Redacción El País
"Queremos saber por qué aparecieron con una ambulancia y nos dijeron que después de que la arreglemos nos iban a pagar y cuando precisábamos que alguien se hiciera cargo, nadie lo hizo", dijo a El País Roberto Di Donato, el dueño de uno de los cuatro talleres mecánicos que denunciaron que el diputado de Cabildo Abierto Rodrigo Albernaz llevó a arreglar una ambulancia de ASSE prometiendo que el pago lo haría el hospital público o la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande, lo que no sucedió.
El mecánico señaló que todo comenzó cuando Albernaz apareció junto a otros colaboradores en un taller de la calle Brasil al 2100, en plena pandemia (mayo del 2021). "(Me dijeron que) en Montevideo hay un depósito en ASSE que estaba lleno de ambulancias y que me iban a traer una para arreglar, porque la querían donar. Entonces al cabo de unos días apareció el mismo Albernaz con (su colaborador Luis) García y otra persona más, con una ambulancia (en guinche) y me la dejaron. Estaba deshecha, ni matrícula tenía, y nos pusimos a trabajar en ella. Fue ahí que mandamos el motor a Rectificaciones Bisio, y consultamos por repuestos".
Sobre el pago de los arreglos el mecánico manifestó que le indicaron "que era algo privado". "Salto Grande ponía la plata, que yo le hiciera lo que tuviera que hacer. Hasta que pasó el tiempo y la plata no aparecía. Entonces empezamos a llamar por teléfono porque había costos que cubrir, pero el diputado Albernaz no contestó más y García me dijo que el dinero iba a aparecer de un momento a otro, pero hasta ahora nunca apareció y nos quedaron debiendo", agregó.
Dadas las circunstancias, Di Donato decidió que se llevaran la ambulancia del lugar. "No sé qué pasó después, ni cuál fue el destino del vehículo, pero nosotros intervinimos una ambulancia de ASSE que nos trajo el diputado Albernaz y pedimos que nos paguen el trabajo", señaló.
Según el escrito que presentaron las empresas, el taller Bertassi-Di Donatto desarmó el motor, lo que resultó en una deuda de $ 48.800. Posteriormente el motor fue enviado a Rectificaciones Bisio S.A. para su rectificado, por un costo de $ 46.000. Luego, el taller Helmer A. Pranti reparó la bomba inyectora y realizó la compra de repuestos generales, todo por el valor de $ 56.724. Mientras que la parte eléctrica del vehículo habría sido reparada por el taller de electricidad Daniel Lura, por un monto de $ 11.400.