Redacción El País
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) ve con buenos ojos un plan presentado por el empresario Juan Carlos López Mena, presidente de Buquebus, que implica una importante reforma en la terminal de la Ciudad Vieja.
El plan, que tiene un costo aproximado de US$ 30 millones y por el que el empresario pide a cambio renovar la concesión a Buquebus por un lapso de 50 años, será enviado en las próximas horas a la Administración Nacional de Puertos (ANP). Si esta también da su aval, la iniciativa volverá al MTOP -donde ya fue revisada por un ingeniero- y tras esto será enviada a la Presidencia de la República para que tome una decisión.
Desde la cartera de Transporte señalaron a El País que la propuesta de López Mena se empezó a revisar luego de que el último de los proyectos para el Dique Mauá, que incluía mudar la terminal de pasajeros -algo con lo que López Mena no estaba de acuerdo- se descartara.
“Hay un dictamen del director de hidrografía, que sabe más de estas cosas -y es independiente de nosotros-, que dice que es riesgoso (hacer las obras del Dique Mauá)… Aparte, había poca profundidad. Los cruceros ya habían descartado ir. Por eso yo dije que prefiero invertir donde estamos, que es un sitio seguro”, dijo López Mena en una entrevista publicada ayer por El País.
El nuevo plan, continuó el empresario, incluye “un edificio al lado de donde está la ANP y tres puentes superpuestos que lo conectarían con la terminal. Son puentes de 200 metros y el primero estaría a unos cinco metros de altura. Uno para los coches, otro para los pasajeros y el tercero -con jardines- para que el turista pueda ver desde la altura el panorama”.
Desde el MTOP, en tanto, señalaron que el proyecto también incluye reformas en el puerto que permitirán la entrada de cruceros en el sitio donde ahora está la terminal, la cual también se cambiaría y se haría más grande de lo que es ahora.
La condición de López Mena es renovar la concesión a Buquebus por un total de 50 años -luego que José Mujica la cancelara en 2014. “Es mejor, por los bancos. Estamos haciendo un barco eléctrico, el primero en el mundo. Es más del doble del tamaño del Francisco. Está en construcción (...) Nosotros seguimos apostando a esta empresa”, dijo el empresario, y sostuvo que estaría afín a compartir ese espacio en el puerto si otra firma está dispuesta a aportar dinero.