Mate, recorridas, gimnasio y familia: así fue la jornada electoral del candidato colorado Andrés Ojeda

El candidato colorado cocinó panqueques, fue a entrenar, visitó locales partidarios, almorzó en la casa de su hermana y se sacó una infinidad de selfies con la gente.

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Andrés Ojeda, candidato del Partido Colorado, en su circuito de votación.
Andrés Ojeda, candidato del Partido Colorado, en su circuito de votación junto a su sobrino.
Foto: Andrés López Reilly.

El candidato colorado, Andrés Ojeda, inició su jornada levantándose a las 6 de la mañana. “Dormí lo que pude”, le dijo a El País una hora después en su apartamento del Puertito del Buceo, donde desde hace algunos días se está quedando con él un amigo argentino, también abogado. Lo primero que hizo fue hablar con sus referentes de campaña de todo el país. También con su candidato a vicepresidente, Robert Silva, con quien coincidieron en que “ya es un triunfo” haber llegado a la elección con los números que les marcaban las encuestas, tomando en cuenta que cuando arrancaron la campaña “nadie daba nada” por ellos.

De remera, short y descalzo, se hizo panqueques con banana y mermelada para desayunar, junto con su habitual mate. Y convidó a algunos periodistas que lo esperaban en la puerta. “Como todos les bajan bizcocochos, les hacemos contrapunto con una comida de mejor calidad, que les va a rendir más en esta jornada”, expresó con ironía, en referencia a lo que convidaron los candidatos Álvaro Delgado y Yamandú Orsi a los trabajadores de los medios de comunicación.

Lo primero que hizo al salir de su casa, sobre las diez de la mañana, fue dirigirse al local partidario de la diputada Elsa Capillera (quien se postuló para ocupar una banca en el Senado por la lista 25), ubicado en Blandengues casi General Flores.

El candidato saludó a un grupo de policías que se encontraba en la cuadra y también a algunos comerciantes y vecinos que fueron a pedirle autógrafos y selfies. En su auto llevaba un bolso para ir al gimnasio después, para “aliviar tensiones”, en el cierre de una primera parte de campaña marcada por un arduo trabajo de militancia y una alta exposición en los medios.

Llegó al gimnasio de su amigo y entrenador Líber Mesa vestido con la remera que luce en su comentado spot; hizo una rutina de pecho, brazos y hombros. Y comentó: “Una hora, hora y media de entrenamiento es suficiente. No tiene sentido estar más tiempo”.

Ojeda conoció a Mesa hace cuatro años, antes de que “explotara” la pandemia del coronavirus. Según contó el entrenador a El País, él trabajaba en otro local que cerró donde conoció al hoy líder del Partido Colorado. Luego lo comenzó a entrenar (al principio al aire libre por el Covid) y ahora lo hace en su gimnasio de la calle Joaquín de Salterain.

“Una campaña soñada”

Poco antes de votar, Ojeda calificó la jornada como el fin de la primera parte de una “campaña soñada”.

“Ganamos una batalla cultural de modernidad muy importante”, dijo el colorado al llegar al colegio La Mennais acompañado de su hermana, su madre, cuñado y sus sobrinos. Allí lo esperaba un enjambre de periodistas, militantes y simpatizantes. Como en las internas, votó con sus sobrinos, que incluso ingresaron con él al cuarto secreto.

Desayuno: panqueques con banana y mermelada de durazno

De remera, short y descalzo, Ojeda se hizo panqueques con banana y mermelada para desayunar, junto con su habitual mate. Y convidó a algunos periodistas que lo esperaban en la puerta con lo que acababa de cocinar. Esta primera comida forma parte de una dieta que sigue mientras entrena. La decoración de su luminoso apartamento es minimalista, en tonos de blanco, y tiene algunas figuras de Darth Vader, ya que es fanático de Star Wars.

Ritual: repitió la visita al local partidario de Elsa Capillera

Al igual que en las internas, lo primero que hizo el candidato colorado al salir de su casa, sobre las diez de la mañana, fue dirigirse al local partidario de la diputada Elsa Capillera (quien se postuló para ocupar una banca en el Senado por la lista 25), ubicado en Blandengues casi General Flores. Ojeda saludó a un grupo de policías afectados a la seguridad de la jornada y también a algunos comerciantes y vecinos

Entrenando: "Esto es lo más genuino que puedo ser"

Consultado sobre por qué decidió mostrar su entrenamiento a los periodistas que fueron hasta el gimnasio, declaró: “Esto es lo más genuino que puedo ser. Esta es mi vida real. Todos los días voy al gimnasio. Realmente me sirve en días de mucho estrés, de muchas emociones. Yo lo recomiendo: cuando tengan un día así, vayan al gimnasio una horita y salen todos renovados”. Estuvo algo más de una hora y era el único haciendo uso de las instalaciones.

En la calle: firmando autógrafos y sacándose selfies con la gente

Antes de ir al Hotel Hilton Garden Inn a esperar los resultados, estuvo un tiempo con los militantes en Bulevar y la Rambla. Las demandas de la gente para con el candidato fueron constantes durante toda la jornada electoral. Incluso llamó la atención la cantidad de niños que pidieron para tomarse fotos con él. En el Colegio La Mennais, donde fue a votar, una persona fue más lejos y le gritó: “¡Pasame la receta de los panqueques!”.

“Dormí lo que pude”

Inició su jornada a las 6 de la mañana. “Dormí lo que pude”, le dijo a El País una hora después en su apartamento del Puertito del Buceo, donde desde hace algunos días se está quedando con él un amigo argentino, también abogado. Allí dio las primeras notas y vio las noticias en un amplio televisor que está ubicado en la sala.

Comienzo de la recorrida

Ojeda salió de su casa acompañado por su chofer y comenzó a saludar a la gente que lo paraba por la calle. También se sacó las primeras selfies, las cuales fueron una constante durante la jornada. Durante el viaje al local partidario de la diputada Elsa Capillera, fue reconocido por varios militantes que se acercaban a los autos a entregar listas.

Visita a sede en Punta Carretas

Luego de entrenar, hizo una breve parada en la sede de la lista 25 (la única que encabezó al Senado), ubicada en la calle García Cortinas, para luego dirigirse a votar al Colegio La Mennais de Punta Gorda. La calle García Cortinas estaba congestionada a esa hora porque, a metros de local partidario, muchas personas votaban en el Colegio Punta Carretas.

Almuerzo en casa de su hermana

Tras sufragar en el Colegio La Mennais, el líder colorado cumplió otro ritual de las internas: se fue a almorzar a la casa de su hermana. Aprovechando el sol de la tarde, se preparó una ensalada de rabanitos en el fondo de la propiedad, ubicada en Barra de Carrasco. Estuvo acompañado de su hermana, madre, cuñado y sobrinos.

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