EFECTOS DEL VIRUS
El equipo económico del gobierno de Lacalle Pou estima una “caída importante” de la actividad, sobre todo en el segundo trimestre.
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El coronavirus generará un “shock transitorio y agudo” en la economía uruguaya, planteó la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche. En el equipo económico prevén una caída del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer semestre, con una contracción inédita en el segundo trimestre debido al parate de actividad en varios sectores.
En el gobierno analizan que las medidas paliativas tomadas (como la baja de encajes del Banco Central para que los bancos aumenten el crédito) den oxígeno a las empresas que ven fuertes caídas en sus ventas y eviten que se desplome el consumo.
El pasado miércoles, Arbeleche compareció ante la Comisión de Hacienda del Senado para explicar el Fondo Coronavirus y el impuesto creado para gravar a funcionarios públicos que ganen más de $ 80.000 líquidos, jubilados que perciben más de $ 100.000 en la mano y cargos políticos.
Si bien pretendía que la reunión se hiciera de forma virtual para “dar el ejemplo” en medidas de prevención del virus, Arbeleche asistió al Parlamento junto al resto de su equipo. Reconoció que el golpe “será muy significativo”, pero en los mismos términos se refirió a la recuperación económica una vez finalizada la pandemia, según consta en la versión taquigráfica a la que accedió El País.
“Pensamos que el shock es transitorio y que va a ser agudo. La imagen es de una caída pronunciada”, aseguró.
Como otras veces, Arbeleche insistió en su idea de “no apagar los motores de la economía” y admitió que no hay una estimación del tiempo por el que se prolongará esta epidemia. “Es difícil entender la duración de la epidemia, más aún, la duración del impacto económico y sus secuelas, estamos convencidos -por lo que vemos en otros casos- de que este shock es transitorio”, dijo la ministra. Se espera “una caída importante”, pero también una “recuperación bien importante”.
Como “embates” de la crisis mencionó a los indicadores económicos como un déficit fiscal del 5% del PIB, un desempleo de 8,9% en 2019 (el mayor desde 2007) y la economía que cayó 0,6% en el último trimestre del año pasado.
Arbeleche dejó en claro que, en este nuevo escenario, la mejora fiscal pasó a un segundo plano. Esto ha sido manejado por ella en reuniones con el gabinete así como con los representantes del Frente Amplio, el pasado martes. “Vamos a gastar lo que haya que gastar” para enfrentar los efectos del coronavirus, afirmó la ministra en esa ocasión, dijeron a El País participantes del encuentro.
A los senadores les dijo que “no hay que escatimar recursos en la atención sanitaria, en la protección de los grupos más vulnerables ni en la atención hacia las empresas y las personas que se encuentran en una situación más complicada”.
“El principal concepto en el que nos basamos es que no se puede romper la cadena de pagos”, indicó y las medidas apuntan a ello.
Para enfrentar la nueva situación, la ministra dijo que se apelará a líneas de crédito contingente. El Banco Interamericano de Desarrollo ya desembolsó US$ 400 millonescomo adelantó ayer El País. “En las próximas semanas completaremos desembolsos por US$ 1.000 millones o US$ 1.100 millones”, señaló Arbeleche.
A eso se suman los ingresos previstos por el 30% de las utilidades del Banco República, (unos US$ 151 millones) y lo que se pretende recaudar por el impuesto transitorio a funcionarios públicos (US$ 12 millones) y jubilados (US$ 3 millones), que integran el Fondo Coronavirus.
Ayer se aprobó por unanimidad en la Cámara de Diputados, y después de más de siete horas de debate, el proyecto de ley que crea ese fondo.
Aunque el Frente Amplio dio su voto para la aprobación de la iniciativa y celebró algunas de las medidas implementadas al momento, hizo hincapié en los sectores que todavía no se han atendido y reclamó la aplicación de una renta básica para cuentapropistas y trabajadores informales.
Además, se cuestionó que todo el peso impositivo recaiga sobre los funcionarios públicos y no sobre el capital. La diputada del MPP 609, Bettiana Díaz, aseguró que el proyecto “construye una especie de crítica al funcionario público que tiene casi que ver con aquella doña de (Carlos) Gasalla”. “Hay trabajadores de la actividad privada que siguen teniendo certezas. Los directores médicos tienen sus salarios garantizados y estamos hablando de salarios millonarios en este país", señaló.
En la misma línea, el diputado de la Lista 711 Felipe Carballo consideró que el proyecto de ley “es un misil que cae en la espalda de los trabajadores. No grava el capital. No se habla de la banca privada, de los dueños de la soja y de los ricos de este país”, subrayó.
El agro aportará US$ 100 millones
El gobierno ya mantuvo reuniones con las gremiales agropecuarias para instrumentar el mecanismo por el cual el sector aportará con el llamado Fondo Coronavirus que se creó para atender la pandemia. De las negociaciones existentes, la ministra de Economía Azucena Arbeleche dijo en la Comisión de Hacienda del Senado que la idea es procurar un aporte del sector agropecuario. Se acordó avanzar en los próximos días en una propuesta por la que el aporte del sector alcance una cifra de alrededor de US$ 100 millones y el mismo tenga un carácter “excepcional”. Sería a través de la renuncia por un año a los certificados para pagos ante el BPS que reciben por el impuesto de 1% a la venta de ganado, entre otros instrumentos.