Varios actores de la coalición de gobierno han venido difundiendo, o se han hecho eco en los últimos días, de imágenes de contenedores desbordados en varias partes de Montevideo. Incluso se evalúa un llamado a sala para que la autoridades respondan por el tema ante la Junta Departamental. “Respondemos con trabajo”, dice el director de Desarrollo Ambiental de la comuna, Guillermo Moncecchi, para quien estos comentarios y acciones están “claramente dirigidos a lo electoral” y no representan más que “fuegos de artificio”.

La Intendencia de Montevideo (IMM) dice haber cerrado 2023 recolectando en el año 605.843 toneladas, que pudieron ser destinadas a disposición final. Se trata de 38 mil toneladas más que en 2022, un incremento de 6,7%. Solo en diciembre, se afirma, se recolectaron 68.000 toneladas, el máximo mensual en la medición realizada por las autoridades, que comienza en marzo de 2022. Se trató en su mayoría de residuos “inertes”, aquellos que no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas o que, en caso de hacerlo, tienen una repercusión mínima.

En 2024 la comuna buscará “consolidar” el incremento de la infraestructura destinada a este fin y mejorar la forma de recolección. También será “momento de analizar los datos finos”, le dijo a El País el director de Desarrollo Ambiental de la comuna, Moncecchi. La comuna procurará ahora determinar las causas de este incremento que, por lo pronto, representa un factor muy positivo para sus intereses.

“No parece haber indicadores que muestren que aumentó mucho el consumo”, dijo el director, que acto seguido relató la “teoría” que sigue la Intendencia.

La IMM atribuye lo que define como un logro al proyecto Áreas Liberadas, enfocado en la limpieza y recuperación de los cursos de agua y ecosistemas asociados, que permitió recolectar este año unas 80 mil toneladas, la mayoría de las cuencas de los arroyos Toledo y Carrasco. Moncecchi dijo que muchos de esos residuos que antes iban a los cursos de agua o basurales, ahora terminan en el sistema de disposición. Algo que, de paso, permitió crear nuevos espacios públicos.

La Intendencia, dijo Moncecchi, busca profundizar ahora el “cambio cultural” que pregona y que este permita, a través del uso de herramientas, reducir determinados residuos que quedan en la vía pública. Se habla de podas y residuos voluminosos de construcción. Será, dice, a través de un sistema de estímulos, de “premios y castigos” para que la gente no haga “lo que no puede hacer”. La Intendencia mantiene al respecto un servicio a través de WhatsApp (092 250 260), desde el cual el contribuyente puede denunciar la presencia de residuos fuera de los contenedores, así como de objetivos que, por su volumen, no pueden ser depositados allí. Muebles, electrodomésticos, podas o escombros engrosan esa lista. También sofás, cocinas, inodoros o bidets. En este sentido, el informe de la comuna detalla que, durante 2023, se procesaron por esa vía unas 598 mil solicitudes, 160% más que en 2022. Solo en diciembre se recibieron unos 90.000 pedidos.

Pasadas las fiestas de Navidad y Año Nuevo, Moncecchi afirmó que el balance es positivo. Sobre todo, luego de un diciembre que “nos exigió mucho”, debido a un incremento muy importante en la generación de residuos en la capital.

La semana pasada la comuna afrontó una serie de dificultades -motivadas según su versión por un paro de Adeom; y, según el gremio, por fallas en la gestión. Moncecchi afirmó que la situación se encauzó y que se llegará a este fin de semana en “condiciones normales”. Los datos oficiales indican que, a este martes, el 83% de los 11.700 contenedores de la ciudad habían sido recolectados. El viernes y el sábado se realizarán operativos especiales en zonas de alto movimiento comercial -como la “vía blanca” de la avenida 8 Octubre- ante la celebración del Día de Reyes.

La comuna destacó también los resultados de los dos Ecocentros que funcionan en el Prado y en el Buceo. Según la IMM, la semana pasada hubo allí un crecimiento de 800 usuarios, alcanzando en 2023 a 16 mil personas.