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Por Pamela Díaz
Son horas críticas para la interna de Cabildo Abierto. Aunque sus integrantes muestran unidad hacia el exterior, hay una gran división puertas adentro como consecuencia de la crisis iniciada después de que se conocieran las adjudicaciones de apartamentos sin sorteo en el Ministerio de Vivienda, cuando Irene Moreira estaba al frente de la cartera.

La molestia de algunos dirigentes cabildantes llegó al punto de que ayer, en la reunión de bancada en el Parlamento, el diputado Sebastián Cal puso su banca a disposición luego de recibir cuestionamientos tras declarar públicamente que no respaldaba los actos de Moreira.

La división es evidente: están los que apoyan a la exministra -que debió renunciar a pedido del presidente Luis Lacalle Pou- y los que creen que actuó de manera incorrecta. Pero ninguno le planteó su desacuerdo cara a cara a Moreira en la reunión de bancada de ayer, como tampoco lo habían hecho en el encuentro de la Mesa Política del lunes.

En filas cabildantes buscan que este episodio quede atrás. Y de hecho, está resuelto no hablar con la prensa porque buscan dar una imagen de unidad en el partido. Algo difícil de lograr si algún legislador retira su respaldo a Moreira de manera pública. Por ello se pidió silencio por alrededor de un mes, hasta que se calmen las aguas políticas.

El momento de mayor tensión en la reunión se dio a partir de las declaraciones que hizo Cal en una radio de Maldonado, departamento por el que fue electo.

El diputado dijo que no pensaba “tapar el sol con un dedo” y que marcaba distancia con las justificaciones dadas por los líderes de su partido, que basaron su defensa en una resolución de 2009.

Su par Nazmi Camargo, diputada por Rivera y una de las legisladoras más cercana a Moreira, le reprochó sus afirmaciones.

Ante los cuestionamientos, Cal, molesto con los reparos, redobló la apuesta y puso a disposición su banca. La tensa situación llevó al líder del partido, Guido Manini Ríos, a intervenir, relataron presentes. El senador dijo que no tenía sentido discutir por ese tema y afirmó si bien Cal “estuvo mal”, poner a disposición el cargo “era un infantilismo”.

Integrantes de la reunión indicaron que ese episodio dejó en evidencia la “rispidez” que existe entre los legisladores.

Al ser consultado por El País Cal se limitó a afirmar que si “en algún momento” Manini le solicita la banca -que obtuvo “gracias” al general retirado- “estará a disposición”.