luego siempre tienen un margen de riesgo por descuido o errores que luego generan memes, burlas o son amplificados por las redes sociales”, plantearon en la asesoría del Partido Nacional.
“A pesar de esto, es habitual que se beneficia al candidato de la oposición porque no llega con la mochila del gobierno”, concluye el informe.
Una previa del debate en “la noche de los cristales”
Que dos competidores de una elección se crucen en un evento es siempre un tema de tensión de los comandos y de atención de los medios. Los equipos de los candidatos cuidan hasta el más mínimo detalle para evitar pasos en falsos o situaciones no esperadas. A lo largo de esta campaña de cara al balotaje, que arrancó al día siguiente de la elección nacional, los candidatos Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou no se cruzaron en ninguna actividad. Pero lo harán hoy martes, un día antes del debate presidencial final, cuando se vean en el acto conmemoración de “La noche de los cristales rotos” organizado por la organización judía B'nai B'rith. El orador central del acto será el rector de la Universidad Católica, Julio Fernández Techera.
En los próximos dos días, el candidato del Frente Amplio hará una pausa en la campaña que viene realizando “voto a voto” para lograr adhesiones de cara al próximo balotaje. El motivo es uno solo: el debate de este miércoles con su contrincante Luis Lacalle Pou.
El tema estuvo sobre la mesa ayer en la reunión del comando de campaña y la idea es confrontar con la oposición y marcar las contradicciones que existen entre los diferentes partidos políticos que componen la llamada “coalición multicolor” que apoya a Lacalle Pou. “Nos jugamos la vida”, aseguró una de las fuentes consultadas por El País sobre la instancia que tendrá lugar mañana en Estudio 9.
En los últimos días y como parte de una nueva estrategia diseñada por el comando liderado por Yamandú Orsi, Martínez cambió el tono de su discurso siendo mucho más agresivo en relación a Lacalle Pou. Un tema que el Frente Amplio quiere imponer en el debate tiene que ver con la situación regional. Esto implica tanto la crisis institucional que se vive en Chile como la renuncia de Evo Morales en Bolivia, lo que fue denunciado como un “golpe de Estado” por la izquierda. A su vez, se mencionará la crisis en Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri y el ascenso de la ultraderecha en Brasil para advertir lo que podría suceder en Uruguay si hay un cambio de gobierno.
El debate será transmitido en cadena nacional y estará presentado por la periodista de Canal 5 Gabriella Lavarello y los moderadores serán Pilar Teijeiro (TV Ciudad) y Nicolás Lussich (Canal 10).